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Los médicos de Madrid en huelga se encierran en la Consejería de Sanidad ante la parálisis del Gobierno de Ayuso

Fátima Caballero

15 de diciembre de 2022 19:29 h

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El comité de huelga de Atención Primaria se ha encerrado este jueves en la dirección general de recursos humanos de la Consejería de Sanidad. Reclaman un interlocutor “válido” para “negociar de verdad” con la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso, que ha decidido instalarse en el “inmovilismo” pese a las cuatro semanas de huelga. El Gobierno regional sigue sin poner medidas sobre la mesa que convenzan a los médicos de familia y los pediatras para terminar con la sobrecarga asistencial, las listas interminables y la falta de médicos.

Los diez miembros del comité de huelga decidían el encierro esta mañana tras comprobar que la reunión con la Consejería iba a cerrarse de nuevo en falso. Reclaman que esté la presidenta madrileña, o en su defecto el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, o el de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. Citan como precedente la huelga de los médicos residentes donde los tres se sentaron a negociar.

La portavoz del comité de huelga y secretaria general de Amyts, Ángela Hernández, comparecía ante los medios para explicar por qué han decidido encerrarse. Hernández ha explicado que a su llegada se han encontrado con los mismos planteamientos que ya fueron rechazados en el encuentro anterior del 2 de diciembre y de nuevo sin alguien con quién negociar, principalmente de la consejería de Hacienda. Desde la Consejería de Sanidad no explican cuál va a ser su siguiente paso tras la medida de presión de los sanitarios.

“Lo que nos estamos jugando es el propio concepto de la atención primaria, es decir, nos están contando una atención primaria de rellenar el expediente, de atender rápido, en menos de 72 horas, sea como sea, mientras nosotros estamos explicando que los médicos de familia y pediatras quieren atender a sus pacientes y que los pacientes quieren ser atendidos por sus médicos de familia y sus pediatras. Y eso requiere más médicos de familia y más pediatras. Parece una perogrullada. Pero es lo que necesitamos que entienda este Gobierno”, ha explicado Hernández.

Durante el encierro, que ya suma horas, ha acudido la Policía Nacional tras ser llamados por la Consejería. El departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero quería lograr así el desalojo de estos médicos, pero ha sido en balde, pese a que los agentes han informado a los manifestantes que podían ser detenidos. El encierro, por tanto, continúa. “Esperemos que dure lo menos posible. Es una situación que no nos gusta nada pero creemos que es lo que podemos hacer por nuestros compañeros”, ha insistido Ángela Hernández, secretaria general de Amyts.

En las puertas de la sede, Alejandro Tejedor Varillas ha denunciado el “bloqueo” de las negociaciones porque las personas que han acudido por parte de la Consejería de Sanidad “no tienen capacidad de negociación”. “Después de cuatro semanas no tienen capacidad de tomar decisiones”, ha lamentado. “No podemos seguir así, hay que buscar una solución. Aquí tendría que haber personas después de tantos días y tantas semanas con capacidad de decisión. Esto no lo podemos aguantar ni los pacientes ni los profesionales, esto es perjudicial para todos”, ha indicado. “Lo que pedimos es tener más compañeros médicos trabajando. No queremos tener más dinero, queremos tener más opciones para que los pacientes puedan ser atendidos”, ha insistido.

El apoyo de otros médicos de familia y ciudadanos ya está llegando a la calle Sagasta, en pleno centro de madrid, donde se están concentrando decenas de facultativos y madrileños para mostrar su apoyo a los diez miembros del comité de huelga encerrados.

Esta medida de presión no es la única anunciada por los médicos en huelga. Por la mañana también anunciaban lo que han llamado la “noche en blanco” de la Sanidad madrileña consistente en más encierros en centros de salud de la comunidad, como el de Ciudades, en Getafe; el de Huerta de los Frailes, en Leganés; el de Dos de Mayo, en Móstoles; o el de General Ricardos, en Madrid capital.

A primera hora de la mañana, 15 organizaciones sanitarias de medicina familiar y pediatría ―sindicatos, asociaciones, sociedades científicas― se unían para mostrar un apoyo “sin fisuras” a la huelga indefinida en Atención Primaria y firmaban un documento conjunto frente al “juego político de carácter partidista y claramente electoralista que han decidido impulsar para confundir a la opinión pública” desde el Gobierno de Ayuso.

Los firmantes también recuerdan en su escrito las reivindicaciones para desconvocarla huelga. Entre otras cuestiones, las más básicas son el incremento del presupuesto de Atención Primaria, hasta alcanzar el 15% de la partida sanitaria en 2023 –actualmente en el 10%– y el 25% en tres años, excluyendo el gasto en Farmacia como sucede ahora; poner límite al número de pacientes por jornada, 31 para los médicos de familia y 21 para los pediatras; o la cobertura de todas las plazas de medicina de familia y pediatría y de las ausencias de médicos titulares.

La negativa del Ejecutivo regional a destinar más dinero a la Atención Primaria en los presupuestos ha dejado las negociaciones entre los médicos en huelga y la Consejería de Sanidad en un punto muerto. Si no hay más dinero, defienden los sanitarios, es “imposible” atajar el problema por el que iniciaron los paros el pasado 21 de noviembre como la sobrecarga de trabajo, las agendas infinitas o la falta de un relevo generacional mientras la sanidad madrileña espera en menos de cinco años una ola de jubilaciones que alcanzará el 30% de la plantilla. 

La huelga a la que están convocados más de 4.200 médicos de familia y 700 pediatras amenaza con perpetuarse si el Gobierno regional permanece en el “inmovilismo”.