El diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, sobre el que recae una orden de embargo de su salario en el Congreso, ha asegurado este martes que ya ha depositado su deuda en el juzgado. “No tengo más ganas de seguir enfangado en esta burocracia de la administración y como lo más fácil es depositar el dinero en el juzgado, lo he hecho”, ha afirmado en la rueda de prensa tras la Junta de Portavoces. Espinosa de los Monteros había defendido que si aún no había pagado su deuda era porque no sabía dónde hacerlo.
El juzgado de primera instancia número 36 de Madrid decretó el pasado 21 de marzo el embargo del sueldo al portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. La Justicia le exigía así pagar la deuda contraída con el constructor que hizo las obras de su lujosa vivienda familiar de cinco plantas en un barrio residencial en el distrito de Chamartín, al norte de Madrid. La orden de embargo,adelantada en exclusiva por elDiario.es, llegaba después de que en noviembre el Tribunal Supremo confirmara la condena a Espinosa de los Monteros por esta deuda: un total de 63.183 euros, más las costas judiciales y los intereses por la demora en el pago. Un total de 81.000 euros.
Con anterioridad, la Justicia ya había decretado el embargo de varios de sus bienes: una “finca” y también “saldos en cuentas corrientes y devoluciones tributarias”. El juzgado considera “insuficientes” estos bienes y ha procedido a solicitar también el embargo de su salario hasta completar el importe que queda por pagar.
Espinosa de los Monteros ha asegurado que una vez conocida sentencia, ya dijo que la acataría pero ha apuntado que el constructor cerró la empresa “dejando pufos” y el dinero era reclamado tanto por Hacienda como por la Seguridad Social. “Al día siguiente de conocer la inadmisión cursé solicitud de carta de pago a Hacienda y a la Seguridad Social; sin respuesta”, ha defendido para explicar por qué aún no había pagado.
“He intentado satisfacer simultáneamente los requerimientos de Hacienda, de la Seguridad Social y del juzgado. Pero como no tengo más ganas de seguir enfangado en la burocracia de la administración, que es bastante pesado, y como lo más fácil es depositar el dinero en el juzgado, lo he hecho. No hay embargo de sueldo y si Hacienda y la Seguridad Social se quedan sin cobrar la deuda ya no es asunto mío”, ha concluido.