Primer acto: 31 de diciembre de 2020.
El Ayuntamiento de Madrid contrata a Nacho Cano para dar un concierto en la Puerta del Sol el 31 de diciembre. El componente de Mecano interpreta la canción “Un año más” en homenaje, se explica entonces, a las víctimas del coronavirus, en una nochevieja atípica en la que se prohíbe la presencia de personas por la pandemia en las campanadas. El consistorio de José Luis Martínez-Almeida y el representante del cantante aseguran que Cano no cobró nada por esta actuación y que el cantante corrió con todos los gastos del breve espectáculo.
El día siguiente de esta actuación, según publicó poco después Vanitatis en conversación con el representante del músico, Cano vuela a su casa de Ibiza –que unos meses después será el alojamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en sus vacaciones de verano– para preparar un nuevo musical.
Segundo acto: 2 de mayo de 2021.
Isabel Díaz Ayuso le otorga a Nacho Cano una de las mayores distinciones de la Comunidad de Madrid, la gran cruz del 2 de mayo. Y el músico aprovecha el acto para elogiar a la presidenta, arrodillarse ante ella, simular que le devuelve la medalla y la felicita por su gestión ante la pandemia. Ese día, Nacho Cano no habla solo en su nombre, dice representar el sentir del mundo de la cultura, y de los empresarios musicales y los compañeros de sector que supuestamente le llamaron “de Australia, Nueva York y Londres” para preguntarle por “el milagro de Madrid” y los teatros abiertos. “¿Cual es el nombre de ese milagro”, pregunta el excomponente de Mecano, que no tarda en responderse él mismo. “Pues ese milagro tiene piernas cabeza y corazón”, dice, señalando a Díaz Ayuso, que asiente al borde del llanto.
“Creo que la medalla, por ser tan valiente y tan buena presidenta, te la mereces tú”, continúa Nacho Cano que procede a colocarle la medalla a la presidenta madrileña. El músico es el único entre todos los premiados en la ceremonia que lleva micrófono y es de los últimos en recoger el galardón.
“Era evidente que estaba todo preparado”, concluye una dirigente política que acudió ese día al evento celebrado en la Puerta del Sol. Quedaban solo dos días para las elecciones del 4M.
La relación con Cano y la presidenta madrileña no nace el día grande de la Comunidad. Arranca unos meses antes en sus negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid para un nuevo espectáculo que planea lanzar. Ese 2 de mayo, la presidenta cuenta detrás de las cámaras que Cano prepara un espectáculo “increíble” y que es un tipo “brillante”.
Tercer acto: 6 de agosto de 2021.
Isabel Díaz Ayuso aterriza en Ibiza para disfrutar de unos días de asueto en la isla. Se aloja en una de las mansiones que Nacho Cano tiene en la zona de Sant Mateu. El músico posee dos propiedades en la isla balear: una con una superficie de 2.500 metros cuadrados y otra de 8.000, según han recogido diferentes medios.
Cuarto acto: 26 de agosto de 2021.
El Ayuntamiento de Madrid cede por cuatro años una parcela de 19.000 metros cuadrados en el distrito de Hortaleza a Nacho Cano para que levante un nuevo teatro efímero; una suerte de carpa desmontable en la que el músico quiere estrenar un musical basado en Hernán Cortés. El acuerdo consiste en que el integrante de Mecano pagará al Ayuntamiento de Almeida un canon de 450.000 euros al año por este terreno público. Es un precio de menos de dos euros por metro cuadrado de parcela al mes. No hay concurso para la adjudicación ni una explicación oficial de por qué a él ni acerca de si había otros aspirantes al terreno.
Mucho tiempo antes...
Quienes conocen a Nacho Cano no ven nada sorprendente en esta secuencia de hechos, ocurridos todos ellos en el último año. “Siempre fue proPP, anti PSOE y anti izquierda”, asegura un buen amigo del artista, quien recuerda que la relación entre el compositor de Mecano y el Partido Popular nace muchos años atrás. Ayuso y Almeida no son los primeros dirigentes conservadores con los que tiene conexión y con los que ha trabajado a lo largo de su carrera.
Los hermanos Cano –Nacho y José María– estudiaron en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, en el norte de Madrid. Es un centro religioso de los jesuitas, en el barrio de Chamartín –el distrito con la renta per cápita más alta de la capital–. Allí coincidieron con otro de los alumnos más famosos de este colegio: Alberto Ruiz Gallardón, quien años después sería el primer presidente de Madrid del PP y, más tarde, alcalde de la capital y presidente de la Comunidad.
Fuentes consultadas por elDiario.es aseguran que la relación entre Alberto Ruiz-Gallardón y Nacho Cano se fraguó en el colegio. En conversación con este periódico, el exalcalde de Madrid lo niega: “Nacho es dos años más pequeño que yo; José María es de mi edad pero no estábamos en el mismo curso. A los dos los conocí años después pero en el colegio no nos tratamos nunca”, asegura el político –ya retirado–.
Con Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid y José María Álvarez del Manzano en el Ayuntamiento (ambos del PP), Nacho Cano fue el encargado a mediados de 2002 de componer la música instrumental para la Candidatura Olímpica de Madrid 2012. La ciudad competía con Sevilla por ser la sede española que lideraría la carrera por celebrar los juegos en la que Madrid se empeñó hasta en tres ocasiones. En todas ellas fracasó y con ellas se enterraron centenares de millones de euros en infraestructuras que a día de hoy son un esqueletos inservibles.
