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Ayuso reconoce que no ha detectado “nada relevante” en los libros de texto que señaló por adoctrinamiento

David Noriega

9 de junio de 2022 10:53 h

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Más de una semana después de que la Comunidad de Madrid señalase a los libros de texto para el próximo curso escolar por adoctrinamiento, Isabel Díaz Ayuso ha tenido que asumir este jueves que “la Inspección Educativa no ha detectado nada relevante en la revisión que ha efectuado de 180 libros”. Con esta frase ha respondido a la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea, Carolina Alonso, que le había preguntado si “de verdad cree que hay un problema de sectarismo o si es una estrategia que se ha montado para que no hablemos de su pésima gestión”.

El pasado miércoles, Ayuso aseguró que su Gobierno “va a trabajar para acabar con el entrenamiento (en el ”sanchismo“) que pretende el Ministerio de Educación hacia todos los niños, especialmente, como hemos visto en estos días, con los libros de texto”. En ese trabajo, el Ejecutivo regional incluía un plan especial para que la Inspección Educativa revisase esos contenidos, una competencia que, de hecho, tienen, y que en esta ocasión ha arrojado un resultado diferente a lo que la propia presidenta y varios de sus consejeros llevan días señalando: no se ha encontrado “nada relevante”.

Como había indicado la Comunidad de Madrid, “el servicio de Inspección Educativa madrileño revisará los nuevos libros de textos a través de un plan especial, ya que su supervisión y la de otros materiales curriculares es competencia de las administraciones educativas, que deben velar por el respeto a los principios y valores de la Constitución y lo dispuesto en la ley”. Un respeto a los principios y valores constitucionales que, en esos 180 libros inspeccionados, no se vulnera, pese a los descalificativos que han sufrido los textos en los últimos días. El propio consejero de Educación y portavoz del ejecutivo regional, Enrique Ossorio, leyó en plena rueda de prensa varios contenidos de esos borradores cuya responsabilidad atribuyó al “bodrio” de la reforma educativa.

Mientras la Comunidad continúa con su guerra de recursos y contra-decretos contra la reforma educativa estatal, la Lomloe, la Inspección Educativa desactiva uno de los ejes del debate que ha planteado Ayuso en base a unos libros de texto que, como reconoció la propia presidenta este mismo miércoles había conocido “a raíz de lo publicado en lo medios de comunicación”. De hecho, la Asociación de Editores de Libros y Contenidos Educativos (ANELE) señaló hace unos días que “los libros de texto presentados en los últimos días en los medios de comunicación son prototipos que aún están sujetos a cambios”.

Los editores reclamaron así mismo no se “utilizados como arma arrojadiza del juego político”. Pese a todo, tras esa petición, Ayuso siguió afirmando que esos contenidos “tienen una altísima carga ideológica” que no ha detectado la Inspección Educativa, que ha analizado 180 textos.

Tras la respuesta de la presidenta este jueves en la Cámara regional, Alonso ha concluido que “entonces está reconociendo que es otra cortina de humo más”. “¿Sabe lo que es adoctrinar? Sacar a todos los niños al patio de un colegio para que aplaudan al señor Almeida”, ha acusado la co-portavoz de Unidas Podemos, que ha asegurado que Ayuso “ha puesto en pie de guerra a editores, libreros, profesores y a toda la comunidad educativa porque no están de acuerdo con que se intervenga la educación pública”.

Durante su intervención, Alonso ha acusado también a Esperanza Aguirre de intervenir la educación. “En sus libros de texto se señalaban como tres hechos históricos a Bonaparte, la Guerra Civil y Esperanza Aguirre”, ha dicho. Y ha elevado el tono afirmando que: “Si la tienen que estudiar a usted los estudiantes madrileños la van a estudiar por haber convertido a enfermeras en médicos para tapar el colapso de la sanidad, por haber firmado unos protocolos de la vergüenza que han condenado a 7.000 personas mayores y porque tiene un concepto de la educación que se parece más al de la Alemania nazi que al que se presupone de una democracia consolidada”.

“En este pleno ya me han relacionado con los nazis, con Putin y con que fomento las violaciones, lo que demuestra que hemos tocado mucha la tecla y es muy importante lo que estamos haciendo con la educación”, ha afirmado Ayuso, que acusó al Ejecutivo de Sánchez de haber aprobado una reforma educativa en la que “no hay consenso”. “Nosotros no haríamos lo mismo”, aseguró la presidenta, obviando que la reforma educativa de Wert se aprobó con el rodillo de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy.

“Para mi, sinceramente, lo que sí que es censura es regalar el aprobado, la cultura de los porros o de las pagas. Eso es censurar a las nuevas generaciones las oportunidades y probablemente ustedes quieran cambiar a los romanos por los perroflautas, a los Reyes Católicos por los reyes de Galapagar o el derecho romano por el derecho a la ocupación o las sátiras de Quevedo por las de Echenique”, ha acusado Ayuso.