“¡Sinvergüenzas!”, “bolcheviques”, “delincuentes”, “mezquinos”, “boca mustia”, “izquierda caviar”... son solo algunos de los insultos que la oposición de la Asamblea de Madrid recibe cada semana de la presidenta de la Comunidad durante las sesiones de control al Gobierno regional. Isabel Díaz Ayuso convierte cada jueves las sesiones plenarias en ataques personales a las diputadas de las formaciones de izquierdas -Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos- cuando cuestionan su gestión. La crispación es una constante en la Cámara madrileña. Y la sesión de este jueves no ha terminado de manera distinta. En esta ocasión ha sido el grupo parlamentario socialista el que ha recibido un acalorado “¡sinvergüenzas!” por parte de la dirigente del PP. En el fondo del cabreo de Ayuso sobrevolaba el caso Avalmadrid, por el piso que la presidenta madrileña recibió de su padre en vida con el que este evitó pagar una deuda al ente semipúblico que le había concedido ayudas. Ante todas estas descalificaciones la oposición ha dicho “basta”. Pide “respeto” y que se rebaje una polarización que acaba trascendiendo los muros del Parlamento regional.
“Vengo de una familia a la que nadie le ha regalado nada”, era la afirmación pronunciada por Ayuso que provocaba revuelo en la Cámara de Vallecas. Antes, la portavoz socialista, Hana Jalloul, había pedido a la presidenta madrileña soluciones al problema de la vivienda en Madrid, después de que el Gobierno regional haya dicho que no aplicará la ley que quieren impulsar PSOE y Unidas Podemos para hacer frente a los alquileres disparados en las grandes ciudades y que Ayuso ha avisado que llevará al Constitucional. Jalloul –al igual que había hecho antes la portavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso– reprochaba a la presidenta que su única propuesta fuera “insultar” a los inquilinos a los que ha acusado de ser “ocupas, morosos y destrozan las viviendas”.
En su respuesta, Ayuso sacaba a colación a su familia y se intuye por su reacción posterior, que la oposición le recordaba el polémico piso por el que la presidenta madrileña ha sido denunciada ante el Tribunal Superior por alzamiento de bienes por la Asociación Libre de Abogados (ALA). La furia se desataba a Ayuso que replicaba con un “¡Sinvergüenzas!” entre los abucheos de la oposición.
Desde el grupo parlamentario socialista consideran “inaceptable” la actitud de confrontación constante de la presidenta madrileña durante las sesiones parlamentarias que lo que deben ser es un control a la gestión del Gobierno. Jalloul, que en cada Pleno pide mesura y respeto sin éxito, ha anunciado que elevará una queja en la Mesa de la Asamblea de Madrid contra la presidenta por las descalificaciones de este jueves. La portavoz socialista pedía una vez más que la dirigente popular rebaje la crispación y se centre en gobernar para los madrileños.
“Exigimos respeto y rebajar la crispación. Nos parece insultante e inaceptable que nos hayan llamado sinvergüenzas y esto no puede ser. Pedimos que este tipo de expresiones dejen de utilizarse en los plenos cada jueves [...] y elevaremos una queja porque la situación es insostenible”, ha lamentado Jalloul en declaraciones a la prensa, acompañada de la también diputada socialista Irene Lozano que ha pedido “juego limpio” a la presidenta madrileña y que “retire los insultos” que ha practicado esta mañana contra el PSOE, que, ha dicho, solo “embarran la vida política”.
Este jueves le ha tocado a los socialistas. Pero los insultos no solo son contra el PSOE, que acaba siendo blanco constante de ataques por parte de Ayuso por ser el partido que lidera el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra el que la dirigente del PP lleva dos años buscando el choque. También Más Madrid o Unidas Podemos se han encontrado en el centro de sus insultos en otras ocasiones, una actitud que toda la oposición considera “insostenible”.
Es habitual, por ejemplo, que la presidenta madrileña profiera descalificaciones personales contra la portavoz de Más Madrid y líder de la oposición, Mónica García, en los plenos. Díaz Ayuso se refiere a ella como representante de la “izquierda caviar” y ataca incluso su vestuario y sus peinados. En plena Cámara Autonómica la presidenta acusa a la líder de Más Madrid de hacerse un día “tirabuzones” para tener un “look pepero” y al otro de ir a “'perrear' a la Cadena Ser” con un habitual tono chulesco. “Ayuso ha superado todos los límites, no vamos a consentir que se metan en cómo nos peinamos o cómo nos vestimos. Las y los madrileños me eligieron para liderar la oposición y en eso me voy a dejar la piel, en hacer política”, respondía entonces Mónica García ante estas provocaciones.
No era la primera vez, porque García es una de las dirigentes que más enfurecen a Ayuso. Meses antes, también desde la sede del parlamento regional, la presidenta se había metido con la boca “mustia” de la líder de Más Madrid y comparaba sus labios con la “curva de contagios” por el coronavirus. Ayuso ha asegurado en alguna ocasión en los foros internos del PP que hay que tener “cuidado” con Más Madrid porque son “los mismos comunistas que Podemos” pero con pinta de “pijos”. Una mezcla que Ayuso considera una amenaza.
Cansados de estos ataques, desde Más Madrid han lanzado este jueves una campaña en redes sociales bajo el lema ‘A mí también me ha insultado Ayuso’, en la que recogen las descalificaciones a la oposición, pero sobre todo subrayan las que dedica también a los ciudadanos. Durante la sesión de control, Mónica García lo explicaba así y reclamaba disculpas hacia los insultados, un perdón colectivo que, como era de esperar, no llegaba: “Los insultados por Ayuso vamos a ser el colectivo más grande de España”.
“Me conformaría con que no insultase pero creo que ya llego tarde. Sí le pediría que pida inmediatamente perdón a las mujeres que abortan y a los inquilinos por los insultos que les profirió ayer. No son los primeros ni los últimos insultos, por cierto. Las personas que hacían colas del hambre eran mantenidos subvencionados, los sanitarios somos unos ladrones y saboteadores, el resto de los españoles eran unos inútiles y una servidora es una pija con la boca mustia y tirabuzones. Y así un largo etcétera de insultos contra sindicatos, presidentes, papas, feministas… Los insultados por Ayuso vamos a ser el colectivo más grande de España”, ha lanzado García visiblemente cabreada en su réplica a la presidenta madrileña.
Después de aguantar meses de descalificaciones, las formaciones de izquierdas empiezan a cansarse de la actitud de la presidenta regional. Lamentan que los ataques constantes solo “embarran” el “debate político” y les impide su labor de oposición. A su modo de verlo, se trata de una estrategia de la presidenta madrileña para no hablar de su gestión y los problemas reales de los madrileños. Y la realidad es que, entre insultos y descalificaciones, el debate sobre la desigualdad de la región, los problemas en la Atención Primaria, el desempleo juvenil y los alquileres desorbitados acaba quedando diluido. De esta manera, cada jueves Ayuso logra irse a casa sin responder a las cuestiones de la oposición.