Hubo un tiempo en el que Madrid soñaba con organizar unos Juegos Olímpicos y construir un gran recinto deportivo alrededor del estadio de La Peineta. En esa fantasía que llegó a imaginar Gallardón cabían un gran pabellón con dos enormes piscinas, otro estadio para la gimnasia, un circuito de BMX y un velódromo. La idea de la ciudad por aquel entonces era la de construir un parque olímpico junto a la M-40, conectado por pasarela con la villa olímpica situada al otro lado de la autovía.
De los tres fracasos consecutivos de las candidaturas olímpicas (2012, 2016 y 2020) quedaron varios descampados y un centro acuático a medio hacer, en el que el Ayuntamiento gastó casi 100 millones de euros que nunca recuperará. Este edificio permanece en el olvido pero Almeida ha decidido hacer uso de los descampados: cinco parcelas llenas de tierra y matorrales que suman 264.837 m2 y que se convertirán en lo que el consistorio ha denominado la nueva ciudad del deporte de Madrid.
El anuncio de la operación urbanística lo hizo Almeida en mitad del debate sobre el estado de la ciudad celebrado este martes, en el que apenas esbozó los términos del desarrollo, con muchos puntos todavía por concretar. El gran beneficiado será el Atlético de Madrid, que recibirá tres de las parcelas municipales, con una extensión de 205.203 m2, para construir sobre ellas equipamientos para sus jugadores y la cantera, pero también instalaciones privadas que poco tienen que ver con el fútbol como una escuela de surf.
La cesión de las parcelas será a 75 años, a cambio de que el club rojiblanco ejecute varias obras en el entorno para compensar el regalo municipal. José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la ciudad pero también conocido aficionado atlético, las valoró este martes en 200 millones de euros. Según estas cuentas, la entidad que preside Enrique Cerezo obtendrá la cesión municipal al precio de unos 1.000 €/m2, junto a su estadio y en un lugar mucho mejor ubicado y conectado que su actual ciudad deportiva, situada en Majadahonda.
La parcela más jugosa de la operación es la situada entre el estadio Metropolitano y la M-40. Cuenta con 121.855 m2 y en él el Atlético ha planificado un enorme centro deportivo con numerosas disciplinas. El Ayuntamiento permitirá allí la construcción de hasta 25 pistas de pádel, un rocódromo, una zona para la práctica de skating y jumping y otros deportes. También habrá una escuela de surf, del que no se han dado más detalles pero que podría asemejarse a espacios como la piscina de olas de Honna, en el centro comercial X Madrid.
En esta parcela el Atlético de Madrid podrá construir un pequeño estadio, con capacidad para entre 6.000 y 8.000 espectadores -indicó Almeida- y que sería similar al Miniestadi que el FC Barcelona tiene junto al Camp Nou, utilizado por sus equipos juveniles y, en ocasiones, por la sección femenina del club blaugrana.
Las instalaciones deportivas colchoneras se extenderán a otra parcela municipal situada junto al fracasado centro acuático, donde se ubicará el Centro de Alto Rendimiento (CAR) del Atlético, que constará de seis campos de fútbol donde entrenarán el primer equipo, el filial y los dos formaciones juveniles del club. Se construirá sobre 65.130 metros cuadrados de suelo cedido por el consistorio.
La tercera parcela se encuentra junto a los aparcamientos del Metropolitano, cuenta con de 18.218 m2 de superficie y el Ayuntamiento asegura que permitirá la construcción de “equipamientos comerciales y hoteleros”. Se desconoce por el momento que edificabilidad tendrá y con qué altura podría contar el edificio que se sitúe en este espacio privilegiado, a un paso del estadio y con acceso directo a la M-40. Pese a que la parcela está destinada a uso dotacional deportivo singular según el PGOU, el área de Obras, que ha diseñado la operación a propuesta atlética, indica que se trata de “elementos de usos complementarios y asociados permitidos en el planeamiento”. La operación estará lista para ser firmada “en las próximas semanas”, añaden las mismas fuentes.
Para conseguir estos 205.000 metros cuadrados de suelo público el club rojiblanco está obligado a construir también equipamientos municipales en dos parcelas anexas. En la más grande habrá pista de atletismo con graderío y un campo de fútbol en su centro. En la más pequeña se levantarán cuatro pistas polideportivas cubiertas para la práctica de deportes de equipo como balonmano, fútbol sala, voleibol o bádminton. También se crearán cuatro pistas de pádel descubiertas. Además de estos trabajos, el Atlético se encargará de ejecutar dos accesos a la M-40 desde el barrio de Rejas y una entrada a su vía de servicio.
Pese a la importancia del anuncio efectuado por Almeida, el Atlético de Madrid ha preferido de momento guardar silencio sobre su proyectos. Preguntado por este periódico, sus responsables no dan detalles de momento sobre la propuesta formulada, los objetivos que persigue y las disciplinas deportivas y edificios que incluirá.
Aparcamientos para el Real Madrid y cesión a la Iglesia
La entrega de estas tres parcelas al club de Cerezo no es el primer guiño en forma de cesión pública que hace Almeida al mundo del fútbol en esta legislatura. El área de Movilidad se encuentra redactando los proyectos para permitir al Real Madrid la construcción de dos grandes aparcamientos en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu.
Según los documentos a los que tuvo acceso este periódico, el club que preside Florentino Pérez podrá explotar durante 30 años las 1.667 plazas de los dos parkings. Una operación que podría sumar un montante de 120 millones de beneficios antes de impuestos durante su concesión administrativa para la explotación de servicios. El plan está ya en su fase final, después de que todas las alegaciones presentadas fueran rechazadas.
En el caso de la cesión al Atlético de Madrid, la figura legal será similar a la ya utilizada por el Ayuntamiento para ceder a la Iglesia tres parcelas municipales destinadas a la construcción de varios templos y un monasterio, y otra más que irá a parar a una fundación afín al PP. En estos cuatro casos la explotación será gratuita, también durante 75 años.