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Los concejales díscolos de Más Madrid se quedan en un limbo

La disidencia está pasando factura a los cuatro concejales que rompieron con Más Madrid. Los ediles Marta Higueras, José Manuel Calvo, Luis Cueto y Felipe Llamas llevan cuatro meses en un limbo. Siguen formando parte oficialmente del grupo municipal pero no tienen representación en las comisiones ni voz para presentar iniciativas tras separarse de su grupo con duras acusaciones a la líder, Rita Maestre, a mediados de febrero. Solo una decisión inesperada les devolvió a la visibilidad la semana pasada. Los ediles están dispuestos a negociar el apoyo al nuevo Madrid Central del Gobierno de José Luis Martínez-Almeida, una decisión que les separaría por primera vez en una votación de sus antiguos compañeros.

El órdago sorprendió en las filas de Más Madrid y también al propio Gobierno municipal, que no contaba con esa baza como alternativa. Los ediles que quebraron el grupo municipal son cuatro, los mismos representantes que tiene Vox. El PP asume que el apoyo de estos últimos es casi imposible puesto que han abanderado el “fin de las prohibiciones” y recuerdan cada tanto al alcalde que tomó el bastón de mando con la promesa de “acabar con Madrid Central”.

La hoja de ruta de los concejales discrepantes, y agrupados en torno a la plataforma Recupera Madrid, siempre fue formar un nuevo grupo mixto en el Ayuntamiento. Era la única vía que les garantizaba una mínima visibilidad y recursos económicos para hacer política al margen de Más Madrid.

Pero de momento no las tienen todas consigo: el Ayuntamiento de Madrid avaló inicialmente que los concejales formaran un grupo mixto, pero la resolución fue recurrida por Más Madrid y el presidente del Pleno, Borja Fanjul, se desdijo, aceptó el recurso y suspendió su creación. Nunca llegó a pronunciarse, sin embargo, sobre el fondo de la cuestión y dejó el asunto durmiendo el sueño de los justos. Silencio administrativo negativo.

Los ediles recurrieron a la justicia ordinaria confiando en que los tribunales les sacaran del limbo pero tampoco tuvieron éxito. Fuentes municipales confirman que el juez denegó las cautelarísimas y también las cautelares. “Nuestra capacidad de participación es nula”, lamenta uno de los concejales a la espera del pronunciamiento sobre el fondo del asunto. Eso puede llevar meses.

Esta situación complica que los concejales puedan saltarse la disciplina de voto del grupo. Ahora tienen el voto delegado a la portavoz, Rita Maestre. Su posición solo puede diferir del grupo si se vota a mano alzada. Los concejales liderados por Marta Higueras ya lo intentaron con las medallas a Manuela Carmena y Ana Botella. Mostraron su discrepancia con la decisión de Más Madrid de apoyar un reconocimiento institucional a exalcaldesa del PP, pero todos los grupos excepto el PSOE votaron en contra de votar de manera nominal.

Las tensiones entre la parte minoritaria que decidió separarse y Más Madrid siguen latentes aunque la escisión les evita los roces laborales que arrastraban desde hacía meses y eran ya insostenibles. La portavoz del grupo, Rita Maestre, los situó “fuera” del equipo unas horas después de que anunciaran su ruptura. Los primeros reclamaban su autonomía después de decidir quedarse al margen de la construcción orgánica de Más Madrid mientras la mayoría se conjuraba contra las deslealtades de los discrepantes, a menudo aireadas en los medios de comunicación.