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Así ha evolucionado la deuda de Madrid desde que la disparó Gallardón hasta la intervención de Montoro

El Gobierno de Manuela Carmena ha reducido la deuda de Madrid en 2.070 millones de euros desde su llegada al Ayuntamiento de la capital. A pesar de ello, Hacienda intervendrá sus cuentas, en una decisión sin precedentes, y le pide recortes para los próximos 14 meses de más de 600 millones. ¿Cómo es esto posible? Porque Hacienda aduce que Madrid está actuando fuera de la ley, la de la contención presupuestaria que opera en España desde 2012.

La Ley de Estabilidad Presupuestaria, aprobada con los votos de PP, CiU, UPyD y UPN, impide a las administraciones aumentar el gasto público más allá de una tasa de referencia basada en el crecimiento de la economía española, lo que se conoce como “regla de gasto”. Esto impide a los ayuntamientos y diputaciones incrementar la inversión a pesar de que cierren sus cuentas con superávit: el remanente de tesorería debe emplearse en amortizar deudas e impide a estos gobiernos apostar por unos presupuestos expansivos.

El Ayuntamiento de Madrid ha reducido la deuda por encima de lo presupuestado por el anterior equipo de Gobierno de Ana Botella, y acabará la legislatura dejándola a la mitad, según sus cálculos. Aún así Hacienda aprieta a una de las corporaciones locales más saneadas que amortiza deuda y cierra las cuentas con superávit.

Olimpiadas y M-30

En junio de 2015, cuando Manuela Carmena llega a la alcaldía, Madrid tenía una deuda de 5.583 millones euros. Según los últimos datos del Banco de España, esta cifra se situó en el segundo semestre de este año en 3.546 millones, lo que suponen más de dos mil millones menos en dos años. 

Fueron los gobiernos del Partido Popular, en concreto, los de Alberto Ruiz Gallardón los que dispararon la deuda de la capital. Gallardón se proclamó alcalde de Madrid en 2003. Entonces, la deuda sumaba 1.137 millones de euros. Cuando el también expresidente de la Comunidad de Madrid dejó la alcaldía que había ganado por mayoría absoluta en 2011 para ser ministro de Justicia con Mariano Rajoy, dejó las cuentas de la capital con 6.348 millones de deuda: un crecimiento de más de cinco mil millones de euros en solo ocho años. 

Fueron dos mandatos en los que Gallardón disparó la deuda de Madrid gracias a obras faraónicas como la M-30, el actual edificio del Ayuntamiento en Cibeles o las costosas infraestructuras olímpicas -hoy en su mayoría abandonadas- para las candidaturas de los Juegos de 2012 y 2016. 

Su sucesora en el cargo, que dejó el propio Gallardón para irse al Gobierno de Rajoy, Ana Botella, incrementó en un año esa deuda en otros más de 1.100 millones de euros. De nuevo, para destinarlo a otra candidatura olímpica, la de 2020, que terminó con un tercer fracaso y el famoso discurso del  “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” de Botella.

En los dos últimos dos años de Ana Botella, tras el fiasco olímpico, la deuda se redujo en unos 1.500 millones de euros, debido a la entrada en vigor de esa ley de estabilidad: los hombres de negro llamaron a la puerta del despilfarrador Ayuntamiento de la capital.

Pero ha sido con Manuela Carmena como alcaldesa cuando la deuda ha decrecido de forma más notable. Para 2018, el actual equipo municipal espera dejarla en 2.624 millones, 3.000 millones menos que cuando llegaron. A lo que hay que sumarle que el superávit anual es de más de 1.000 millones. No ha sido suficiente como para evitar la intervención de sus cuentas que Cristóbal Montoro acaba de ejecutar.