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Lobato defiende que su reforma del IRPF recaudará 50 millones más por las rentas más altas

Víctor Honorato

9 de enero de 2023 16:54 h

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Tras el revuelo de la pasada semana a cuenta de las propuestas fiscales del PSOE en la Comunidad de Madrid, el líder y futuro candidato socialista, Juan Lobato, ha matizado esta mañana, tras las acusaciones de que sus ideas en materia de impuestos siguen a las de la derecha, que la recaudación por IRPF no se reducirá, sino que aumentará ligeramente. “Se siguen ingresando 11.500 millones de euros; de hecho, 50 más”, ha respondido a los periodistas que le escuchaban en la plaza de El Atazar, municipio de la sierra norte madrileña al que Lobato y equipo se han desplazado para inaugurar el “año político”. Los cálculos del PSOE pasan por un aumento total de la recaudación de 900 millones de euros contando todos los impuestos, especificó. El líder del PSOE madrileño aprovechó la ocasión para anunciar que su número 2 en las lista será Llanos Castellanos, exdirectora de Patrimonio Nacional.

El plan fiscal de Lobato pasa por eximir del impuesto de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones al patrimonio “productivo”, pero no “al especulativo”. En esta segunda categoría no entran, según esta tesis, “las rentas del alquiler”. El líder socialista reiteró que la propuesta no es nueva, sino que se presentó hace siete meses. “Paga quien más gana. Hay un 5% de grandes rentas que ganan más de 100.000 euros al año y son las más premiadas por Isabel Díaz Ayuso y el PP”, ha indicado. Solo esos verían ampliada la factura. El resto se beneficiarían de rebajas sin que se resientan los servicios públicos, en opinión de los socialistas, que, de hecho, aspiran a poner en práctica un “plan de rescate” que recupere la inversión en sanidad, educación y atención a mayores.

Lobato ha presentado a Castellanos como mano derecha de cara a los comicios de mayo. La exdirectora de Patrimonio Nacional y secretaria de Justicia del PSOE llevará la dirección política del comité electoral de los socialistas madrileños. Lobato aboga por rebajar en 2023 el tono bronco de los últimos tiempos, sin alusiones expresas a la presidenta regional. “Quiero poner de moda el respeto”, ha explicado, y se ha referido, en ese sentido, al frustrado asalto al congreso federal de Brasil del domingo, protagonizado por elementos de extrema derecha. “En ningún sitio estamos libres de riesgo […] Se empieza con insultos y ataques, pero no se sabe cómo se acaba”, ha comparado.

Sosiego y propuestas

La precampaña de Lobato apuesta por un tono sosegado y propositivo. “No estamos solo para denunciar y criticar problemas”, ha señalado, tras ensayar un posible eslogan de campaña: “Hacerle la vida más fácil a la gente”. Estas facilidades pasarían por reducir las listas de espera sanitarias, el aumento de las plazas de Formación Profesional, el refuerzo de los servicios para mayores o la articulación de un transporte público regional que conecte las localidades sin pasar necesariamente por Madrid capital, entre otras medidas que mencionó superficialmente. “Es imprescindible que el PSOE presida la Comunidad de Madrid”, defendió Lobato, que dijo no estar especialmente preocupado por las encuestas, ni por “depresión” cuando peores eran, ni por “euforia” cuando son más halagüeñas.

Más crítica fue Castellanos, manchega de origen, pero “madrileñista” de obra, según su propia descripción, para quien la solución a los problemas de Madrid “no está en las cañas”, sino en poner coto a la “mala gestión”, “la incompetencia” y la “ambición” excesiva de los gobiernos del PP. Si Ayuso quiere convertir a Madrid en “el laboratorio de la ideología neoliberal”, los socialistas pretenden redefinir “cómo se reparte el resultado de tanta riqueza” en una comunidad en el que al PP “le sobra gente”.

Feudo por la mínima

La elección para celebrar el acto de El Atazar, un pueblo de un centenar de habitantes en la sierra norte, tuvo un componente simbólico, pues fue uno de los dos municipios -junto a Fuentidueña de Tajo- en el que el PSOE fue la fuerza más votada en las elecciones regionales de 2021, en las que Ayuso cosechó una victoria extensiva. Los socialistas consiguieron cuatro votos más que los populares, y este año, además, también tienen que elegir alcalde. En 2019 el empate fue absoluto: el regidor se decidió por sorteo. Ganó el PSOE.