Los errores en el sistema de control de Madrid Central a los que aludió el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida para establecer la moratoria a Madrid Central ya han sido subsanados aunque solo se ha probado con los coches sin etiqueta pues el resto, los de pegatina B y C, no han sido multados.
En un informe de la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental fechado el 24 de junio, antes de la entrada en vigor de la moratoria pero con Almeida ya de alcalde, se señalaba ya que la empresa concesionaria había “corregido” los errores “que no han vuelto a ser detectados en los controles sistemáticos”.
Sin embargo, en este mismo documento, al que ha tenido acceso Efe, se aboga por establecer una “campaña de avisos” para los vehículos con etiquetado ambiental B y C, el 75 % de los que acceden a este área, porque éstos no recibieron multas y tampoco habían recibido previamente avisos de sus infracciones entre el 30 de noviembre y el 16 de marzo.
En el área de Madrid Central solo pueden acceder los coches con distintivo B o C que acudan a un aparcamiento, pero durante este período el Consistorio no cruzó los datos de los estacionamientos para comprobar qué vehículos habían aparcado en los mismos.
Y por este motivó decidió multar únicamente a aquellos coches con estas pegatinas que estuviesen en Madrid un “tiempo que se consideraba insuficiente para entrar en un aparcamiento”, lo que afectó a un “pequeño porcentaje” de los vehículos según este informe.
Por ello, la Dirección General de Sostenibilidad y Control pedía una “campaña de avisos que evite la sanción a vehículos que incorrectamente accedan al área, considerando que, por cualquier motivo, cuentan con un autorización para el acceso”, es decir no multar hasta advertir previamente de la infracción a los conductores.
En este informe también se detalla por qué el anterior Gobierno tuvo que anular más de 6.000 multas. Hubo varios errores: el sistema notificaba las multas con errores en las horas, no tuvo en cuenta el cambio del horario de verano o no registró el número de las calles. Solo en cinco casos se registró mal el número de una matrícula.
Todos estos fallos, sostiene el informe, “se producían con posterioridad a la revisión de los datos por parte del Ayuntamiento” cuando se generaba el archivo “en el formato necesario” para que el sistema de informática del Ayuntamiento (IAM) tramitase las denuncias.
En el examen de remesas de multas recibidas desde el 17 de abril “se ha verificado sobre muestras aleatorias que ya no se dan las incidencias detectadas”.
Este informe también considera que sería “recomendable llevar a cabo una auditoría sobre la idoneidad del proceso seguido” por la concesionaria “en cuanto a la gestión de los datos de infracciones del control de accesos o áreas y vías restringidas”.