La presidenta de Madrid solo admite un error en su gestión de la crisis del coronavirus: “Fiarme de la izquierda”. Isabel Díaz Ayuso compareció este miércoles en la Asamblea de Madrid en un debate parlamentario que empezó duro y después no mejoró. La máxima responsable de la Comunidad de Madrid centró la mayor parte de su discurso en atacar al Gobierno central y a Pedro Sánchez y hasta llegó a arrebatar a Vox algunas de sus argumentos habituales, como una supuesta conspiración en su contra por parte de los medios de comunicación.
La crispación que impera en el panorama político y que volvió a escenificarse este miércoles en el Congreso de los Diputados también estallaba a unos pocos kilómetros más al sur de la capital, en la Cámara madrileña. Ayuso comparecía en una Asamblea prácticamente vacía para rendir cuentas de su gestión ante la crisis del coronavirus. Sin embargo, Ayuso esquivó la autocrítica pese a estar gobernando en la región con más contagiados y más fallecidos; donde la crisis sanitaria se ha cobrado la vida de más de 14.000 personas.
La presidenta madrileña prefirió por el contrario centrarse en sus ataques al Gobierno central: acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de haber lanzado bulos contra ella, de haber actuado “tarde” y de “marcar a los madrileños como a los apestados; los que iban a contaminar”.
A diferencia de lo ocurrido en el Ayuntamiento de Madrid –donde el PP también gobierna pero se ha creado un clima de negociación y colaboración entre todos los partidos–, la Asamblea de Madrid vivió este miércoles un pleno especialmente crispado. Ayuso reventó desde primera hora de la mañana cualquier posible acuerdo con la oposición y esos pactos de la “reconstrucción” que había ofrecido el líder del PSOE madrileño, Ángel Gabilondo. “Quien pretenda aprovechar los tiempos de miedo y crisis para imponer su ruta dictatorial, que no cuente con nosotros”, lanzó la regidora a los grupos de la oposición.
Durante su turno, el portavoz de Ciudadanos, César Zafra, trató de recomponer las relaciones, “tenemos demasiados muertos como para decir ‘con usted no quiero pactar”, dijo Zafra, un llamamiento a la unidad que Ayuso volvió a tirar por tierra en cuanto recuperó el micrófono.
La presidenta madrileña centró la mayor parte de su comparecencia, de más de ocho horas, en el Gobierno de Sánchez y los partidos que respaldan esa coalición: PSOE y Unidas Podemos: “En una España dominada por la inoperancia del Gobierno central, el de Madrid actuó con decisión, siempre por delante”, defendió la líder del PP de Madrid.
“La Comunidad de Madrid fue la que despertó a España”, se vanagloriaba Ayuso a la vez que seguía con sus reproches al Ejecutivo central al que acusó de “politizar el dolor”: “A numerosos políticos de la izquierda no les ha importado la gente, sino usar la desgracia para justificarse en el poder”, afirmó Ayuso, que culpó al Gobierno de Sánchez de “manipular a la gente con bulos y mentiras para crear odio” y “defender a la nueva casta” de La Moncloa.
Hace tan solo unos días Ayuso había cargado contra el Gobierno de Sánchez por atacarla en la tribuna del Congreso y le acusó de “deslealtad” institucional. Este miércoles, la dirigente popular tomaba la revancha desde el estrado de la Cámara madrileña.
La presidenta regional también acusó al Gobierno de haber escondido información. “Ministras que llevaban guantes el 8M porque temían que el virus estuviera descontrolado”, aseguró Ayuso, un bulo desmentido hace semanas y que, en un primer momento, difundió Vox. La líder del PP de Madrid llegó a reprochar a los partidos de la izquierda de haber animado a la población “a acudir al infectódromo del 8M”, pero el portavoz de Unidas Podemos, Jacinto Morano, le recordó que en esa manifestación también estuvo su partido con una representación oficial.
