En 2015 se convirtió en el primer alcalde de izquierdas de Soto del Real (Madrid) desde la Guerra Civil y, en 2019, revalidó el cargo con mayoría absoluta y cerca del 60% de los votos. Este año, el socialista Juan Lobato (Madrid, 1984) dejó la alcaldía para dar el salto a la política autonómica. Concurrió a las elecciones a la Comunidad de Madrid del pasado 4 de mayo en el cuarto puesto de la lista encabezada por Ángel Gabilondo, que sufrió un duro batacazo tras el contundente triunfo del PP de Isabel Díaz Ayuso y el 'sorpasso' de Más Madrid que relegó al PSOE a tercera fuerza de la Asamblea. Lobato fue entonces designado portavoz adjunto del partido encabezado en el parlamento madrileño por Hana Jalloul.
Este sábado, Lobato logró un nuevo hito en su carrera política arrasando en las primarias del PSOE de Madrid frente a su contrincante, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala. Obtuvo el 61,23% de los votos de la militancia, que lo han convertido en el nuevo secretario general de los socialistas madrileños. Durante la campaña defendió un discurso centrista que hace bandera de la “transversalidad” para tratar de volver a tener opciones de gobernar la región en las elecciones de 2023. Aún con la resaca de la celebración, Lobato concedió este domingo a elDiario.es su primera entrevista como nuevo líder del PSOE de Madrid en la misma sede de este periódico.
Ha ganado las primarias con un amplio margen al lograr más del 60% de los apoyos. ¿Pero cómo va a garantizar la integración de la candidatura contraria? ¿Incluirá a Ayala o a miembros de su equipo en su Ejecutiva?
El mismo sábado hablamos y los dos coincidimos en estar contentos con cómo había ido el proceso. Yo cuento con él personalmente. Siempre he dicho públicamente que es un gran activo de nuestro partido y que tiene muchísimo criterio, experiencia y trayectoria que aportar. También cuento con mucha gente de su equipo que tienen perfiles muy buenos, ganas e ilusión.
Otras etapas del pasado fueron más complejas, pero llevamos muchos años con cohesión interna
¿Estará Ayala en su Ejecutiva?
No hemos hablado el detalle concreto, pero seguro que hay perfiles que sí tienen ganas, que pueden aportar mucho y que sí estarán.
Como líder del PSOE de Madrid, ¿va a ser usted el nuevo portavoz socialista en la Asamblea en sustitución de Jalloul?
No lo tenemos todavía decidido. Se decidirá después del congreso [previsto para noviembre], cuando haya una reunión de la Ejecutiva y se decidan diferentes aspectos.
¿Será el candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en 2023?
Habrá un proceso de primarias dentro de un año, cuando corresponda.
¿Al que se presentará?
No lo tengo decidido. Ayer ganamos la Secretaría General. Pero seguro que es un proceso bonito en el que hay diferentes opciones y que nos ayude a generar esa ilusión y esa fuerza. Las de 2023 son unas elecciones muy complejas y yo me he presentado a secretario general para asumir el reto de echarme el partido encima, con mi equipo, en un momento muy complejo. Así que no me voy a esconder.
¿Es posible poner fin a las históricas divisiones internas del socialismo madrileño? ¿Cómo?
No estoy de acuerdo. Hubo un congreso hace cuatro años al que nos presentamos cinco candidatos y al final quedamos tres que hicimos una campaña muy constructiva. Después de ese proceso la unidad, la lealtad y la cohesión que ha habido, gracias al exsecretario general José Manuel Franco, que tuvo esa capacidad de contar con todo el mundo, y al resto, han sido cuatro años de estabilidad orgánica absoluta. Y ahora ha habido unas primarias con dos candidatos fuertes y ha sido un proceso muy sereno y positivo. No percibo ninguna división interna. Es verdad que otras etapas del pasado fueron más complejas, pero llevamos muchos años con cohesión interna.
Han pasado ustedes de ser la primera fuerza de la Comunidad de Madrid, en 2019, a la tercera en las elecciones del pasado mayo. ¿Qué ha ocurrido? ¿Hacen autocrítica?
Ha habido una desconexión importante entre la mayoría social de progreso que hay en Madrid, que es una amplísima mayoría y el partido que representa mejor esos valores y principios. Esa falta de conexión se ha producido porque no hemos tenido todo el dinamismo y la capacidad de adaptación a los cambios tan rápidos que ha sufrido Madrid y porque tampoco hemos conseguido tener un partido engrasado, abierto de par en par, al que cualquier ciudadano progresista sintiera que se podía acercar. Esa es la falta de conexión que queremos solucionar en esta nueva etapa.
