La exigencia del PSOE de negociar los presupuestos desde cero indigna a Ahora Madrid

Aunque una prórroga presupuestaria es un mecanismo habitual y perfectamente contemplado por la ley, la de Madrid es inédita porque no se producía desde hace 26 años. Las negociaciones fallidas entre el PSOE y Ahora Madrid se reanudarán a partir de este lunes, pero no parece que la situación vaya a cambiar por el momento, aunque en público se manifieste “voluntad” por ambas partes por que las cuentas salgan adelante.

La discrepancia con la que se sentarán de nuevo a negociar, después de que el 27 de diciembre el PSOE se levantara de la mesa y obligara a Manuela Carmena a prorrogar las cuentas de 2016, parte de un planteamiento confrontado. El grupo municipal socialista pide “empezar desde cero” el presupuesto, una postura que Ahora Madrid tacha de inviable e “injustificable”.

El Gobierno municipal no entiende que si se han aprobado la mayoría de las enmiendas presentadas por los socialistas, se quiera negociar ahora un nuevo presupuesto. El PSOE niega que el Gobierno municipal haya aceptado más del 90% de sus propuestas y critica la rigidez de los presupuestos, “a sabiendas de que necesitaban el apoyo del grupo municipal socialista”.

Empezar un proyecto desde cero supone retrasar las cuentas de 2017 al menos tres meses más, según explican desde Ahora Madrid. Consideran contradictorio que se plantee un cambio en las cuentas si ya se pactaron conjuntamente las dotaciones para cada partida en el Plan Económico Financiero presentado ante el Ministerio de Hacienda en octubre.

“No tiene ninguna lógica reclamar un presupuesto nuevo si se ha aceptado la mayoría de las enmiendas”, apuntan desde el área de Economía y Hacienda a eldiario.es. “La única vía es que se conformen con las negociaciones que tenemos en marcha y aprueben este presupuesto”, añaden.

Tanto Manuela Carmena como su concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, han asegurado en sus diferentes declaraciones a que no existen “razones objetivas” de índole local para que el PSOE no haya apoyado las cuentas. Aunque en público ambos dirigentes no han querido especular sobre los motivos que han llevado al Partido Socialista a rechazar las cuentas, en privado fuentes del Gobierno municipal achacan la decisión de los socialistas a una cuestión interna del partido por la nueva dirección de la gestora.

“Estamos ante una situación en el PSOE a nivel estatal en la que se ha producido un golpe de Estado y parece que la gente intenta recolocarse, de ahí que el grupo municipal se oponga para quizás lanzar un mensaje interno”, apuntan fuentes del Gobierno de Ahora Madrid. “Las minucias que no se les han aprobado no justifican que no hayan salido adelante los presupuestos”, defienden.

Sánchez Mato lanzó este miércoles un mensaje claro a los socialistas: llevarán acabo las políticas que tenían previstas en los presupuestos de 2017 cuenten o no con su apoyo. “Si el presupuesto estuviera aprobado, no tendríamos que dedicar tiempo y esfuerzo a llevar determinadas medidas al Pleno, pero que en todo caso contarían con el apoyo al menos del Grupo Municipal Socialista con toda seguridad, ya que estamos hablando de políticas en las que coincidimos”, defendió el edil ante la prensa. Desde el Gobierno municipal se reiteran: “Vamos a blindar las políticas y a ejecutarlas sin ellos. Y se lo tendrán que explicar a los madrileños”.

La política urbanística es otra de las condiciones para que el PSOE apoye las cuentas de este año. Piden un acuerdo por escrito en el que se garantice que el Gobierno de Carmena va a cambiar sus actuaciones en materia urbanística. La portavoz del grupo socialista, Purificación Causapié, compareció el pasado lunes y fijó esta como una línea roja para blindar su apoyo y acusó a Ahora Madrid de heredar las políticas del PP.

Esta exigencia de los socialistas tiene su trasfondo interno en el seno de Ahora Madrid. Desde el Ayuntamiento se quejan de que esta exigencia nunca estuvo sobre la mesa durante las negociaciones, a pesar de que el PSOE defiende que sí. Además, fuentes del Gobierno municipal aseguran estar “encantados” de recibir estas líneas rojas porque discrepan de las políticas llevadas a cabo por su propio Gobierno, como se demostró cuando se aprobó la demolición del Taller de Artillería.

Lo que ocurre fuera de Madrid

Madrid no es la única ciudad gobernada por las confluencias donde los presupuestos de este año han quedado en el aire. Los socialistas fueron en muchos casos clave para echar al PP de los ayuntamientos, pero las relaciones entre las confluencias y el PSOE se enfrentan a diferentes tensiones en cada territorio.

El Ayuntamiento de Cádiz, dirigido por José María González 'Kichi', es el que más dificultades tiene para aprobar sus cuentas. Las de 2016 salieron adelante en julio y las de 2017 está previsto que se presenten durante los primeros meses del año. Se trata de una paralización de las cuentas que en su momento tendrán que ser respaldadas por los socialistas y Ganemos En Comú.

Ada Colau se someterá a una cuestión de confianza para poder aprobar sus cuentas. La cuestión de confianza, un mecanismo que ha sido utilizado sólo una vez por Convergència en las cuentas de 2014, permitirá a Colau hacerse con sus primeros presupuestos –evitando así una prórroga como la del año pasado– si la oposición no logra un amplio consenso.

Valencia, gobernada conjuntamente por Compromís, el PSOE y Valencia En Comú, vive una realidad completamente diferente. Las cuentas para este año ya fueron aprobadas el 22 de diciembre. En Zaragoza, pese a que los presupuestos aún no están aprobados, se espera que llegue pronto el apoyo de los socialistas y el CHA.