“Macho alfa”, “caudillo populista”, “jefe de una trama corrupta”... La imagen del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, desatado contra Pedro Sánchez por su decisión de continuar al frente del Gobierno no extrañó este martes a los concejales de Más Madrid y PSOE. Ambos grupos de la oposición municipal llevan tiempo viendo cómo el regidor y antiguo portavoz del PP aprovecha la más mínima oportunidad para subir los decibelios en sus intervenciones. Almeida se ha instalado en una especie de competición con Isabel Díaz Ayuso para ver quién de los dos atiza más duro al presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez.
El alcalde de Madrid regresó el pasado día 22 de sus 15 días de vacaciones de luna de miel. Dos días después Sánchez publicaba una inesperada carta a la ciudadanía anunciando que suspendía su agenda y se tomaba cinco días para “reflexionar” después de conocer que un juez había abierto una causa por supuesta corrupción contra su esposa, Begoña Gómez. El presidente se quejó del ambiente “tóxico” que se ha adueñado del debate político y se preguntaba si merecía la pena continuar entre tanto “fango”, “mentiras” y “difamaciones” vertidas por “la derecha y la ultraderecha”.
La reacción del alcalde no se hizo esperar. “Este no se va ni con agua caliente”, afirmó, mientras Ayuso tildaba la carta de “infame” e “impresentable”, así como “propia del chavismo”. “Toda España se pregunta en manos de quién estamos. ¿A dónde nos lleva su locura?”, afirmó dirigente madrileña en pleno escándalo por el fraude fiscal confeso de su pareja –destapado por elDiario.es– y las ilegalidades de las obras de los pisos que comparten. “Es un hombre a la deriva”, “busca confundir, embarrar y victimizarse para promover el sentimiento de agravio”, abundó después.
Almeida tuvo que emplearse a fondo y esmerarse los días posteriores para emularla e intentar mejorar su marca. El jueves tan solo añadió que “de la carta” debe escandalizar “cómo ataca al poder judicial: a cualquier juez que se le ocurra hacer algo, aquí tiene la repuesta, cinco días para reflexionar”. Después pidió al PSOE que dejara de organizar “romerías para convencer a su amado líder” ante la manifestaciones de apoyo que su partido había anunciado en Ferraz.
Desde aquel “me gusta la fruta” acuñado por la presidenta regional para ironizar sobre el insulto que profirió desde la tribuna de invitados del Congreso contra Sánchez, al que tildó entre dientes de “hijo puta”, el listón de los improperios de ambos dirigentes del PP no ha hecho más que aumentar. En esa escalada, mientras Almeida mostraba su “respeto” hacia el trabajo de los periodistas, la presidenta regional cargaba también contra los medios de comunicación que considera “afines” al Gobierno, a los que Ayuso acusa de “inventarse” las informaciones sobre su pareja mientras ha estado utilizando a su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, para amenazarles, acusándoles sin pruebas de “acosar a su entorno” e incluso de haber intentado entrar en su domicilio “encapuchados”, algo que nunca ha sucedido.
La decisión de continuar del presidente del Gobierno, anunciada en Moncloa en una solemne comparecencia institucional sin preguntas, desataba este lunes una nueva ola de indignación en la derecha y la ultraderecha contra Sánchez, al que llevan deslegitimando y exigiéndole que se vaya desde que inició la legislatura. “Es una desvergüenza y una broma. Lo único que pretende es el poder sin control”, sentenció Ayuso sin esperar siquiera a la rueda de prensa que iba a dar posteriormente el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo. Después de acusarle de “utilizar las instituciones para perseguir a sus adversarios políticos y entornos”, la presidenta regional afirmó que Sánchez “vive con cuatro palacios, tres de vacaciones, tiene dos Falcon, un puma, mil asesores, 400 en Moncloa, gastos pagados, total impunidad… ¿A dónde iba a ir, a dónde mejor?”, zanjó.
El enfado en su partido ha ido aumentado tras las dos entrevistas que el presidente del Ejecutivo concedió a TVE y a la Cadena Ser en las que Sánchez proponía abrir un debate para explorar entre todos los partidos y los medios de comunicación “medidas de regeneración” encaminadas a luchar “contra la desinformación y la difusión de bulos”, una práctica que muchos dirigentes del PP y Vox, lejos de denostar, alimentan.
Haciendo oídos sordos a esa recomendación, este martes el alcalde de Madrid no tuvo ningún rubor en hacerse eco de uno de los últimos bulos que circulan por las redes: el inexistente viaje del presidente del Gobierno a Doñana en Falcon durante su retiro de estos días para “descansar”. Lo hizo en una exaltada intervención en el bronco pleno del Ayuntamiento de Madrid en el que el regidor madrileño se encaraba con Reyes Maroto y Rita Maestre –que terminó siendo expulsada por el presidente del Pleno, Borja Fanjul– y les espetaba: “Lo que ha hecho Sánchez estos días ha sido reírse de todos ustedes y de todos los españoles, a los que les ha dicho, 'pringaos', que yo me voy este fin de semana a Doñana”.
Poco después Más Madrid, cuyos ediles abandonaron el Pleno en solidaridad con su portavoz, desmontaba la 'noticia' en su perfil de X y acusaba a Almeida de “propagar mentiras”, mientras la ministra Pilar Alegría le recriminaba que se hubiera subido a la “máquina del fango”.
Jaleado por sus concejales, el regidor se lanzaba contra el cuello de Sánchez al que pedía que se marchara después de acusarle de ser el “jefe de una trama corrupta que abarca desde su casa, el Palacio de la Moncloa, y hasta la última terminal del Partido Socialista”. Luego le llamaba “caudillo populista”, “autoritario”, y “macho alfa que en un ejercicio de masculinidad tóxica consiguió el pasado sábado que un coro de plañideras acudieran a Ferraz para, en un ejercicio de histerismos sin precedentes, pedirle desesperadamente con lágrimas en los ojos que por favor se quedara porque no había democracia sin Pedro Sánchez”.
Casi a la misma hora, Ayuso se enfrentaba en el Pleno de la Asamblea de Madrid también al PSOE y Más Madrid. “Las únicas trazas de fascismo sobre las que ustedes viven están en esos manuales de resistencia [nombre del famoso libro de Sánchez] y en esas leyes que están pactando con Bildu desde el 75 para decir que España es una dictadura”. Ayuso redobló su tono y les dijo a los portavoces de la izquierda, Manuela Bergerot y Juan Lobato, que “viven del franquismo, de la guerra, de los bandos, de hacer daño, de dividir a los españoles”.
Según Ayuso, Sánchez “es el fango” que ha utilizado esa estrategia durante años de manera dictatorial. “El escenario es inédito y no tenemos que ceder un pelo ni tener un poco de miedo”, advertía a los suyos mientras el caso de su pareja, Alberto González Amador, está en manos de la Justicia a la espera de su declaración ante el juez del próximo 20 de mayo.