La Inspección de Trabajo ha abierto un acta de infracción a Metro de Madrid por incumplir las normas mínimas de seguridad para los trabajadores con riesgo de exposición a materiales con amianto, obligatorias por ley desde el año 2006.
El consejero delegado de la empresa pública, Borja Carabante, ha confirmado que la cuantía económica asciende a 191.000 euros por una infracción grave y otra muy grave en cuestión de prevención de riesgos laborales. Además, Empleo multa a Metro también por no darse de alta en el registro de empresas especializadas que pueden manipularlo.
Carabante ha anunciado que la empresa va a presentar alegaciones al acta de infracción con las medidas tomadas hasta ahora y no descarta que el caso se remita a Fiscalía, que puede dirimir de estos hechos posibles responsabilidades penales. Trabajo, además del acta de infracción, envió el 21 de diciembre a Metro una serie de requerimientos para que cumpliera la normativa en materia de seguridad laboral de los trabajadores con riesgo de exposición a amianto. La inspección constata que, hasta esa fecha, las medidas no habían sido adecuadas a la ley.
En la red pública se han detectado 20 tipos de repuestos (de 20.000) para los trenes que contienen amianto y que han sido retirados para que no se utilicen, según el consejero delegado. Todas estas piezas son anteriores a 2003. En ese año se prohibió fabricar con este material. “En ningún caso hay riesgo para los viajeros”, ha reiterado Carabante.
Metro de Madrid ha realizado revisiones médicas a 342 trabajadores actualmente en plantilla y en los próximos días se completarán para un total de 413. Hasta el momento todos los resultados han sido negativos.
No obstante, la empresa cuenta con que en estos meses se confirmará un segundo caso de enfermedad laboral por exposición a amianto. Los dos son empleados que han trabajado antes y después de 2003 en subestaciones y mantenimiento.
Carabante ha explicado las medidas que está tomando Metro tras recibir el requerimiento de la Inspección de Trabajo, entre las que se encuentran un protocolo con instrucciones para los trabajadores, formación y una señalización pactada para evitar “el mínimo riesgo”. “Si hay sospechas, la orden es que no se toque”, ha dicho.
“Hemos tomado muestras de ambiente (para verificar que no hay fibras suspendidas en el aire) en seis subestaciones y en un depósito. El resultado ha sido negativo”, ha señalado Carabante.
Metro ha admitido que “intensificó” las medidas de prevención en 2017, cuando comienza a haber sospechas de que hay un trabajador enfermo por haberse expuesto sin protección al material cancerígeno. Desde 2003, ha dicho Carabante, se han encapsulado elementos que podían contener amianto “para que no se pueda desprender al manipularse”.
El consejero delegado también ha informado de que el material puede estar presente en muchas instalaciones anteriores a 2003, entre ellas bóvedas de estaciones. Tres paradas de la línea 5 (Suanzes, Canillejas y Torre Arias) ya están libres de este material. “Se retiró aprovechando las obras de remodelación de la línea y así lo haremos en otras”, ha detallado.
El grupo parlamentario Podemos en la Asamblea de Madrid va a pedir formalmente la dimisión del consejero delegado de Metro por estos hechos, según ha anunciado el diputado Alberto Oliver.