Hay luz al final del túnel en el que están metidas las piscinas municipales situadas junto a las Cinto Torres, en el distrito de Fuencarral. El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este jueves un contrato que servirá para reabrirlas y ponerlas en marcha después de tres veranos cerradas por completo en el Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque. Las obras costarán 4,8 millones y supondrán la “primera fase” de unos trabajos más amplios, todavía por concretar.
Las del Vicente del Bosque son las piscinas que llevan más tiempo clausuradas en Madrid. El equipo de Almeida las precintó en 2022 pese a ser la segunda instalación municipal más solicitada de la capital, según los datos del propio consistorio. En aquel año, el último en el que estuvo operativa, se vendieron 132.020 entradas. Y después, el vacío. No abrió en 2022, ni en 2023 y tampoco lo hizo este 2024.
Entre medias, el concejal de distrito del pasado mandato-Javier Ramírez- intentó solucionar la clausura gracias a una empresa que costeara toda la reforma, con vistas a una privatización de las instalaciones. “Iba a invertir 60 millones para los vecinos”, llegó a asegurar en un Pleno. Su propuesta fue desautorizada por el área de Deportes y nunca se llevó a cabo. Pero tampoco se avanzó en el proyecto para reformar los problemas de pérdidas de agua que habían llevado al cierre.
Ante el tercer verano sin piscinas en la zona y ante la llegada del calor, que ha sido especialmente intenso durante los últimos años, el equipo de Almeida ha abierto este año algunos vasos cubiertos para compensar los cierres. En el caso de Vicente del Bosque, se ha suplido con la apertura especial del CDM La Masó (ubicado a dos kilómetros), aunque solo desde el 1 de julio hasta el 14 de agosto.
El proyecto ahora aprobado, que será ejecutado por el Área de Obras y Equipamientos, cuenta con un presupuesto de 4,8 millones de euros y supone la primera fase de la reforma integral de este centro deportivo que el Consistorio va a llevar a cabo a lo largo de este mandato. Los trabajos comenzarán este mes de agosto y está previsto que las piscinas estén operativas la próxima temporada de verano.
Los trabajos que acaba de tramitar el Ayuntamiento comenzarán en agosto y tienen como objetivo la reapertura de las piscinas en verano de 2025 (no se ha especificado fecha). La intervención, que ejecuta el área de Obras y Equipamientos, pretende subsanar los graves problemas de estanqueidad en los vasos de las piscinas y las importantes pérdidas de agua de las canalizaciones de depuración, así como deficiencias estructurales de las galerías perimetrales provocadas por las humedades.
La actuación servirá para sanear el revestimiento de los dos vasos de 50 metros, habilitar una nueva sala de depuración y nuevas galerías perimetrales para el buen funcionamiento de las instalaciones. El proyecto es similar al que se está ejecutando este verano en las piscinas de Peñuelas (Arganzuela), que también cerraron este verano con polémica.
Además, el Ayuntamiento tiene previsto probar un nuevo tipo de suelo antideslizante en las playas de las piscinas y reformar el campo de vóley playa. Para el futuro quedará pendiente el resto de la reforma integral de las instalaciones, que el área de Obras ya advirtió a este periódico que se desarrollaría “por fases”.
El equipo de Almeida pretende cerrar con esta reforma el caso de la piscina maldita del barrio de La Paz, que ha afeado las nuevas aperturas en Barajas y Tetuán, las primeras construidas en la capital desde el año 1992. Los vecinos cruzan los dedos para que no suceda allí lo mismo que pasó en las cercanas piscinas de El Quijote, en Tetuán, donde el cierre por obras se extendió durante tres veranos completos.