Los vecinos de la calle Olvido de Usera (Madrid) sufren prácticamente cada noche una pesadilla de la que, precisamente, no pueden olvidarse. Porque al despertar por las mañanas, si es que consiguen dormir, saben que en unas horas el calvario de ruidos y aglomeraciones en las puertas de sus casas comenzará de nuevo. “Las molestias llevan así ocho años, aunque es desde enero que un grupo de residentes nos estamos organizando para denunciarlo”, cuanta a este medio Carlos, miembro de la Plataforma de Afectados en la calle Olvido.
El origen de la situación está en cuatro locales de ocio nocturno agolpados en poco más de 50 metros: la sala Olvido 15, la discoteca Mohicano, el salón de Eventos Fénix y High Bar. “Las circunstancias son insoportables: desde basuras continuas de lunes a viernes a ruidos continuos hasta las 5.30 de jueves a domingo por culpa de la música y gente que la lía en la vía pública. La calle parece un baño público”, denuncia Carlos. Apunta también a “peleas” en fiestas que se producen frecuentemente en algunos de estos locales los fines de semana.
“Empezamos denunciándolo en redes sociales. A partir de ahí nos contactaron más vecinos, otras asociaciones y conseguimos hablar con la Junta Municipal del Distrito de Usera”, explica este vecino. Fue el siguiente paso, una vez las llamadas a la Policía Municipal de Madrid se mostraron insuficientes: “Cuando hemos avisado por la noche a los agentes nos dicen que son conscientes de la situación, pero que pueden hacer muy poco”.
Desde la Junta Municipal han mantenido reuniones con los vecinos y los establecimientos. Carlos avanza que, según les han trasladado las autoridades del distrito, “se ha llegado a un acuerdo verbal con los dueños de los locales para que estos tomen medidas”. Sin embargo, las incidencias ya han persistido después de compromisos previos. Antes del verano, los responsables políticos del Ayuntamiento en Usera les comunicaron que incrementarían la presencia policial, pero meses después “el resultado ha sido nulo”.
Pese a ello, Carlos se muestra displicente ante los propietarios y la Junta Municipal, sin bajar la guardia: “Se supone que van a a venir efectivos policiales a ejecutar mediciones de ruido. Queremos darles ese voto de confianza, aunque hace tres fines de semana contabilicé en apenas 20 metros de calle a 125 personas fumando y gritando al lado de las viviendas y la paciencia se va agotando”.
Cuando hemos avisado por la noche a los agentes nos dicen que son conscientes de la situación, pero que pueden hacer muy poco
No es hasta las 6.00, con la apertura del Metro, cuando la calma empieza a llegar poco a poco a sus casas. Hasta entonces, soportan cuchicheos en el mejor de los casos. Chillidos y berreos en los peores. “Cuando los clientes dejan los locales sobre las 5.30, se quedan esperando a ver qué hacen. Es el peor momento y no se puede descansar”, lamenta Carlos.
Mientras tanto desde el área de Seguridad del Ejecutivo que lidera José Luis Martínez-Almeida aseguran en declaraciones a Somos Madrid que la Policía Municipal, a través de la Comisaría Integral del Distrito de Usera, “ya ha venido llevando a cabo diversas intervenciones en los locales de ocio nocturno de la calle Olvido, problemáticos por el ruido posterior al cierre, unas actuaciones efectuadas en coordinación con la Policía Nacional (principal competente en materia de seguridad ciudadana) para atender las quejas existentes e intentar garantizar la convivencia”.
“Después del requerimiento de la plataforma vecinal se han mantenido dos reuniones con la Junta de Distrito: una con la plataforma vecinal (julio) y otra con los representantes de los locales (septiembre), a los que se les ha instado a que velen por la buena convivencia en la zona. La Junta está en permanente contacto con los vecinos para que puedan trasladar sus quejas”, añaden estas fuentes municipales, que apuntan además a “un incremento del patrullaje de la zona (en turnos de mañana, tarde y noche) y las vigilancias del Servicio de Ocio Nocturno para dar solución a las diferentes problemáticas planteadas tanto por los vecinos como por los propietarios de los locales”.
Desde el consistorio recuerdan que “todos estos locales han sido inspeccionados y han recibido sanciones cuando ha sido necesario”, aunque los vecinos consideran estas intervenciones insuficientes y demandan una actuación más decidida tanto por parte del Gobierno de Cibeles como de los propietarios de los establecimientos, que los compromisos que les han trasladado no caigan en el olvido.