El ocupa de la Real Fábrica de Tapices va a continuar, al menos hasta el martes, en la vivienda sin pagar nada. Livinio Stuyck a no solo ha vivido gratis durante dos décadas en un duplex de casi setecientos metros cuadrados en el interior de Real Fábrica. Tampoco ha asumido los gastos de luz y agua de la vivienda a lo largo de ese tiempo, aseguran a eldiario.es fuentes del patronato de la fundación que es el que asume ese gasto y el Ministerio de Educación y Cultura.
Livinio Stuyck fue el propietario de la Real Fábrica de Tapices hasta 1996, cuando la traspasó a una fundación creada por el Gobierno a finales de ese año por encontrarse al borde de la quiebra. Aunque la empresa ya no le pertenece y todo el edificio es propiedad del Estado desde que se construyó en 1889, Livinio Stuyck nunca ha dejado el inmueble en el que vive con su familia “sin que conste haber recibido pago alguno por el uso privativo del mismo”, se afirma en el burofax que recibió por parte del Ministerio de Educación y Cultura para comunicarle su desahucio.
Un “error de forma” en esta comunicación ha retrasado hasta el próximo martes su desalojo de la Real Fábrica de Tapices tras 20 años viviendo gratis en una de las mejores zonas de la almendra central de Madrid y con todos los gastos pagados. A esto se han acogido los abogados que le han acompañado este jueves, cuando varios representantes del Ministerio de Cultura, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se han personado en el lugar para ejecutar su desalojo, explican desde la fundación.
Este jueves, a mediodía, mientras dos agentes de la Policía Nacional flanqueaban la puerta de la Real Fábrica de Tapices, el subdirector general de Contratación y Gestión Cultural del Ministerio de Educación y Cultura, Ignacio Castillo, junto con la jefa de Servicio de Patrimonio como secretaria del acto, Carmen Blanco, tres miembros más del Ministerio, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento y el administrador gerente de la Real Fábrica, Alejandro Klecker, han indicado a Stuyck que debía abandonar el inmueble, tras haberle sido previamente comunicado a través de burofax hace unos días. Dos abogados han asistido al expropietario de la Real Fábrica, que han comunicado a los presentes que un defecto de forma permite a Stuyck permanecer 48 horas más en la vivienda. Posteriormente, se ha acordado que el desahucio se retrasa hasta el próximo martes 28 de marzo.
20 años de permisividad
Después de que Livinio Stuyck dejara de ser dueño de la Real Fábrica de Tapices hace 20 años, continuó como director cinco años más hasta que fue destituido. La fundación actualmente propietaria de la Real Fábrica que constituyó el Ministerio de Educación y Cultura que dirigía Esperanza Aguirre, la Comunidad de Madrid de Alberto Ruiz Gallardón y el Ayuntamiento de José María Álvarez del Manzano, tras aportar 100 millones de pesetas cada administración en 1996, le dejó en la dirección pese a que la Real Fábrica se rescataba con dinero público por encontrarse con un agujero por impagos que ascendían a 236,5 millones de pesetas. Una deuda consecuencia de la gestión de Livinio Stuyck.
Pero en 2002 su vinculación con la Real Fábrica de Tapices se rompe por completo. Ya no es propietario ni director, pero decide quedarse a vivir gratis en dos plantas del edificio, de unos 350 metros cuadrados cada una. Todos estos años, Stuyck ha contado con la complicidad del Estado -propietario del edificio- y la fundación -dueña de la Real Fábrica- que han pagado hasta sus gastos.
Esta complicidad se ha acabado con la llegada de Manuela Carmena al Ayuntamiento de Madrid, que ha insistido a través de su representación en el patronato de la fundación de la irregularidad. Solo ahora, el Ministerio de Educación y Cultura ha encontrado las razones jurídicas y legales suficientes para solicitarle que abandone la vivienda, unas razones que fueron comunicadas a Stuyck hace unos días y a las que ha tenido acceso eldiario.es.
En el burofax que envía el Ministerio de Íñigo Méndez de Vigo a Livinio Stuyck para informarle del día de su desalojo, la Secretaría de Estado ministerial alega que “no consta la existencia de título jurídico que autorice o justifique la ocupación de los tres pisos utilizados como vivienda”, “sin que tampoco conste haber recibido pago alguno por el uso privativo del mismo”.
El documento también alude a la condición de Bien de Interés Cultural del edificio. El Ministerio le recuerda a Stuyck que por este motivo “la utilización [del edificio] no puede tener carácter vitalicio”. Hace referencia además a la Ley 33/2003 del Patrimonio de Administraciones Públicas y argumenta que desde el 6 de octubre de 1997 el inmueble donde se ubica la Real Fábrica de Tapices “fue afectado por entero y sin diferenciar partes” al Ministerio de Educación y Cultura que, desde entonces, “debe ejercer funciones de vigilancia, protección jurídica, defensa y demás actuaciones para el correcto uso de este bien”. Atendiendo al artículo 65 de esta ley, “la afectación determina la vinculación de los bienes y derechos al uso general o a un servicio público”. El régimen jurídico del inmueble, concluye, es “demanial”, es decir, de dominio público.
Finalmente, el Gobierno se acoge también a una doctrina del Tribunal Constitucional que determina que los bienes del Patrimonio de las Administraciones se “excluyen del tráfico público privado” y el Estado “está obligado a proteger y defender estos bienes y ejercitar las potestades que le confiere la Ley”.