¿Qué pasos va a dar para revertir esa situación en dos años? ¿Para volver a ser la primera fuerza de Madrid y tener opciones de gobernar?
Lo primero que vamos a hacer es orientar el congreso de noviembre para que esté absolutamente abierto a la ciudadanía. Vamos a hacer un llamamiento a toda la sociedad madrileña para que participe, esté cerca y cada uno nos aporte sus ideas, quejas o propuestas, de tal forma que recuperemos la conexión que nos ha faltado con tantos sectores, colectivos y representantes de la izquierda progresista en Madrid.
Más Madrid les ha arrebatado el liderazgo en la oposición. ¿Cuál debe ser la relación del PSOE con el resto de las izquierdas madrileñas? ¿Explorará la vía de una candidatura conjunta?
La relación con ellos es muy buena. Son compañeros, colegas, hay muchos puntos que tenemos en comunes y hay una cordialidad y coordinación parlamentaria en asuntos comunes. En cuanto a los futuros planteamientos electorales, no tiene mucho sentido [que haya una candidatura conjunta], porque los partidos que tienen la raíz ideológica en Podemos, que son Más Madrid y Unidas Podemos, tienen un posicionamiento distinto al del PSOE, que es un partido socialdemócrata, progresista, de mayorías. Ellos tienen una posición más específica donde también hay un sector de la población que necesita estar representado. Esa pluralidad es lógica y natural en un arco parlamentario como el madrileño.
El PSOE se plantea dar estabilidad a gobiernos como el de Madrid que dependen de la ultraderecha
Cuando defiende que el PSOE de Madrid tiene que abrazar la transversalidad, ¿a qué se refiere?
Que el PSOE en Madrid debe ser lo que fue en los años 80 en España, lo que fue con Zapatero y lo que es con Pedro Sánchez a nivel nacional. Este partido es el único capaz de representar a esa mayoría social y de progreso que hay en Madrid, de gente que quiere mejorar en la vida, esforzarse y avanzar. Con nuestra ideología de igualdad de oportunidades, de progreso social, de derechos civiles y ciudadanía, haciendo un planteamiento serio y ambicioso, tenemos la capacidad de llegar a esas amplias mayorías.
¿Transversalidad es poder pactar con el PP de Isabel Díaz Ayuso?
No, pero tampoco hay que negarse a llegar a ningún acuerdo con nadie. Somos un partido de principios, no de dogmas y queremos ser un partido útil, que aspire a gobernar. Y un partido así asume la responsabilidad de tomar decisiones para el bien de la mayoría de esta región. Eso supone también trabajar parlamentariamente para tratar de llevar a cabo nuestros objetivos. En Madrid hay tantos problemas y retos que si consiguiéramos que Isabel Díaz Ayuso se dedicara a Madrid en vez de a otras cosas seguramente podríamos avanzar bastante.
¿Ve posible en Madrid un acuerdo para aprobar los Presupuestos entre PP y PSOE como el que parece que se va a lograr en Andalucía?
Hay un esquema similar y el PSOE lo que plantea es trata de aportar, en ese papel de responsabilidad de gobierno, cierta estabilidad a gobiernos como el de Andalucía o el de Madrid que tienen la debilidad de depender de la ultraderecha. Ese esfuerzo que está haciendo el PSOE en Andalucía es asumir una responsabilidad importante.
¿Es posible en Madrid con el perfil de Díaz Ayuso?
Es verdad que ella pone muy pocos elementos que ayuden a generar consensos y yo se lo digo siempre en el Parlamento. Hay retos de región en los que deberíamos estar pensando conjuntamente todos los grupos parlamentarios y ella se concentra en atacar a otros gobiernos autonómicos, incluidos los de su propio partido, y al Gobierno de España. En ese ambiente es muy difícil pero yo soy una persona con un carácter abierto y no me voy a cansar de plantear a Díaz Ayuso que abra la mente y permita que haya consensos en temas estratégicos en Madrid.
En esa idea de transversalidad, ¿le perjudica que el PSOE gobierne el país con Unidas Podemos?
No, al contrario. Con la transversalidad nos referimos a que esas amplias mayorías puedan verse identificadas por los objetivos y las expectativas que el PSOE genere. Que el PSOE esté gobernando con Podemos es fruto de la circunstancia parlamentaria que hay a nivel nacional. Está siendo un gobierno serio, muy sólido, socialdemócrata y moderno y eso nos ayuda a que en Madrid demos ese salto de modernidad, avance y socialdemocracia.
Los acuerdos con ERC o Bildu son lógicos para la gobernabilidad del país
¿Le incomodan los acuerdos que logra el PSOE en el Congreso con fuerzas como ERC o EH Bildu?
