La desaparición de los huecos para el arbolado en Madrid es una constante en los últimos meses, pero por vez primera el Ayuntamiento ha puesto cifras a esta actuación. Entre los que se taparon en 2022 y los que se condenarán en 2023, está previsto que sean eliminados 4.162 alcorques en la ciudad.
La dirección general de Conservación de Vías Públicas cerró el año pasado 2.118 alcorques “que no estaban destinados a nuevas plantaciones”, explican en respuesta a una solicitud de la concejala Marta Higueras, edil del Grupo Mixto que ha obtenido la cifra mediante una consulta por Transparencia.
Una gran parte de estos alcorques se encontraban en los distritos de Puente de Vallecas, Villa de Vallecas y Vicálvaro, que acumulan la tercera parte de las anulaciones de huecos para árboles en toda la ciudad. Donde menos se han retirado, de momento, es en Salamanca, Chamberí y Centro.
“Almeida no alicata la ciudad y tala todos sus árboles porque no puede”, ha lamentado Higueras al compartir en redes sociales los datos del “arboricidio”. Luego, a preguntas de Somos Madrid, ha añadido: “Lo hemos visto durante Filomena, con los cierres del Retiro, en las calles de Ponzano o con las mediciones manipuladas de la calidad del aire... hay una clara dejadez y una política de precintar todo lo que tenga que ver con el medioambiente y el disfrute del espacio público”.
La condena de alcorques seguirá a lo largo de este año, ya que según las cifras aportadas por los servicios de Conservación de Pavimentos, para el año 2023 están previstas otras 2.044 clausuras.
El Ayuntamiento de Madrid licitó hace más de un año un contrato para que no quedara ningún alcorque vacío en la ciudad, replantando algunos pero también cerrando otros. Lo adjudicó por 250.000 euros a una UTE formada dos consultoras Tecnigral, S.L. y Dynaqua, S.L, que se encargaron de planificar las plantaciones y también las condenas con la supervisión de técnicos municipales.
Coincidiendo con este contrato, el equipo de Almeida lanzó a principios de año el Plan Alcorques Cero, en el que prometía plantar un árbol en cada uno de los 11.216 huecos vacíos en la ciudad.