Un neonazi, condenado a 12 años de prisión por una agresión en Madrid al grito de “guarros, rojos”
Un hombre vinculado a grupos ultraderechistas y neonazis de Madrid ha sido condenado a 12 años de cárcel por agredir a cuchilladas a dos jóvenes en 2016 al grito de “rojos, guarros, venimos a mataros hijos de puta”. Los jueces declaran probado que el condenado era “miembro de grupos de ideología nazi” y que perpetró la agresión por motivos discriminatorios contra dos jóvenes a los que asociaba con colectivos de ultraizquierda.
Los hechos, según la sentencia, tuvieron lugar en San Sebastián de los Reyes en marzo de 2016. El acusado y otros acompañantes menores de edad empezaron a perseguir a las dos víctimas por las calles de la localidad después de mantener un enfrentamiento en la puerta de un bar. Los gritos que les atribuye la Justicia son claros: “Guarros, rojos, Skin Retiro, Hitler fans, venimos de Madrid a mataros, hijos de puta”.
Skin Retiro es un grupo neonazi afincado en Madrid que ese año 2016 se convirtió en uno de los colectivos de ultraderecha con más actividad en la capital. La Policía Nacional, de hecho, detuvo a 16 integrantes de este grupo nazi unos pocos días después de esta agresión perpetrada en el norte de la región, y acusó a sus miembros de haber participado en varias decenas de robos, ataques, lesiones y delitos de odio.
En este caso la agresión espoleada por motivos neonazis terminó con varias agresiones a cuchillo aunque también con palos y otros objetos peligrosos. El condenado se tumbó encima de una de las víctimas e intentó clavarle un cuchillo en el pecho mientras el resto le pateaba la cabeza. Después, durante un forcejeo posterior, le hizo un profundo corte en la cara a la otra víctima que estaba siendo agredida y que intentaba ayudar a su amigo.
Los jueces de la Audiencia Provincial de Madrid no sólo declaran probada la agresión, sino también su componente ideológico y neonazi, por lo que le aplican una circunstancia agravante de discriminación ideológica. “Resulta indudable” para la Audiencia que el motivo de la agresión fue “las diferencias ideológicas existentes” entre agresores y víctimas. Uno de los miembros del grupo nazi, además, llevaba una camiseta de Skin Retiro.
Los policías que testificaron también explicaron al tribunal que el acusado era miembro de grupos de ultraderecha. No actuó, como intentó hacer creer a la Audiencia, para defender a su novia de una supuesta agresión. Lo hizo, zanjan los jueces, “con la única finalidad de atacar a sus oponentes ideológicos y resaltar su propio pensamiento político”.
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