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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

García llama a las mujeres a movilizarse como la “vacuna contra la ultraderecha” en el ecuador de la campaña

Más Madrid prometió una campaña diferente. En el ecuador, la candidata Mónica García ha reunido a un grupo de mujeres de varios ámbitos en un acto que se ha convertido en una conjura contra la ultraderecha, cuyo destape sin tapujos puede ampliar las posibilidades de la izquierda de gobernar. El encuentro ha sido también un canto a la movilización del voto femenino como “vacuna contra el odio y la intolerancia”. Los estrategas de Más Madrid confían en que sus apoyos pueden crecer por dos flancos: el voto de las mujeres y el de los jóvenes.

“Tenemos la mejor receta, el feminismo, por eso están tan nerviosos”, ha clamado García bajo el techado del auditorio del barrio de San Blas. Sentadas a su alrededor había una matrona, una trabajadora del hogar, una empresaria, una periodista, una campeona en autodefensa y la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre.

La campaña ha arrancado de nuevo, coinciden analistas y políticos, tras el desplante conjunto de la izquierda ante la resistencia de Vox a condenar las amenazas de muerte recibidas por Pablo Iglesias. Los tres partidos progresistas creen que la campaña ya no va de sanidad, de educación o de impuestos sino de algo más grande. El revolcón ha sido tal que hasta el PSOE ha cambiado su lema. También Unidas Podemos, que contempla la cita electoral como un plebiscito entre “democracia o fascismo”.

Más Madrid ha decidido sin embargo este domingo mantener un acto que no ha sido tanto un mitin como un punto de encuentro y reflexión entre mujeres, donde la palabra fascismo no se ha pronunciado, a diferencia de las referencias sin ambages de sus adversarios de bloque en los últimos días. “Yo os votaría a todas”, ha bromeado García, para quien la “empatía y la sororidad” son las “herramientas más poderosas” para gobernar. La candidata asegura que encarna una alternativa “a las formas tradicionalmente masculinas de ordeno y mando”.

Las mujeres, también la propia García, han compartido sus experiencias más personales sobre las dificultades que han enfrentado por el machismo en su vida profesional y privada. “Qué gusto estos testimonios, si alguien se los puede pasar a Ayuso. A Monasterio no hace falta”, ha señalado entre risas.

La voz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, ha contado que se encontró a “los 25 siendo la portavoz del Gobierno de la capital de España”, cuestionada por una pregunta que, dice, “es trasversal a todos los partidos”. “¿Por qué ha llegado hasta aquí? No es que tengas buenas ideas, carisma o capacidad para convencer sino cualquier otra razón”, ha lamentado Maestre. “La extrema derecha está criminalizándonos cuando nosotras cuidamos y sostenemos la vida”, ha denunciado Constanza Cisneros, trabajadora del hogar del colectivo Territorio Doméstico. María Zubillaga, matrona, ha conseguido arrancar los aplausos del público con un reconocimiento a las mujeres que han parido durante la pandemia. “Son unas heroínas”, ha dicho.