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Navalcarnero exige soluciones para una Atención Primaria desbordada: “Mi hijo tiene una enfermedad crónica y cambia más de pediatra que de pañales”

“¡La primaria, es necesaria!”, se escuchaba en la plaza principal del municipio de Navalcarnero (Madrid) este sábado entre el sonido de pitos, vuvuzelas y cacerolas. Unas 2.000 personas han salido a la calle en una concentración convocada por la plataforma Diversas para reivindicar una mejora de la Atención Primaria en sus centros de salud “de forma inmediata”. Acompañados por los representantes de todos los grupos políticos municipales, incluido el portavoz local del Partido Popular, los vecinos de Navalcarnero leían un manifiesto en el que llamaban a la unidad ciudadana para reclamar soluciones a una atención sanitaria “insostenible” y “peligrosa para los ciudadanos”. Sabiendo que la Comunidad de Madrid es la región que menos invierte en sanidad, la falta de médicos y enfermeros en los dos centros de salud de Navalcarnero hace más de un año está convirtiendo la situación en “crítica”, según el sindicato médico AMYTS.

“Llevamos mucho tiempo con una Atención Primaria del municipio totalmente olvidada en comparación con lo que está creciendo el pueblo y su población, pero desde que abrieron un segundo centro de salud la situación es desbordante para sanitarios y habitantes”, sostiene Laura, vecina del pueblo y enfermera en el Hospital 12 de Octubre. El centro de salud Navalcarnero II abrió sus puertas el pasado diciembre -a pesar de que Ayuso lo inaugurase en abril de 2023, un mes antes de las elecciones-, un ambulatorio que los vecinos llevaban más de veinte años reclamando. Hasta entonces solamente existía un centro de Atención Primaria para los más de 32.000 habitantes que tiene el municipio, 7.000 de ellos niños pequeños. Sin embargo, no llegó nuevo personal sanitario para atender a todos estos vecinos, sino que la Consejería de Sanidad decidió repartir a los médicos de familia y los pediatras entre los dos edificios.

“Realmente no se trata de un nuevo centro de salud, sino un consultorio creado con la intención de desdoblar al personal que existía en el centro de salud principal y así reducir la población que asistía a este, o sea, un apagafuegos de demandas”, resume Alejandro, vecino y enfermero que trabajó durante 15 años en el centro de salud cabecera de Navalcarnero. “Sabíamos que algo así era imposible llevarlo a cabo porque el personal sanitario que había en el ambulatorio principal ya era muy escaso en comparación con la carga asistencial. La situación no ha hecho nada más que empeorar desde ese momento”, añade.

 Mar Rubio, doctora de atención primaria desde hace más de veinte años en distintos consultorios que dependen del centro de salud de Navalcarnero, reconoce estar “volviendo a una medicina de ‘cupo’, donde en menos de una jornada de trabajo un solo médico tiene que atender todas las necesidades de una población, sin llegar solventar todas de manera efectiva”. La sanitaria señala que, por ejemplo, el centro de salud de Sevilla la Nueva -pueblo cercano a Navalcarnero y que depende directamente de este- “hay mucho espacio y material nuevo para poder hacer seguimiento a muchas personas con ciertas enfermedades, pero esos espacios están vacíos de personal”. Esta escasez de sanitarios, asegura, “está derivando en una notable falta de tiempo para atender debidamente a vecinos con tratamientos oncológicos y otras enfermedades crónicas”.

Estamos pensando en cambiarnos de centro de salud a uno que tenga pediatra fijo tanto por la mañana como por la tarde aunque eso suponga tener que desplazarnos bastante a menudo

Ni siquiera han hecho falta dos meses para darle la razón a estos sanitarios, y los datos y relatos de vecinos lo reflejan. Según el Foro de Salud de Navalcarnero, asociación creada por los vecinos a consecuencia del agravio sufrido en los últimos años, este enero solamente ha habido diez médicos repartidos a partes iguales entre los dos centros de salud y 1,5 pediatras (uno de ellos en jornada reducida) en el centro de salud principal; en el nuevo, construido en una zona nueva en la que hay más niños, no existe la atención pediátrica. Pero el dato más preocupante es el de las urgencias: en todo el mes de enero solamente ha habido médico un día, cuando lo tendría que haber todas las noches y las 24 horas de los fines de semana.

 Estos números añaden a la localidad como una de las afectadas por tener un “centro de salud caído o crítico” en una lista que publicó el sindicato médico AMYTS el pasado enero en la que presentan los datos de aquellos ambulatorios madrileños que se encuentran en una situación “preocupante” basándose en el personal sanitario con el que cuenta cada uno. Todos ellos están en el cinturón sur de la capital, aunque lo que realmente llama la atención es la población asignada a Navalcarnero: 52.416 habitantes.

Como se señalaba anteriormente, esto se debe a que este municipio coordina y da servicio a pueblos más pequeños de la zona: Sevilla la Nueva, Villamanta, Villamantilla, el Álamo y Villanueva de Perales. Es decir, más de medio millar de personas estuvieron sin asistencia sanitaria de emergencia durante 30 días de enero. Además, esto hace que la ya exigua plantilla se tenga que repartir entre seis municipios, algo que, según los vecinos, hace que estos pueblos tengan “mejor atención sanitaria que Navalcarnero aunque sea este el punto al que deben dirigirse si tienen alguna emergencia”. 

