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Almeida descarta revertir Zonas de Bajas Emisiones pese a la bajada en los niveles de polución: “No adoptaremos medidas regresivas”

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha celebrado los datos de calidad de aire con los que Madrid cerró 2022. El Ayuntamiento cumplió por primera vez con los límites impuestos por la Unión Europea a las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) que respiran los ciudadanos. Pese a ello, el edil ha descartado que vayan a relajarse las restricciones medioambientales de movilidad o de otro ámbito: “No adoptaremos medidas regresivas ya que están prohibidas por la UE”, ha declarado en respuesta a preguntas de Somos Madrid durante la rueda de prensa en el Palacio de Cibeles en la que ha analizado estas cifras junto al lema “Madrid por fin respira”.

Sin embargo, estas palabras llegan después de que el consistorio retrasase la entrada en vigor de la normativa que prohibía a vehículos con etiqueta medioambiental B acceder a la Zona de Bajas Emisiones de Distrito Centro (como pedía Vox). Una prórroga que no es estrictamente una medida regresiva, ya que la restricción nunca llegó a aplicarse, pero que según denuncian desde grupos medioambientales y la oposición supone un paso atrás en la sostenibilidad de la ciudad. Más Madrid ha llegado a recurrir esta moratoria ante los tribunales.

Madrid ha cumplido el objetivo de calidad atmosférica marcado por Europa con un estrecho margen y pese a que empeoran los números en cuatro estaciones del este de la ciudad. Lo hace gracias a que su punto de medición de Plaza Elíptica no ha superado los 40 microgramos por metro cúbico que las autoridades comunitarias exigen a sus países miembros. Se ha quedado en 39,77 mientras que 2021 alcanzó los 41. Era la única de las 24 estaciones que traspasó el límite en 2020 y 2021, por lo que el Ejecutivo municipal implantó una Zona de Bajas Emisiones específica alrededor de ella (hasta el momento la única que había en la ciudad era la del distrito Centro) con el claro objetivo de revertir la situación.

Pero Almeida ha achacado este logro al “cumplimiento de todos los madrileños” y a “una estrategia integral en toda la ciudad, que no se limita al centro sino que llega a Usera o Carabanchel”. 2022 terminó con un valor medio de NO2 en las estaciones de 28,29 mientras que en 2021 fue de 28,92. Esto supone una bajada de en torno al 2% respecto al año previo.

El líder del Ejecutivo municipal defiende que este logro se ha conseguido por complementar las restricciones a la movilidad con otras medidas, como la renovación de calderas de gasoil y la eliminación de las de carbón. Y todo ello “sin perjudicar la actividad económica”, defiende. Ha aprovechado para atacar la política medioambiental del Gobierno municipal de Manuela Carmena: “Fue un error. Madrid Central solo actuaba sobre la movilidad, con prohibiciones y en el distrito Centro”. Almeida, que no ha hecho ninguna mención a su intento por derogar este sistema de control de las emisiones, ha presumido además de que es la primera vez que el protocolo anticontaminación no ha tenido que aplicarse en ningún momento del año desde su implantación en 2015.

Madrid esquiva la multa europea por contaminación

Al no superar los límites de NO2 marcados por Europa, Madrid evita de momento una sanción económica después de la resolución judicial que condenaba a España por los niveles de contaminación en la capital y en Barcelona. “Esto nos permite que la sentencia no tenga consecuencias gravosas”, ha dicho el alcalde. No obstante, la Comisión Europea todavía puede imponer multas en el futuro si vuelven a incumplirse los estándares marcados.

En este sentido, la portavoz de Más Madrid en la Comisión Permanente Ordinaria de Medio Ambiente y Movilidad, Esther Gómez, recuerda que la UE va a rebajar este año los mínimos de 40 a 20 microgramos de NO2 por metro cúbico, aunque todavía pueden pasar años hasta que se aplique: “Con esos valores solo cumplirían las estaciones de Casa de Campo y El Pardo. Por eso, es importante seguir avanzando en la lucha contra la contaminación y no es buena idea relajar las restricciones”.

Según Gómez, “Madrid no cumple los niveles de la UE gracias a Almeida, sino a pesar de él”. Lo achaca a “medidas tomadas por el Gobierno de Manuela Carmena y un tiempo muy favorable: 18 y 14 días de lluvias en noviembre y diciembre, con mucha inestabilidad atmosférica, viento y sin ningún episodio de anticiclón prolongado”. Arremete además contra uno de los logros de los que más presume el consistorio, el de la Zona de Bajas Emisiones en Plaza Elíptica: “Es una medida cosmética. Intentan alejar un poco los coches más contaminantes de la estación de medición, no los eliminan. Los niveles de contaminación no han mejorado en el barrio ni en el conjunto de la ciudad”.

Posibles actuaciones en las zonas donde empeoran los datos

Cuatro centros de medición registraron en 2022 una mayor concentración de dióxido de nitrógeno respecto a 2021: Vallecas, Ensanche de Vallecas, Arturo Soria y Barajas Pueblo (todas en el este de la ciudad) presentaron alzas de entre uno y dos puntos. Desde el Ayuntamiento se escudan en que las cifras siguen siendo mejores que 2018, año con el que comparan los datos al ser el que Europa toma como referencia para la sentencia que condenó a Madrid por su contaminación.

Pese a esta justificación, Almeida no descartó llevar a cabo acciones puntuales en puntos donde perciban una problemática especialmente acusada, aunque de momento no lleguen a rebasar los límites marcados por Europa como ocurría en Plaza Elíptica: “Actuaremos donde se produzcan determinados datos”, ha dicho, sin entrar en más especificaciones al respecto.