Ayuso cargó también contra la oposición madrileña a la que responsabilizó de “hacerla culpable de los muertos de Madrid” para “ayudar al Gobierno de Sánchez-Iglesias a eludir su responsabilidad”.
A pesar de la dureza en el discurso de Isabel Díaz Ayuso contra la izquierda, el líder de la oposición madrileña, Ángel Gabilondo, volvió a tender la mano al PP de Madrid: “Necesitamos un diálogo sincero y abierto, con todos los grupos, con los municipios y con los agentes sociales, en la atenta escucha a una población que demanda un acuerdo de reconstrucción”. Unas súplicas por el diálogo y la colaboración que fueron rechazadas después por la presidenta madrileña.
“A usted, señor Gabilondo, siempre le pondría un diez”, contestó Ayuso. “El problema es el otra alma del PSOE, el que está en La Moncloa, que representa a un Gobierno en el que dejé de creer”. “Si usted hubiera visto lo que yo he visto de su partido estos días, se borraba”, lanzó la presidenta de Madrid al líder de la oposición que en su siguiente intervención pidió que no se le tratase como “a uno que pasa por aquí”.
Gabilondo no tira la toalla
A pesar de la mano tendida, Gabilondo también recordó que la gestión de la sanidad ha sido durante dos décadas del Gobierno regional y que el estado de alarma no ha quitado en ningún momento estas competencias a las regiones, como intentó hacer ver Ayuso este miércoles en la Cámara madrileña cuando habló del mando “único” del Ejecutivo de Sánchez. El líder de los socialistas también recordó a la regidora que las responsabilidades en materia de salud pública son también de las comunidades autónomas: “Tiene competencias plenas, tanto de los servicios de salud pública como de los servicios sanitarios del Sistema Nacional de Salud”, zanjaba Gabilondo.
Desde Más Madrid, la diputada Mónica García pidió a Ayuso que “abandone la campaña en que le ha metido Miguel Ángel Rodríguez”. “No haga lo mismo que con el 11M o con las víctimas terrorismo de ETA, los fallecidos no se arrojan al adversario político, se lloran”, argumentó García, a la vez que pedía “un análisis sin victimismos y sin culpas”. “Nosotros no les vamos a culpar de los fallecidos”, reprochaba García.
“Usted lloró en la catedral. Compartimos todo su dolor. Queremos creer que sus lágrimas fueron sinceras porque necesitamos creerlo. Todos hemos llorado por la impotencia y la rabia”, lamentaba la coportavoz de Más Madrid. “Lloramos dos semanas eternas con listas de espera para entrar a la Uci. Lo que hemos vivido en los hospitales lo lloraremos años como sociedad”, relataba la diputada como médica que ha estado en primera línea de la atención sanitaria en el hospital 12 de octubre.
Los reproches a Ayuso también llegaron por parte de Vox, su otro socio de Gobierno. La portavoz de la formación de extrema derecha, Rocío Monasterio, acusó al Ejecutivo regional de acometer un “geriatricidio” en las residencias de Madrid donde ya han fallecido más de 5.800 ancianos con coronavirus o con sintomatología compatible con la enfermedad. Monasterio exigió el cese del consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, de Ciudadanos, y defendió que solo así contarían con su apoyo “incondicional”. A pesar de los ataques de Vox, Ayuso hizo una defensa pública del consejero, al que semanas atrás retiró estas competencias.
La presidenta de la Comunidad de Madrid lamentó la situación de muchas residencias y defendió que “es lo más doloroso de estas durísimas semanas”. Pero pese a las miles de muertes y de que mintió al asegurar que estaban medicalizadas cuando no lo están según ella misma ha reconicido este miércoles, Ayuso no ha hecho autocrítica: “Desde el primer día, desde mi primera rueda de prensa, pedí cuidado para ellos, avisé de la alta mortalidad que el virus provocaba en los mayores”.