El concierto sorpresa de tres canciones que dio Alejandro Sanz en el puente de la M-30 más próximo al barrio Moratalaz, lugar de origen del cantante, costó 48.303,2 euros al Ayuntamiento de Madrid. La actuación se retransmitió en directo a través de varias pantallas de la ciudad y fue un “regalo” a la ciudad, según tuiteó el alcalde, José Luis Martínez-Almeida después de finalizar el concierto y tras inaugurar una placa en homenaje al artista que bautiza el mismo puente como el Puente del Corazón Partío. El precio, adelantado por El País, asciende a 39.920 euros, pero si se suma el IVA la cifra roza los 50.000, según el contrato publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público.
El Ayuntamiento de Madrid enmarca la inversión en “una operación de promoción turística” para la ciudad. “Dentro de los Acuerdos de la Villa –suscritos entre Gobierno y oposición el pasado martes– se incluyen campañas para reforzar la marca Madrid en el mundo. Alejandro Sanz es una figura internacional y este tipo de acciones ha tenido impacto informativo en medios de todo el mundo”, explica un portavoz municipal, que aclara que el cantante no cobró por tocar y cantar tres canciones, pero sí sus músicos. Los 39.920 también se destinaron, según el Consistorio, al alquiler de los equipos y la instalación del escenario en el puente.
La productora de Sanz, Universal, ha cedido al Ayuntamiento de Madrid las imágenes del concierto y todo lo relacionado con el evento, como la inaugración de la placa, para “la difusión internacional”, según el Consistorio. Al día siguiente, la lámina de homenaje amaneció vandalizada. “Sus honorarios son mucho más altos que 40.000 euros”, insisten desde el Ayuntamiento.
El contrato fue adjudicado a Gazul Producciones, se formalizó el pasado 3 de julio y fue publicado el mismo día del concierto por la mañana, el 7 de julio. El importe ha sido asumido dentro del presupuesto de Madrid Destino, precisan fuentes municipales, la empresa pública competente en materia de Turismo.
El concierto se celebró el domingo pasado y fue proyectado en diferentes pantallas de la Plaza de Callao o del estadio Wanda Metropolitano, además de por streaming. Físicamente asistieron un pequeño grupo de personas, entre las que se encontraba el alcalde o la delegada de Cultura y Turismo, Andrea Levy. Sanz y su banda tocaron sobre un fondo de coches (los de la M-30) tres de sus canciones más famosas, Viviendo Deprisa, Looking for Paradise y Corazón Partío.
Cuatro días después, el Ayuntamiento celebró un acto en la Caja Mágica, al que acudieron todos los grupos municipales, de reconocimiento a la trayectoria del artista. “Siempre ha llevado el nombre de Madrid por el mundo y ha tenido un rincón de su corazón para esta ciudad”, afirmó Martínez-Almeida, que retrató a Sanz como un “reflejo de los valores de trabajo y humildad que son exponentes de esta ciudad que, tras estos meses de pandemia, ha quedado tocada pero no hundida”.