 Además, los datos que aparecen en esta tabla “no son un reflejo claro de la realidad”, según Laura, vecina del pueblo. Las plazas de Medicina de Familia y Comunitaria corresponden tanto a médicos de familia, personal de enfermería y celadores. Cuando un centro de salud o Punto de Atención Continuada (PAC) -los antiguos SAR- tienen una enfermera o un celador, para la Comunidad de Madrid es un centro cubierto. “Esto hace que las estadísticas muestren un número más bajo pero no es algo real, porque los enfermeros pueden resolver determinadas emergencias, pero hay cosas que quedan fuera de sus competencias como recetar un simple antibiótico para una infección urinaria o una faringitis”, relata basándose en sus experiencias personales.

La propia situación está haciendo que los médicos que había se han tenido que pedir la baja por salud mental y que los que pueden venir a trabajar aquí renuncien a hacerlo por la mala fama que está derivando todo esto

Esta joven tiene dos hijos pequeños, uno de ellos con una enfermedad crónica para la que necesita una continuidad en su cuidado y asistencia. En toda la zona básica de Navalcarnero, aunque haya nueve plazas de pediatra asignadas, únicamente cuentan con tres médicos para los más pequeños. “Estamos pensando en cambiarnos de centro de salud a uno que tenga pediatra fijo tanto por la mañana como por la tarde, como a Móstoles o Sevilla la Nueva, aunque eso suponga tener que desplazarnos bastante a menudo. Mi problema ya no es que mi hijo no tenga médico, sino que en este último año le han cambiado más veces de pediatra que los años que tiene y esto, con una enfermedad crónica, no se puede permitir. No debería ser así, pero ya conozco a otros padres del pueblo que han tomado esta decisión”, cuenta Laura.

 Aunque sea fácil recoger estos datos y vivencias sobre otros centros de salud madrileños desde octubre de 2022, momento en el que el gobierno de la Comunidad de Madrid hizo una reestructuración de los servicios sanitarios de la región y despidió miles de sanitarios, la situación de este municipio y los pueblos a los que coordina la atención sanitaria dista de la que se puede encontrar en otros más cercanos al centro de la capital, ya que se encuentran a media hora en coche del hospital más cercano, medio de transporte del que no disponen o pueden usar muchos de sus habitantes. Además, los vecinos aseguran no tener UVI móvil en el municipio, lo que hace que las ambulancias alarguen su llegada, dicen, “durante más de 45 minutos aunque sea una emergencia”.

“Existe un efecto huida entre los médicos, es catastrófico”. Son palabras de José Manuel Jiménez Hijosa, concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Navalcarnero (PSOE), quien analiza la situación en conversación con elDiario.es y señala que “la Atención Primaria en este municipio ha empeorado de forma notable y paulatina en parte porque la propia situación está haciendo que los médicos que había se han tenido que pedir la baja por salud mental y que los que pueden venir a trabajar aquí renuncien a hacerlo por la mala fama que está derivando todo esto”.

 El representante municipal asegura estar llevando a cabo todas las acciones posibles para que la Atención Primaria de Navalcarnero sea un tema a tratar desde el gobierno regional: “Hace un mes tuve una entrevista con la directora del SERMAS -Servicio Madrileño de Salud- para exponerle estos problemas. Se comprometió a cubrir las plazas con los sanitarios desplazados de unos supuestos traslados que ha habido hace poco. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, y doy poco crédito a sus palabras”, objeta Jiménez Hijosa.

La situación es desastrosa, es algo totalmente precarizado. [...] Dos meses después de esta reestructuración ni siquiera tengo médico asignado.

Ante la “desesperanza de un cambio efectivo”, la plataforma feminista Diversas, un grupo de mujeres del pueblo, ha sido la que ha puesto la voz cantante a esta protesta y la que ha llamado a la movilización de la población al encontrarse con experiencias muy duras, como la de Laura y su pequeño: “La situación es desastrosa, es algo totalmente precarizado. Conozco vecinos que este pasado enero han ido al centro de salud con una urgencia y se han encontrado con que no hay médico y se han tenido que ir a Villaviciosa de Odón en plena noche y sin nadie que les pudiese llevar”.

 “Hablar por teléfono con los centros de salud es algo imposible”, prosigue, “y cuando vas a pedir una cita por la APP te encuentras con que hay una demora de entre dos semanas y un mes. De hecho, dos meses después de esta reestructuración ni siquiera tengo médico asignado”, cuenta Mayte, miembro de Diversas. “Aun con todo eso, tenemos muy claro que esto no es culpa de los sanitarios, por eso nos dirigimos directamente a Ayuso”, concluye.

Como acción comunitaria, los vecinos del pueblo han decidido citarse cada sábado en esa plaza para que cada uno de los habitantes de Navalcarnero se anime a firmar una reclamación online que llegue directamente a la Consejería de Sanidad. Además, desde las distintas asociaciones crearán talleres para ayudar a las personas mayores en este proceso digital. “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”, coreaban los vecinos al unísono antes de que el granizo les hiciera resguardarse.