El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, ha prometido esta mañana que, si accede al cargo, su Gobierno empezará a construir 15.000 viviendas públicas de alquiler asequible. “Digo esto con cuidado; es iniciar la construcción, no solamente estudiarla, como dicen algunos”, ha insistido el candidato durante un acto de partido sobre la materia en el que también ha intervenido el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien ha dicho confiar en que la ley de vivienda que prepara el Gobierno estatal contará con el acuerdo de PSOE y Podemos porque, “más allá de tácticas” y de la campaña electoral, ambas formaciones comparten objetivos.
Fiel a su reputación de profesor, Gabilondo ha empezado recordando los pensamientos del filósofo del siglo XVI Michel de Montaigne sobre el concepto de “hogar” para pasar a atacar la política de vivienda del PP, a la que ha atribuido tres rasgos: “Especulación, consumo indiscriminado del suelo y enajenación del parque de vivienda pública”. Las referencias a la presidenta de la Comunidad, la popular Isabel Díaz Ayuso, solo han sido explícitas para hablar de la reducida actividad legislativa del Gobierno regional y la eliminación de las licencias previas para ciertas obras. “Es una política antisocial, sin consideración humana”, ha reprochado.
Gabilondo ha asegurado que desea un “Gobierno progresista, desde la izquierda centrada, que no de centro” y volvió a abrir la mano a acuerdos con otras formaciones, esta vez sin referencias a una posible exclusión de Podemos de ese futuro pacto: “Queremos incorporar a quienes quieren participar en ese proyecto de mayoría; no niego la buena voluntad de otros”, ha dicho.
El candidato del PSOE ha defendido una “política en serio para impedir la venta de vivienda pública a fondos de inversión privados” y por “el equilibrio justo” entre los derechos de los inquilinos y los propietarios. “No queremos que se negocie con un bien esencial”, ha dicho, y ha recalcado que “sin políticas públicas de vivienda queda una sociedad desamparada”, también en “el Madrid rico de las grandes exhibiciones”.
Ábalos ha señalado por su parte que “la derecha está ensimismada en el coste-beneficio y la plusvalía” y que Madrid es “la primera región gobernada por la ultraderecha”. “Votar al PP es hacerlo a Vox, están en el mismo monte y representan lo mismo”, ha indicado, y ha señalado como ejemplo de esta finalidad el que el Gobierno madrileño haya legalizado “el chalé de Rocío Monasterio”, la candidata del partido ultra. También ha afeado al Gobierno de Ayuso el gobernar desde “la provocación permanente y la bravata”. “El desparpajo desmedido no es una cualidad”, ha criticado, para poner como ejemplo contrario el de la política socialista, “moderada pero revolucionaria”, a su entender, “porque defiende lo público”.
A pesar de señalar que confía en que la ley de vivienda salga adelante con el apoyo de Podemos, Ábalos ha insistido en la tesis de que para garantizar la bajada de los precios de los alquileres es mejor “la zanahoria que el palo”, lo que se traduce en incentivos fiscales y no tanto en sanciones a los propietarios. “No somos aliados de los fondos ni del gran capital, como deslizan algunos intentando ponernos en el lado de los malos”, ha insistido, y ha recordado algunos planes del Gobierno como el de que el parque de vivienda pública de alquiler asequible llegue a los 100.000 inmuebles.