El Gobierno de PP y Ciudadanos de la Comunidad de Madrid ha iniciado una nueva guerra contra el Gobierno de Pedro Sánchez ante su intención de hacer modificaciones en el sistema fiscal dirigido a una mayor armonización entre las distintas comunidades para evitar el conocido como dumping fiscal que se genera en algunos territorios, como el madrileño, por tener bonificados los impuestos de patrimonio y sucesiones o donaciones. Son tributos que el Estado cedió a las comunidades autónomas para corresponsabilizarlas en la gestión de los gastos y los ingresos y que los gobiernos del Partido Popular en Madrid pretenden llevar a cero, a base de bonificaciones. El punto de inflexión se produjo raíz del pacto anunciado por ERC en el marco de la negociación presupuestaria para crear un grupo de trabajo que analice esa cuestión, aunque el Gobierno sostiene que ya pretendía llevar a cabo una reforma que evite la competencia desleal entre comunidades autónomas.
El debate ni siquiera es nuevo ni exclusivamente de este Gobierno. Ya en 2017, con Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, los expertos para la reforma de la financiación autonómica que puso en marcha el ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, del PP, plantearon una revisión de esos tributos para fijar tipos mínimos que evitasen distorsiones entre territorios.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido no obstante hacer campaña contra el Gobierno sobre esta cuestión y ha anunciado que se opondrá “por todas las vías”, incluido el recurso al Tribunal Constitucional, si el Gobierno resta competencias a las comunidades en materia fiscal. Este martes, el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, se unía al discurso iniciado por Ayuso con un vídeo institucional que movió en sus redes sociales y que está plagado de falsedades e inexactitudes sobre qué supondría la armonización fiscal que aún estudia el Gobierno y el nivel de impuestos que se pagan en Madrid y en otras autonomías como Catalunya.
“Los separatistas catalanes, el PSOE y Podemos han iniciado una ofensiva, para tratar de subir los impuestos a todos los madrileños”.
Falso. Lo que propone el Gobierno es la puesta en marcha una comisión para estudiar la reforma fiscal integral que se enmarcará previsiblemente en la modificación del modelo de financiación autonómica que se empezará a trabajar desde febrero. Por lo tanto, todos los partidos políticos podrán participar en la definición y aprobación del nuevo marco fiscal.
También es falso que pretenda “subir los impuestos a todos los madrileños”, básicamente porque todavía no se conoce en qué línea irán los trabajos de dicha comisión. Lo que se ha avanzado es la posible aprobación de un mínimo de recaudación sobre algunos impuestos como el de Patrimonio, bonificado al 100% en la Comunidad de Madrid, o en Sucesiones y Donaciones, con una exención del 99%. A nivel de España ya hay un mínimo exento del Impuesto de Patrimonios sobre 700.000, euros, por lo que el cambio que se pretende es que haya un tope máximo de bonificaciones sobre las rentas más altas, de manera que no es cierto que el futuro cambio del marco impositivo afecte a todos los madrileños.
“Dicen que [los madrileños] pagamos pocos impuestos”.
Falso. La Comunidad de Madrid recaudó por tributos propios 2.164 millones de euros, un poco más que Andalucía (2.099 millones, pero bastantes menos que Catalunya (3.424 millones), pero la realidad es que hay figuras impositivas, las que afectan a los más ricos, como el Impuesto de Patrimonio, por la que Madrid solo recaudó 1,9 millones ese mismo año mientras que Catalunya ingresó 554 millones, Valencia cobró 152 millones y Andalucía, 86 millones.
¿Cómo compensa Madrid esa caída de recaudación? El efecto capitalidad tiene un impacto directo ya que la región tiene muchas sedes de empresas y, por ejemplo, tiene como una de las principales vías de ingresos al Impuesto de Trasmisiones Patrimoniales, que recoge cualquier transmisión patrimonial –desde la compraventa de un inmueble pasando por fianzas, alquileres, promesas y opciones de contratos, pensiones y concesiones administrativas–, con una recaudación de 1.162 millones, frente a Catalunya (1.525 millones) o Andalucía (1.144 millones), según datos de la Agencia Tributaria. Otro aspecto a tener en cuenta es el impacto que tiene ese efecto capitalidad en sueldos más altos a la hora de la recaudación por IRPF, ya que todos los ministerios, los principales tribunales del país y las grandes empresas se encuentran en Madrid. De hecho, Madrid es la comunidad con un un salario medio mensual más alto, de 2.264,58 euros, seguida de el País Vasco (2.241,8 euros) en 2018, según el INE.
“Si aplicásemos la fiscalidad de Catalunya a la Comunidad de Madrid cada familia madrileña pagaría 2.000 euros más al año de lo que está pagando a día de hoy”.
Falso. Aguado no especifica qué tipo de familia, el número de hijos, si son rentas del trabajo o del capital, ni a qué impuestos se refiere, con lo que es imposible saber de dónde sale esa cifra. Para aclarar un poco, Madrid tiene un tipo mínimo autonómico del IRPF de los más bajos, el 9% (18,5% junto al estatal) –Ayuso ha anunciado que lo quiere bajar más– y el más bajo entre los tipos máximos, 21% (que pasa a ser del 43,5% agregado el Estatal). Es decir, los que cobran menos y los que cobran más pagan menos impuestos en Madrid que en otras comunidades autónomas, mientras que las personas con una renta media pagan más o prácticamente lo mismo.
