Si no es de forma voluntaria, será a la fuerza. El Ayuntamiento de Madrid se ha propuesto hacer desaparecer todos los patinetes de alquiler que operan en la capital y lo está haciendo con multas y su posterior envío al depósito municipal. Durante el fin de semana lo ha hecho con 120 de estos vehículos que las empresas Lime y Dott mantenían en las calles, después de que el viernes se cumpliera el ultimátum para su retirada.
Cada multa por incumplir la Ordenanza de Movilidad se eleva a 1.500 euros, lo que supone que actualmente el Gobierno de Almeida ha impuesto 180.000 euros de sanción a ambas compañías, que han decidido hacer caso omiso a la orden de retirada de sus aparatos. La tercera concesionaria, Tier, sí que ha dejado de operar en la capital.
Tanto Lime como Dott desplegaron sus vehículos en Madrid gracias a haber ganado un concurso municipal en 2023 para desplegar cada una 2.000 patinetes en la ciudad a través de una concesión demanial, por la que no abonaban cantidad alguna al consistorio. El pasado mes de septiembre el área de Movilidad anunció su revocación por incumplimiento de las condiciones pactadas con el consistorio, cosa que al menos Lime niega rotundamente.
Ante la orden de cierre de operaciones, la empresa Lime ha decidido este lunes recurrir judicialmente el decreto que revoca su licencia y ha solicitado a los tribunales poder seguir operando, a través de una medida cautelar. Lime critica “la falta de comunicación del Ayuntamiento con las empresas operadoras” y denuncia que el consistorio “negó la posibilidad de defenderse formalmente antes de hacer efectiva la revocación”, explica en un comunicado.
La empresa no tiene intención de retirar sus patinetes “hasta que un juez lo ordene, respaldándose en la doctrina del Tribunal Supremo y Constitucional que exige evitar perjuicios graves por decisiones administrativas hasta que el juez se pronuncie” y asegura que recurre a la justicia ante la “falta de entendimiento por parte del Ayuntamiento”, a la vez que lamenta su “falta de consideración hacia la perspectiva de las operadoras y de los usuarios de patinetes”.
José Luis Martínez-Almeida anunció a principios de septiembre que revocarían todos los permisos concedidos para los patinetes desplegados por empresas privadas. Este periódico se ha puesto en contacto con Dott, la otra concesionaria que ha decidido desobedecer el decreto municipal, pero hasta el momento la empresa no ha dado explicaciones. Hace un mes, el máximo responsable de la compañía advirtió en declaraciones a Somos Madrid de que acudirá a los tribunales si el consistorio no abre una negociación.