Se complica el futuro del alcalde David Pérez: un municipio paralizado, bajas en su equipo y reprimendas del PP

El futuro político del alcalde y diputado del PP David Pérez es incierto a un año de las elecciones. El edil de Alcorcón enfrenta sus últimos meses de mandato en minoría con un panorama complejo: ha perdido a varias concejalas (dos han renunciado, otra está de baja por “ambiente laboral adverso” y mantiene a una cuarta, que le ha denunciado, sin competencias ni sueldo), no ha aprobado presupuestos desde 2016 y ha recibido en los últimos meses toques de atención de la dirección del partido para rebajar el tono y tratar de evitar el desgaste mediático de su imagen. Con estos mimbres, la Ejecutiva del PP no ve nada clara su repetición como candidato.

Lejos quedan los cuatro años de mayoría absoluta de 2011. Las urnas le castigaron en 2015 con solo 10 concejales. Pudo ser investido gracias a la abstención de Ciudadanos, con cuatro ediles electos. La relación entre los grupos fue por buen camino hasta 2016, la última vez que apoyaron unos presupuestos. Desde entonces, el municipio, uno de los más grandes y poblados de Madrid con 180.000 habitantes, vive con prórrogas sucesivas que impiden crear nuevas inversiones y obliga al movimiento constante de partidas para seguir funcionando. La oposición asegura que ya ni siquiera hacen una primera propuesta.

“Es un desastre para la ciudad. No hay inversión y hay problemas que no se resuelven. Para arreglar una calle porque el asfalto se ha levantado hay que ver de dónde puedes quitarlo y moverlo, sobre unas cuentas de 2016”, describe Jesús Santos, portavoz del grupo Ganar Alcorcón. La oposición en conjunto coincide en que el municipio está “parado”.

“No hay manera de sacar nada adelante porque, además, el Gobierno ignora los mandatos del Pleno”, dicen desde el grupo socialista. Ciudadanos también comparte esta crítica. Los tres grupos aseguran que la mayoría de mociones no se cumplen, “incluso las que ha apoyado el PP”, dice el portavoz de Ciudadanos Alfonso Reina, que asegura que a día de hoy se siguen ignorando las enmiendas de su grupo que entraron en los únicos presupuestos aprobados en el mandato. “No se han quitado los vicios aún de la mayoría absoluta”, denuncia.

Ahora, la relación con el PP es “prácticamente inexistente”, según Reina. PSOE y Ganar Alcorcón intentaron el año pasado en dos ocasiones una moción de censura, pero Ciudadanos puso sus condiciones: solo accedería si a la cabeza estaban ellos, de manera que fracasó porque el resto de grupos no estaban de acuerdo en que fuera el más minoritario el que liderara el cambio. A un año de las elecciones, un nuevo intento no está en la cabeza de ningún grupo.

El inicio de las tensiones entre PP y Ciudadanos se remonta a finales de 2016, cuando el alcalde dijo que las feministas “a veces son mujeres frustradas, mujeres amargadas, mujeres rabiosas y mujeres fracasadas como personas que vienen a dar lecciones a las demás de cómo hay que vivir y de cómo hay que pensar”.

Ciudadanos amenazó con romper el acuerdo de investidura con la presidenta Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid si no lo apartaba. Eso nunca ocurrió. La amenaza se quedó solo en un amago públicamente, pero, ya en privado, sí llegaron advertencias hacia Pérez procedentes de la cúpula ejecutiva de Madrid.

El mensaje, que se ha seguido repitiendo en varias ocasiones hasta hoy, según ha podido saber eldiario.es, es que rebaje el tono, que frene. Las dudas sobre si será el candidato en 2019 se agrandan, aunque “aún no hay nada decidido”, dicen fuentes del PP.

Cascada de renuncias y bajas

El desgaste mediático del regidor municipal ha encontrado, además, un nuevo episodio con la denuncia de una concejala, Marta González, a la que el Gobierno municipal ha dejado sin competencias ni salario. No tiene ninguna función en el Ayuntamiento y solo le pagan las dietas de los plenos.

González ha presentado contra el Ayuntamiento un contencioso-administrativo que, cuando se resuelva, sustentará una futura denuncia por acoso laboral. Fuentes próximas a la concejala explican que el alcalde “la ha apartado” y está sufriendo un “trato desigual”. “Recibió presiones para que no aceptara el puesto cuando le correspondía por orden de lista”, aseguran las mismas fuentes.

Otra concejala del Ayuntamiento, Laura Pontes, está de baja por “ambiente laboral adverso”. Y a ella se suman otras dos ediles que han dejado el acta por “motivos personales”: primero Silvia Cruz, primera teniente de alcalde y responsable de las áreas económicas, y después Ana González, concejala de Urbanismo y portavoz.

Esta cascada de bajas y renuncias refuerzan la tesis de la oposición sobre las “tensiones” y la “división” en el interior del propio Gobierno, además de la mala imagen del regidor municipal. Pérez ha sido acusado de machista y homófobo en varias ocasiones y fuentes del PP le sitúan en “el extremo de derechas” del partido.

David Pérez intenta mientras sostener con siete concejales todas las áreas de la ciudad. Además de la concejala excluida y la de baja, el edil de Deportes tampoco acude a trabajar por enfermedad. En el último pleno, solo se presentaron cinco concejales. “Lo que no sabemos –concluyen fuentes de la oposición– es cómo está aguantando”.