La Red Madrileña de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) ha denunciado que más de 260 personas en situación de vulnerabilidad extrema se quedarán sin vivienda en la ciudad a partir de año nuevo. La asociación ha emitido un comunicado tras la decisión de la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid (EMVS) de rescindir el convenio del Programa de Alojamiento Alternativo y Temporal que tenían con el Ayuntamiento, en medio de la peor crisis de vivienda en años.
Entre las familias afectadas por la caída del convenio suscrito con el consistorio se encuentran personas especialmente vulnerables: mujeres víctimas de violencia de género, familias monoparentales y monomarentales, menores con enfermedades graves, personas sin hogar, jóvenes en exclusión social y miembros del colectivo LGTBIQ+.
El programa estaba dirigido a familias empadronadas en Madrid que se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema. A través de un convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y la EMVS, se estimó destinar 200 viviendas municipales para que fueran gestionadas por ONGs con tal de ofrecer apoyo a las familias. El objetivo era estabilizar su situación socioeconómica y avanzar hacia una solución habitacional definitiva.
El Ayuntamiento y la EMVS han comunicado la finalización del convenio a finales de año, dejando sin alternativa habitacional a 82 familias gestionadas por 14 entidades, según explica la EAPN en un comunicado. Según la entidad, las reuniones con la empresa municipal no han sido fructíferas y denuncian la “falta de acompañamiento” por parte del Ayuntamiento.
La respuesta de la Empresa Municipal de Vivienda
El convenio se firmó durante la legislatura de la ex alcaldesa Ana Botella para tratar de paliar la crisis de vivienda que afectaba especialmente a las personas en situación de vulnerabilidad y se ha prorrogado en dos ocasiones: 2017 y 2021. Aún así, el EMVS afirma que el convenio se rescinde ahora porque “termina el 31 de diciembre”.
En declaraciones a elDiario.es, la empresa municipal asegura que se ha puesto en contacto y se ha reunido con todas las entidades implicadas para solicitarles información de las personas que ocupan las viviendas e intentar dar una solución individual a las mismas.
La EMVS también señala que el objetivo de los programas de alojamiento “temporal y compartido” no se estaba cumpliendo de forma generalizada, ya que “las familias permanecían en las viviendas por tiempo prolongado”, convirtiéndose en adjudicaciones “fuera del reglamento oficial de la EMVS”.
La EAPN, por su parte, reclama que se prolongue el convenio por la falta de alternativas habitacionales en Madrid y la crisis del mercado inmobiliario pero también por la vulnerabilidad extrema de los afectados. Además, denuncia la “descoordinación” entre el consistorio madrileño y la EMVS y pide revisar los contratos para garantizar su continuidad vinculados a las entidades sociales.