Aquella composición fue el preludio de más colaboraciones de las administraciones del PP con el componente de Mecano. Dos años después –en 2004, ya con Gallardón de alcalde–, Cano también compuso “Música para una boda”, una pieza instrumental que interpretó la Orquesta Sinfónica de Madrid en homenaje para los entonces príncipes de Asturias –Felipe de Borbón y Letizia Ortiz–. Aquella pieza se presentó como “un regalo” del Ayuntamiento de Madrid a los recién casados. Gallardón asegura a elDiario.es que Nacho Cano nunca cobró por esa pieza y que se trató de un regalo también del cantante.
El exalcalde de Madrid asegura que nunca se pagó al artista ni se le contrató porque el tipo de propuesta artística de Cano “puede gustar más o menos pero su recorrido es comercial”. “No encajaba en las propuestas culturales que el equipo de Alicia Moreno incluía en las subvenciones públicas que siempre buscaban llegar donde el mercado no llegaba”, añade.
Pero sí hubo una administración madrileña que pagó un alto coste para las arcas públicas por un espectáculo de Cano. Fue de la mano de Esperanza Aguirre. El artista preparaba un musical llamado ‘A’ en Madrid tras el éxito del ‘Hoy no me puedo levantar’, que en sus últimas ediciones lo enfrentó con sus socios hasta el punto de que Cano denunció que no le dejaban acceder al teatro. Corría el año 2008 y el componente de Mecano había proyectado un ambicioso proyecto con una piscina gigante de agua para ese nuevo musical, inspirado en uno similar que por aquel entonces se había programado en Las Vegas.
Cano no reunió el dinero necesario para su puesta en marcha y finalmente se conformó con un espectáculo más modesto que el Gobierno regional de Esperanza Aguirre contrataría en su estreno en la fiesta de inauguración de los Teatros del Canal, en un nuevo centro dramático que la presidenta estrenó en junio de 2008, sobre los antiguos terrenos de la empresa de aguas de Madrid –que entonces presidía Ignacio González, años después procesado por corrupción derivada de sospechosos contratos relacionados con la expansión internacional de esta empresa pública, la de mayor presupuesto de Madrid–.
Aquel fue un gran espectáculo, con una actuación de Nacho Cano como plato principal. La empresa de Cano cobró 407.354 euros más IVA, según informó en su momento la Comunidad de Madrid. “Es uno de los artistas pop más importantes de España, y además es madrileño”, defendió en su momento Esperanza Aguirre, a pesar de que la residencia habitual del artista se situaba en Miami. El coste total de la fiesta superó el millón de euros, según denunció la oposición. ‘A’ tuvo mucho menos recorrido que “Hoy no me puedo levantar” y fue un “fracaso”, según fuentes que siguieron de cerca el espectáculo. Estuvo año y medio en cartel en Madrid y Barcelona.
Desde entonces hasta llegar a 2021 y su relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Nacho Cano ha tenido una ajetreada y polémica vida que se ha movido entre Madrid, Miami e India. Además de la música, Cano tuvo un estrecho contacto con el mundo de la meditación y el yoga y entró en el negocio de los centros de yoga con calor, el conocido como Bikram Yoga. Abrió un par de ellos en Estados Unidos.
La vuelta de Cano y Ayuso
La vuelta de Cano a la escena musical madrileña se produjo esta nochevieja con su actuación en la Puerta del Sol. Desde entonces las relaciones con la presidenta madrileña han ido creciendo hasta el punto de que ambos ya no esconden la gran amistad que les une. Ayuso pasó parte de sus vacaciones de verano en casa del artista mientras el Ayuntamiento que preside su colega José Luis Martínez Almeida cerraba una cesión de terreno muy ventajosa para el artista que ya sueña con estrenar allí su musical.
Desde el Consistorio que dirige José Luis Martínez-Almeida aseguran que la autorización provisional de uso del terreno de 19.000 metros cuadrados en Hortaleza se ha gestionado desde el área que dirige Mariano Fuentes, de Ciudadanos. “Ha sido él personalmente quien ha llevado este asunto con Cano, un proceso que no es de ahora sino que empezó hace dos años”, afirman desde el entorno del concejal.
Según explican otras fuentes, el deseo de Cano era llevar el nuevo musical a un gran terreno municipal muy cotizado en Puerta del Ángel: “Se le explicó que era imposible porque no se puede hacer un cambio de uso y se le ofrecieron otros dos en Hortaleza y Fuencarral-El Pardo y eligió el primero”. En el Ayuntamiento de Madrid insisten en que esta cesión finalizará a los cuatro años, que el consistorio puede recuperarlo cuando quiera, y que no es la primera vez que se cede terreno público para un uso así. Lo cual es cierto, aunque eso no siempre es sinónimo de que el proyecto acabe bien.
Este tipo de acuerdos de cesión de suelo para usos culturales son comunes para, por ejemplo, instalar el Circo del Sol, o desarrollar festivales como Mad Cool. Pero en ocasiones también salen mal, como ocurrió con una cesión de suelo público al productor José Luis Moreno para construir un gran teatro, el Coliseo de las Tres Culturas. Iba a ser un enorme edificio, con capacidad para 6.000 espectadores y 164 millones de inversión. Nunca se hizo, aunque se firmó en 2002.
El terreno donde se instalará el nuevo musical de Nacho Cano sobre Hernán Cortés es, justamente, esta misma parcela que José Luis Moreno antes consiguió, y que retuvo durante años sin llegar a sacar adelante ese teatro. El tiempo y los espectadores dirán si el nuevo proyecto se acerca más al éxito de “Hoy no me puedo levantar” o a su malogrado “A”. En ese Madrid de los milagros que relataba el artista, Cano tiene ya a su disposición la parcela municipal.