A pocas horas de que comience la sesión de investidura del Ayuntamiento de Madrid, las negociaciones entre Partido Popular y Ciudadanos siguen encalladas por el reparto de poder y los sillones de la Alcaldía. El acuerdo programático “ha ido muy bien”, defendían este jueves desde ambos partidos. Pero el enfado en el PP ha vuelto a hacerse evidente por la nueva propuesta del partido de Rivera 48 horas antes de la votación: alternancia en la Alcaldía entre los candidatos José Luis Martínez Almeida y Begoña Villacís. Desde Génova no han tardado en calificarlo de “ocurrencia personalista”.
Ciudadanos quiere que su candidata sea alcaldesa de Madrid al menos durante dos años, una posibilidad que permite la ley. Es una rebaja con respecto a la propuesta inicial cuando los de Rivera plantearon que el bastón de mando fuera directamente para Villacís. Como en toda negociación, los máximos se van suavizando y esta ha sido la manera de Ciudadanos de seguir apostando por que su candidata acabe gobernando la ciudad tras la primera negativa de los populares: “Almeida o Carmena”, lo resumía este miércoles el líder del partido, Pablo Casado.
“No entendemos cómo la obsesión del señor Martínez-Almeida de sentarse en el Ayuntamiento de Madrid durante cuatro años puede echar por tierra en estos momentos un programa de gobierno que hemos negociado, y que ya le digo yo a ustedes que es un buen programa para los madrileños”, ha defendido el dirigente de Ciudadanos Miguel Gutiérrez que añadía que se trataba de una propuesta “muy generosa” porque mientras su partido ha crecido en las elecciones, el PP se ha dejado 170.000 votos.
Desde el Partido Popular el “no” a esta propuesta ha sido tajante y el escenario de negociación sigue estando en el reparto de sillones. Queda por ver si en las últimas horas el juego de poder permite el acuerdo porque en lo programático “hay muy buena sintonía” y es cuestión de pulir flecos menores, reconocen ambas formaciones.
Vox reclama reuniones a tres
Impuestos, urbanismo, seguridad... Son cuestiones en las que Ciudadanos y Partido Popular coinciden. En cualquier caso, para cuadrar el pacto falta Vox en la ecuación, que más allá de pedir reuniones a tres no ha puesto más condiciones sobre la mesa. Los de Santiago Abascal incluso se abren a esa alternancia en el poder entre Almeida y Villacís si ese encuentro entre las tres formaciones se produce, recoge Europa Press.
Almeida y el candidato de Vox, Javier Ortega Smith, se han reunido este jueves en un encuentro llevado en absoluto secretismo y que ha desvelado la formación de extrema derecha a través de su cuenta de Twitter: “Tras la reunión de esta tarde entre Javier Ortega y Martínez Almeida, se aleja la amenaza de Carmena del Ayuntamiento de Madrid”.
A diferencia de la presión que el partido de extrema derecha está ejerciendo en la Comunidad de Madrid pidiendo consejerías, en el Ayuntamiento de la capital los de Abascal no están siendo tan exigentes. Las reclamaciones de la formación de extrema derecha pasan por una mesa de negociación y no tanto por puestos concretos en el Gobierno municipal. El candidato de Vox al Ayuntamiento, Javier Ortega Smith, defendió que en lo programático no hay apenas diferencias, pese a su polémica propuesta de llevar la semana reivindicativa del Orgullo LGTBI a la Casa de Campo, algo a lo que PP y Ciudadanos se han negado.
“Todos esfuerzos están centrados en lograr un acuerdo con Ciudadanos, Vox no nos preocupa. ¿Cómo explicarían a sus votantes que por su negativa Carmena sigue siendo alcaldesa”?, se muestran confiados desde el PP.
Si no hay un acuerdo in extremis al estilo del vivido este martes en la configuración de la Mesa de la Asamblea, Manuela Carmena puede acabar siendo investida alcaldesa de Madrid por segunda vez el sábado. La ausencia de acuerdo abre la puerta a que Carmena se alce de nuevo como regidora de la capital. La ley electoral establece que si ningún concejal obtiene la mayoría absoluta (29 votos) durante la sesión de investidura fijada para todos los ayuntamientos veinte días después de las elecciones, el cabeza de lista del partido más votado se proclamará automáticamente alcalde de la ciudad (o alcaldesa).
Pero sería un gobierno débil. No solo porque Carmena suma con el PSOE solo 27 de los 29 ediles necesarios para tener mayoría absoluta, sino porque desde el día siguiente a la investidura, cualquier concejal puede presentar una moción de censura contra el nuevo gobierno, según se desprende de la propia ley electoral que no determina ningún plazo mínimo para ello.