Cinco agentes de la Guardia Civil han reconocido ante la Justicia que pegaron una paliza a un hombre en Madrid y falsearon el atestado, a cambio de poder evitar la cárcel. Los cinco han llegado a un acuerdo con la Fiscalía y la víctima, reconociendo los hechos y aceptando condenas que en los casos más graves llegan a los tres años y nueve meses de prisión, pero sin ningún delito superando de forma individual los dos años de presidio.
Tres de ellos, que no participaron en la agresión, han pactado condenas que suman un año y nueve meses de cárcel. Las condenas de los otros dos agentes alcanza, entre todos los delitos, tres años y nueve meses de cárcel y su letrada afirmaba en la Audiencia Provincial que no implicará tampoco su entrada en prisión. Estas condenas también incluyen multas y penas de inhabilitación, además de las sanciones que les pueda imponer la propia Guardia Civil.
El caso ha llegado a la Audiencia Provincial de Madrid después de que la Fiscalía haya planteado condenas de entre cuatro años y medio y diez años de prisión para ellos: les atribuye delitos contra la integridad moral, detención ilegal y falsedad documental. Entre todos han indemnizado a la víctima con 6.000 euros.
Según han reconocido los agentes tras firmar el acuerdo, en 2019 abordaron a dos hombres acusados de ir borrachos y molestando a conductores cerca de unos grandes almacenes de la localidad madrileña de Majadahonda. Fue en las cercanías de una gasolinera donde algunos agentes pegaron una paliza a uno de los afectados para después falsificar el atentado y acusar a la víctima de haber agredido a los agentes.
El acuerdo alcanzado abre la puerta a que los agentes, que no tienen antecedentes penales, eviten la entrada en prisión, pero todavía de exponen a medidas disciplinarias. Ser condenado por lo penal es considerado una falta muy grave y está sancionado con hasta la expulsión de los agentes de la Guardia Civil.
Según la acusación de la Fiscalía, dos de los agentes golpearon al afectado y siguieron pegándole una vez estaba en el suelo. Además, la víctima fue engrilletada y dejada en el suelo boca abajo pasando frío y sin poder incorporarse antes de ser acusado de desobedecer y agredir a los agentes. Los cinco han reconocido que, después de la agresión, falsearon el atestado para ocultar la paliza y que el acusado fuera la propia víctima.
La denuncia fue presentada por el afectado 20 días después en los mismos juzgados de Majadahonda.