La XII legislatura arranca en la Asamblea de Madrid con la primera victoria de Isabel Díaz Ayuso después de que se impusiera con 65 diputados, a cuatro de la mayoría absoluta, en las elecciones del pasado 4 de mayo. El Partido Popular tendrá la mayoría en solitario de la Mesa de la Cámara regional al lograr cuatro de los siete puestos. La presidenta regional ha colocado en la Presidencia a una persona de su máxima confianza, María Eugenia Carballedo, que hasta ahora formaba parte del Gabinete del Gobierno. Ayuso ha dado además un paso más para asegurarse la investidura y garantizarse la estabilidad en el mandato que durará apenas dos años cediendo votos a Vox, que se conseguido de esta forma la vicepresidencia segunda de la Mesa.
Por el lado de la izquierda, la jornada de este martes terminaba en fracaso tras hacerse con solo dos de los tres puestos de la Mesa a los que aspiraba. El día empezaba además tenso en la bancada de Unidas Podemos con la elección de las portavocías que ostentará Podemos, para cabreo de Izquierda Unida. La coalición mostraba así sus costuras en la primera jornada de una legislatura que aspira a convertirse en una campaña electoral permanente que desembocará en las elecciones de 2023.
La derecha mostraba de esta forma músculo en el nuevo escenario de la Cámara regional en el que Ciudadanos ha desaparecido. Ayuso comparecía antes del Pleno de constitución de la Cámara para anunciar su acuerdo con Vox. Un documento firmado por la propia presidenta madrileña y la líder de la formación de extrema derecha, Rocío Monasterio –según fuentes de Vox– en el que ambas formaciones se han comprometido a presentar una reforma del Estatuto de autonomía para reducir diputados, para la que necesitarán a la izquierda para su aprobación. El primer pacto entre ambas formaciones, unas negociaciones que se han llevado en secreto entre los del partido de Abascal y el PP, deberá tener el beneplácito de al menos 12 diputados progresistas.
Sobre la cifra final de diputados para esta reforma todavía no hay consenso. La formación de extrema derecha aspira a un recorte de 69 diputados, la mitad de la Cámara. En el PP, fuentes del grupo parlamentario aseguran que aún se está estudiando. En el programa electoral de los populares se estipula una reducción hasta los 101 diputados, 35 menos que los actuales. “Tendrá que ser una cifra intermedia”, aseguran fuentes de la formación de Abascal.
El acuerdo por escrito con la rúbrica de PP y Vox no ha trascendido y se desconoce si incluye más concesiones. Ayuso aspira a ser investida presidenta el 18 de junio, tomar posesión el 19, y anunciar el nombre de sus consejeros el 21 de junio. Atrás queda una legislatura en la que la dirigente del PP no ha sido capaz de aprobar unos presupuestos, y solo sacó adelante una reforma legislatura, la del Suelo, actualmente recurrida ante el Tribunal Constitucional.
Con la mayoría de la Mesa en poder del PP, por cuyas manos pasan decisiones trascendentales para la Cámara madrileña como la calificación de las preguntas parlamentarias, la aprobación de las comisiones de investigación o algunas peticiones de información de los diputados, los populares se garantizan una legislatura “tranquila y sin sobresaltos”, en palabras de un diputado del partido conservador, tras un mandato con la presidencia en Ciudadanos en la que cuestiones como la comisión de investigación de Avalmadrid o la de residencias enfrentaron a los entonces socios de coalición. La cuestión ahora radica en su Vox encarecerá el apoyo en asuntos clave como los presupuestos, aunque este martes quedaba patente la buena sintonía entre ambas formaciones.
Unidas Podemos se agrieta antes de empezar
En la izquierda, “impactaba” la imagen de Más Madrid en la bancada que el PSOE ha ocupado históricamente en el hemiciclo, reconocían desde socialistas a populares en esta nueva etapa en la Asamblea regional. Mónica García se estrenaba este martes como líder de la oposición con sus 24 diputados. Los otros 24 del PSOE intercambiaban los papeles, pero ya prometen dar la batalla para 2023.
Hana Jalloul, la nueva portavoz de los socialistas tras la salida de Ángel Gabilondo, llegaba a primera hora de la mañana con la primera iniciativa registrada en la Cámara regional bajo el brazo: la creación de una comisión permanente no legislativa para auditar los fondos europeos que lleguen a Madrid. Ahora la nueva Mesa, con mayoría del PP, deberá evaluarla.
En la tercera pata de la izquierda, Unidas Podemos, las cosas no empezaban con buen pie en el nuevo ciclo legislativo. La salida primero de Pablo Iglesias y este lunes de Isa Serra, solo ha hecho que avivar unas grietas internas que la coalición entre Podemos e Izquierda Unida arrastra desde el anterior mandato. El grupo parlamentario en pleno, a falta de Serigne Mbayé, comparecía antes de la sesión de constitución de la Asamblea para anunciar las nuevas portavocías que ocuparán Carolina Alonso y Alejandra Jacinto como adjunta. Ni rastro de la adjunta segunda que IU ya se ha apresurado a reclamar.
La concordia duraba poco tras el anuncio. Vanesa Lillo, de IU y número tres de la candidatura, ofrecía declaraciones tras el pleno ante los medios para reclamar una reunión interna, que aseguró no se ha producido, para decidir las cuestiones internas del grupo, entre ellas la Portavocía que se había anunciado horas antes. “Queda que se reúnan las organizaciones para elegir a los portavoces de Unidas Podemos”, decía Lillo mientras reclamaba otros puestos para IU que en Podemos aseguran ahora que no se acordaron en el pacto de coalición.