Este sábado por la tarde el colegio Blas de Lezo, en el barrio de Las Tablas en Madrid, celebraba su fiesta de fin de curso. Pero la de este año ha sido diferente: al terminar, alrededor de 130 personas entre padres y alumnos se encerraron en el centro, donde han permanecido hasta la mañana de este domingo.
La acción formaba parte de las movilizaciones de las familias para evitar el cese de su actual director, Javier Montellano, cuyo proyecto educativo califican de “oro”. No opina lo mismo la Consejería, que le ha evaluado con un 4,25 sobre 10 (puntuaciones correspondientes a tres miembros de la Consejería, uno del claustro y otro del consejo escolar). Las protestas comenzaron ya el viernes, cuando cientos de padres y madres de alumnos rodearon la manzana del cole.
“Los niños van motivados a clase. Viven el colegio como una segunda casa. Tanto que mi hija, cuando está mala, nos pregunta que cuándo va a volver”. Habla José María Villalobos, padre de dos alumnos del centro: “Lo que más nos emociona es ver esa ilusión todos los días”.
José María cuenta que su hija, de primero de primaria, conoce a la perfección la vida de Frida Kahlo, porque las clases no se llaman según el curso, sino que tienen el nombre de alguien importante o que tenga algún significado. En infantil, por ejemplo, suelen escoger animales. Pero no es solo eso, “la decoración del colegio cambia en función de los temas que van hablando”. Unos temas que “los alumnos eligen democráticamente en asamblea”, siempre basándose en el programa educativo de la Comunidad, y “sobre los que hacen exposiciones en público”.
Un método “innovador e inclusivo” en el que no hay libros de texto ni deberes de forma oficial, salvo que necesiten refuerzo: “Ninguno hemos visto nada parecido. Yo era de libros y pizarra”, reconoce.
“Estábamos emocionados con este proyecto, ha sido un verdadero milagro”. La opinión de José María, como la de otros padres, es muy diferente a hace cuatro años, cuando se fundó el centro y temían “que iba a ser un terrible desastre”. “Era un verdadero marrón, estaba a construir. Ahora es el mejor colegio del barrio, tiene más solicitudes que plazas. Es un premio, una plaza fácil para cualquier compromiso que tenga la Comunidad”, se sincera. “Que de repente se lo quiten al director que lo ha puesto en marcha para dárselo a alguien a dedo, nos subleva”.
Los padres de los alumnos están convencidos de que se trata de una decisión “arbitraria e interesada” por parte de la Comunidad, que asegura que no es posible la renovación.
“Tiene la nota suspensa y no puede continuar ejerciendo su labor directiva. Esto es un proceso en el que la Administración lo único que hace es regular el formato”. Esa es la versión de la Consejería, en palabras del consejero en funciones, Rafael Van Grieken, recogidas por Europa Press. Según la Consejería, se ha abierto un proceso de entrevistas para seleccionar un nuevo director: “La persona a la que elijan no tendrá que someterse a las pruebas hasta que acabe el plazo por el que la nombran oficialmente”, asegura el presidente del AMPA del cole, José Ramón Ontín en conversación con eldiario.es.
“En la ley no aparece que por haber suspendido, alguien no pueda continuar como director de un centro. El consejo escolar apuesta por la permanencia de Javier”, declara.
El cese se hará efectivo, informan desde el AMPA, el 30 de junio. Hasta entonces van a continuar con las movilizaciones. Piden, aunque sea, que el todavía director sea prorrogado un año y el curso que viene se examine de nuevo: “Nos consta que otro años se ha hecho. Su trayectoria le avala más que a cualquier otra persona, que nos tememos que no tenga interés por no haber presentado ni siquiera candidatura”, clama Ontín.
Esta misma fuente informa a eldiario.es de que este jueves se reunieron con la directora de área territorial, que les pidió “confianza en la Administración”, aunque, aseguran, no les dio pistas sobre si continuará el proyecto de Montellano o no. También que le trasladaron que “es mejor que siga Javier, o, al menos, alguien de su equipo porque, además de que tiene interés en el cole, su proyecto es el que está funcionando ahora mismo”.
“Además le intentamos entregar las casi 3.000 firmas que hemos reunido en change.org y las en torno a 1.700 de familiares de alumnos y trabajadores del centro que forman parte del personal no docente. Pero nos dijo que teníamos que hacerlo por registro, por lo que lo haremos esta semana”, zanja José Ramón Ontín.
A lo largo de la semana continuarán las movilizaciones para tratar de ser escuchados por la Consejería y lograr la prórroga que piden de un año al proyecto de Javier antes de ser sometido de nuevo a evaluación.