No. Mariano Rajoy, una semana antes de dejar de ser presidente, pactó los Presupuestos con el PNV y no sé si al PP le incomodaba, no lo creo. La política parlamentaria a nivel nacional tiene las complejidades que tiene, tanto para el PSOE como para el PP cuando gobierna. Son acuerdos lógicos para la gobernabilidad del país.
En los últimos días se ha producido una enorme crisis en el Gobierno de coalición por las diferencias entre Nadia Calviño y Yolanda Díaz sobre la derogación de la reforma laboral. ¿Es usted partidario de derogarla?
Sí, lo ha dejado claro el Congreso Federal en el que el propio presidente, en su discurso dijo muy claro que hay que derogar la reforma laboral, que significa hacer una nueva normativa laboral. No es derogar por derogar sino establecer qué punto de equilibrio es el lógico entre garantizar los derechos de los trabajadores y que las empresas en este país puedan tener una planificación lógica y sensata de sus recursos humanos.
¿Ve a la coalición de PSOE y Unidas Podemos en condiciones de finalizar la legislatura?
Estoy convencido. Está funcionando muy bien. Llevan ya mucho tiempo, con muchas complejidades en momentos extraordinariamente únicos. El haber sido capaz como gobierno de haber salido de esos trances le da mucha seguridad para el resto de legislatura.
La misma Isabel Díaz Ayuso responsable de una de las comunidades con más porcentaje de muertes por la pandemia, de las polémicas directrices en las residencias de mayores, arrasó en las urnas. ¿Por qué?
Me gusta mucho más hablar de futuro que de pasado, pero es verdad que en la gestión de la crisis de Ayuso los datos son muy malos, tanto en términos económicos como de salud y de vidas. En las últimas elecciones ella ha sabido conectar con un estado de ánimo general que había en la sociedad madrileña de hartazgo, depresión, rabia y enfado. Ese saber entender ese estado de ánimo y ofrecer una luz detrás de la cual, a mi juicio, no había nada en absoluto. Semana tras semana, muchísimos madrileños se van desengañando de lo que Ayuso ofreció.
Estoy convencido de que la coalición de PSOE y Unidas Podemos en el Gobierno finalizará la legislatura
¿La figura de Ayuso se está desinflando?
Semana a semana se va viendo que esa luz que ofreció no se concreta en nada y la gente se está desengañando.
¿Cómo debe reconectar el PSOE con el electorado? ¿Qué pasos van a dar?
Primero modernizando el discurso político, adaptándolo a la realidad de Madrid de 2021, siendo mucho más audaces y valientes y planteando nuevos horizontes. Una nueva sanidad pública y una nueva educación pública. Planteando un modelo en el que queremos que Madrid sea la mejor comunidad en los futuros años. Y, segundo, abriendo completamente el partido, poniéndonos totalmente a disposición de la sociedad y pidiendo ayuda a los sectores progresistas de esta región de la ciencia, la educación y la cultura.
A ese concepto de “libertad” que reivindica Isabel Díaz Ayuso ustedes responden con la idea de socialdemocracia que acuñó Pedro Sánchez en el 40 Congreso. ¿Hay un giro al centro en el PSOE? ¿Por qué?
No creo que sea un giro al centro. El PSOE no gira, tiene los mismos valores de sus 140 años de historia, pero no es un partido dogmático. Por lo que ha gobernado este país es porque sabe adaptarse y entender la realidad de cada momento. Eso nos ha fallado en Madrid, pero ahora tenemos el reto y estamos dispuestos a hacerlo. La socialdemocracia no es más que la adaptación con nuestros principios de siempre a una realidad cambiante que exige nuevos retos.
¿Se siente usted más cómodo con el PSOE actual que con el de hace unos meses?
Me siento muy cómodo en el PSOE porque soy militante y comparto valores y principios. Pero sí creo que el resultado de este Congreso ha sido muy bueno.
Madrid es desde hace décadas el laboratorio de ensayo del neoliberalismo más radical con privatizaciones, bajadas de impuestos masivas o recortes en los servicios públicos. ¿Es posible y necesario revertir todo eso? ¿Cómo?
Por supuesto, es necesario, imprescindible y es lo que quiere la mayoría de la sociedad. El problema es que todo esto es una agenda oculta del PP. La inmensa mayoría de la sociedad en Madrid quiere servicios públicos, impuestos sensatos con los servicios que obtiene, y tener la tranquilidad de que independientemente de la capacidad económica suya o de su vecino, sus hijos van a tener la mejor educación posible, o de que va a tener un buen sistema de salud pública.
FOTOS: Patricia Garcinuño