La ley con la que, de golpe, el PP de Isabel Díaz Ayuso quiere controlar la Cámara de Cuentas, Telemadrid y el Consejo de Transparencia, también incluye otra reforma que ha pasado más desapercibida con la que Ayuso quiere “dignificar” la figura de los expresidentes regionales. La oposición ha interpretado esta modificación legal como un primer paso por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid de garantizarse un sueldo vitalicio de 8.500 euros brutos al mes cuando deje el cargo.
Con la reforma que prepara Ayuso, se modifica la ley 1/1983, de 13 de diciembre, del Gobierno y Administración de la Comunidad de Madrid para introducir un apartado 2 en el artículo 20 con el fin principal de habilitar al Consejo de Gobierno para regular el estatuto de los expresidentes de la Comunidad de Madrid. Es decir, será el propio Gobierno y no la Asamblea de Madrid, quien tendrá la potestad de decidir unilateralmente cómo se “dignifica” la figura de los expresidentes madrileños. Sobre qué se hará para ello no hay ningún tipo de especificación.
“Existen diferentes modelos, pero casi todas las comunidades en mayor o menor medida establecen el régimen aplicable a aquellas personas que en su día ejercieron la representación del Estado en la Comunidad Autónoma y que tienen mucho que aportar una vez que han dejado de ser presidentes”, recoge la reforma legislativa que incluye otras 15 modificaciones legales como el control de la Cámara de Cuentas, el Consejo de Transparencia, la ley de Buen Gobierno o Telemadrid.
En Más Madrid han puesto el grito en el cielo e interpretan la “arbitrariedad” y la “falta de transparencia” y acusan a Ayuso de querer garantizarse un sueldo vitalicio de 8.500 euros al mes para cuando deje de ser presidenta. La presidenta madrileña ha expresado en varias ocasiones su intención de no permanecer en el cargo más de ocho años.
“No es una ley que va a beneficiar a los madrileños, es una ley que va a beneficiar a una única madrileña”, denunció este lunes la nueva portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot. “Hay quienes llegan a la política para hacerle la vida más fácil a la gente y hay quienes llegan para bajarle los impuestos a los ricos y para ponerse pagas vitalicias”, añadía Bergerot.
La interpretación de Más Madrid no surge de la nada. En 2015, el PP de Cristina Cifuentes trató ya de llevar una reforma legislativa del estatuto de los expresidentes a la Asamblea de Madrid que contemplaba que los expresidentes iban a percibir el 90% de su salario durante los dos o tres años siguientes a dejar el cargo, en función del tiempo de su mandato. En el caso de Ayuso, eso sería un salario de más de 90.000 euros al año. La realidad sin embargo es que con esta modificación legal podrá ponerse a sí misma el sueldo vitalicio que quiera. Pueden ser 8.500 euros, 5.000 o 20.000 al mes. Realmente será el que ella quiera.
La diferencia ahora, denuncia el diputado de Más Madrid Hugo Martínez Abarca, es que en la reforma que pretende el PP cualquier decisión de este tipo la tomará el propio Gobierno sin que pase por el parlamento regional. Eso hace que no se especifique ni limitación en el tiempo para recibir esa paga ni qué expresidentes podrían percibirla. De esta forma, sus predecesores Pedro Rollán, Ángel Garrido, Cristina Cifuentes, Ignacio González, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallardón y Joaquín Leguina, podrían verse beneficiados.
El diputado de Más Madrid asegura que desde su formación van a presentar enmiendas para limitar qué expresidentes pueden percibir esa paga, excluyendo por ejemplo a los que estén imputados en procesos judiciales.