De hecho, en el último informe Panorama Fiscal del Consejo General de Economistas de España se hace una comparativa en el que se muestra cómo un contribuyente que obtiene únicamente rentas del trabajo, soltero, menor de 65 años y sin hijos con un sueldo de 20.000 euros pagaría en Madrid un IRPF de 2.269 euros, mientras que en Andalucía tendría que abonar 2.338 euros y en Álava 2.185 euros. Mientras que para un sueldo de 110.000 euros, con las mismas condiciones del contribuyente, se pagan 36.235 euros de IRPF, el importe más bajo de España, mientras que en Navarra tendría que pagar 38.547 euros y en La Rioja se abonan 38.192 euros.
“Si un hijo o una hija heredan en la Comunidad de Madrid de sus padres 160.000 euros, el valor aproximado de una vivienda pequeña, a día de hoy estaría pagando 22 euros de impuestos. Con la fiscalidad que se aplica en Cataluña tendría que pagar 2.200 euros, casi 100 veces más”.
Aguado mezcla conceptos y cantidades para crear confusión ya que en cada comunidad autónoma hay diferentes bonificaciones y exenciones o multiplicadores que hacen muy complejo definir el pago por una herencia, pero además, la legislación cambia mucho por heredar un inmueble o cobrar una cantidad de dinero en la herencia. En caso de que fuera la vivienda habitual, tanto en Madrid como en Cataluña este impuesto tiene una bonificación del 95%, pero en Madrid la limitación llega a 123.000 euros mientras que en Cataluña alcanza los 500.000 euros, aunque si son varios herederos el límite individual para cada sujeto pasivo no podrá ser inferior a 180.000 euros. Pero si atendemos a la normativa de cada comunidad, en una herencia con una base liquidable de 159.888 euros el tipo aplicable es del 21,25% en Madrid mientras que en Catalunya hasta una base liquidable de 150.000 euros el tipo es del 17%. Pero luego en Madrid hay una bonificación del 99% para los hijos mientras que en Catalunya esa bonificación es del 95%.
“En lo que va de año 433 empresas han huido de los sablazos fiscales del separatismo y han venido a la Comunidad de Madrid”.
La Gobierno regional no explica de dónde sale esa cifra, pero un estudio de Informa D&B, filial de la compañía Cesce, que recoge los cambios de domicilios fiscales de las empresas por comunidades, establece que en los tres primeros trimestres del año 352 empresas de Catalunya se mudaron a Madrid, aunque también hubo cambios a la inversa: 131 empresas dejaron Madrid para instalarse en Catalunya. Si se bucea un poco más en los datos, se observa cómo en el primer trimestre la comunidad más perjudicada del cambio de domicilio a la capital no fue la catalana, sino Murcia: 203 empresas se mudaron de esa autonomía a Madrid en los tres primeros meses del año. En el segundo semestre fue Andalucía con 47 empresas.
Además, Aguado habla de que el motivo fueron los “sablazos fiscales” que aplica Catalunya. La realidad es que el impuesto de sociedades, el que pagan las empresas por sus beneficios, es igual para el conjunto de España, a excepción de País Vasco y Navarra donde se aplica el concierto económico. Es cierto, no obstante, que las empresas sí pueden ahorrarse una alta suma de dinero en el IRPF de los directivos y además, como se mencionaba anteriormente, Madrid tiene unos tipos muy bajos tanto en el Impuesto de transmisiones patrimoniales como el de Actos Jurídicos Documentados Madrid, aunque hay otras comunidades como Navarra, País Vasco o Canarias que están al mismo nivel.
“Comunidades como Cantabria, Castilla la Mancha o Extremadura ya nos están imitando”.
Falso. Ninguna de las tres comunidades autónomas ha aplicado rebajas fiscales como las de Madrid en sus últimas cuentas ni en las que están tramitando. Ni Patrimonio ni Donaciones ni el IRPF se han tocado a la baja, aunque el PP lo haya intentado en alguno de esos territorios desde la oposición presentando enmiendas a las cuentas en esa dirección, como es el caso de Castilla-La Mancha.
En Cantabria, por ejemplo, donde gobiernan en coalición el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y el PSOE anunciaron la congelación de impuestos este año por la pandemia y tienen pendiente una reforma fiscal que han parado por la situación actual, pero que va más en la línea de penalizar más a las rentas altas. Como novedad, el Gobierno de Revilla tanto este año como el anterior ha incluido medidas con desgravaciones fiscales para luchar contra la despoblación rural, rebajas impositivas en una dirección opuesta a la de Madrid. Es cierto, no obstante, que en el impuesto de Sucesiones sí han elevado los límites que no quedan exentos.
Extremadura, gobernada por el PSOE, sería la única comunidad que habría tomado medidas en esa dirección. Desde 2018 el impuesto de sucesiones tiene una bonificación del 99% de todas las herencias que pasen de padres a hijos, de hijos a padres y entre cónyuges. Es un paso más allá del que dio el PP con su reforma fiscal de 2015. En ella solo se bonificaba al 99% las herencias que pasaran de padres a hijos.
Las Donaciones también cuentan con bonificaciones del 99% en casos como donaciones de dinero a hijos y descendientes para la adquisición de primera vivienda habitual o de una vivienda que vaya a constituir la vivienda habitual. En cuanto al IRPF, la reforma más reciente rebajó el tipo más bajo, situándolo en el 9,5%. En 2018 el más bajo era del 10,5%. De este modo, los tramos van del 9,5% al 25%.