La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se fue de vacaciones de navidad a EEUU dejando un mensaje en Telemadrid de unidad frente a la pandemia. “El enemigo es el virus”, aseguró pocos días después de arremeter contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los sanitarios en una rueda de prensa. Ese mensaje conciliador le ha durado poco y Ayuso ha vuelto a la carga a su regreso al trabajo. La dirigente del PP empieza el año igual que terminó el 2021, haciendo oposición frontal al Ejecutivo de coalición: “El principal problema de Madrid es Pedro Sánchez”, ha defendido en un desayuno informativo en el que ha afirmado que España “se está perdiendo” un gobierno como el suyo.
La novedad ha venido con un giro de intenciones sobre la crisis interna en la que terminó sumido el PP el último trimestre del año. Con las elecciones de Castilla y León y su respectiva campaña en el centro del debate político, la dirección nacional y la presidenta madrileña han querido este lunes escenificar unidad. Ayuso llegaba a pie a su desayuno informativo flanqueada por el presidente de Castilla y León y candidato a los comicios, Alfonso Fernández Mañueco, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, con el que no ha escondido los últimos meses su mala relación y al que incluso bloqueó en Whatsapp.
Ya durante su intervención, Ayuso ha asegurado que su relación con Génova es “de total normalidad” aunque ha reconocido haber dado en el último trimestre “algunos titulares”. “Lo que estamos ahora es encabezando un periodo muy importante para España este 2022. Somos la alternativa política y no tenemos algo más importante que hacer que demostrarle a los ciudadanos que somos el mejor partido y el más preparado para liderar ese cambio”, ha subrayado en un desayuno informativo en el hotel Ritz, organizado por Nueva Economía Fórum.
“Agradezco muchísimo tener aquí, con Alfonso y conmigo, a toda la Dirección Nacional y a tantos representantes del partido, también a nivel autonómico y municipal”, ha señalado la dirigente regional, que ha evitado pedir que se celebre lo antes posible el Congreso como había hecho hasta ahora, pero ha dejado claro que una vez se convoque su intención sigue siendo la de presentarse a liderar el partido regional.
La presidenta de Madrid ha asegurado que el presidente de su partido, Pablo Casado, es “la persona que va a liderar el cambio político en España” y que su propósito es ayudar a lograr ese objetivo. “Este cambio es imparable y mi única labor va a ser estar al lado del presidente del PP, de Pablo Casado, para que junto al resto de los presidentes autonómicos, de la Dirección Nacional, de los diputados y senadores de mi partido él llegue, lo antes posible, a encabezar este cambio tan necesario para España”, ha dicho.
Sin embargo, esa efusividad por Casado no ha evitado que haya vuelto a erigirse como el “contrapeso” a Sánchez que, ha dicho, pacta con los que “permanentemente aspiran a liquidar España”.
“Mientras el Gobierno de la Comunidad de Madrid sigue gestionando con rigor sus cuentas, afianzando a la empresa privada y generando riqueza para el conjunto del país, continuaremos siendo un contrapeso al nacionalismo, a las políticas intervencionistas y liberticidas y un faro de libertad, respeto y prosperidad”, ha defendido.