La recaudación por parquímetros en Madrid tocó un nuevo techo en 2023, cuando se alcanzaron unos ingresos de 72.540.397,25 euros, el 5,8% más que en 2022. La expansión del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) al exterior de la M-30 tiene mucho que ver con este aumento, ya que en los dos últimos años se han sumado al sistema varios barrios de Ciudad Lineal, Latina, Carabanchel o, hace unos días, Usera.
La mayoría de lo que ingresa el Ayuntamiento de Madrid por los parquímetros procede de los tickets de los visitantes, que en 2022 era de 58,3 millones y el año pasado alcanzó los 61, según la herramienta municipal de datos abiertos consultada por este periódico. Suponen casi el 85% del total y los pagos son muy desiguales por zonas, como veremos más adelante.
A estas cifras de recaudación hay que añadir lo que cobra el Ayuntamiento de Madrid a los comerciantes por que puedan aparcar con sus furgonetas o turismos en zonas reguladas por los parquímetros. En este caso las cifras municipales no distinguen entre las dos tarifas disponibles (cinco y ocho horas diarias), por lo que para el cálculo del importe total se ha hecho una media entre ambas.
Hasta el pasado diciembre había concedidas 13.792 autorizaciones para aparcar en el Servicio de Estacionamiento Regulado en plazas habilitadas para comerciantes, lo que sumaría 6.512.582 euros anuales de media a la recaudación municipal.
Por último están los residentes, que abonan 24,60 € al año (también pueden optar por la opción mensual, con pagos de 2,05 euros al mes). El pasado 31 de diciembre había 202.892 personas que han pedido en Madrid este permiso anual para su vehículo, por lo que el total de recaudación por esta vía ascendió a 4.991.143,20 euros. Suponen el 6,9% de los ingresos totales del SER, aunque ocupan la mayor cantidad de espacio en las calles de Madrid.
Estos son los datos globales, pero para entender de dónde salen la mayoría de euros que van a las arcas municipales por aparcar en la calle hay que ir al detalle por distritos, o incluso por barrios. Los datos del importe de tickets emitidos muestran que los parquímetros situados en los distritos del norte recaudan mucho más que los del sur y que, entre ellos, el más destacado es Chamartín.
El distrito más adinerado de Madrid es también donde más euros se dejan los visitantes por aparcar en la calle. En concreto casi 12,5 millones en casi todos sus barrios (la parte norte de Castilla no cuenta con zonas azules o verdes), a bastante distancia de Chamberí, el segundo en la lista (8,8 millones) y de Salamanca (8,5 millones).
En el otro lado de la lista se encuentran Centro, Latina y Carabanchel, por ser los distritos donde menos plazas azules se ofrecen.
Por barrios, donde más tickets de aparcamiento se sacan es en El Viso (Chamartín), con más de tres millones de recaudación anual, seguido de Nueva España y de Hispanoamérica, todos en el mismo distrito. Las zonas de Vallehermoso (Chamberí), Cuatro Caminos (Tetuán) y Guindalera (Salamanca) son los siguientes en la lista.
Al final de la lista están las zonas de nueva implantación, más allá de la M-30, y también los barrios del distrito Centro, donde desde la implantación de Madrid Central desapareció la zona azul y solo es posible aparcar en zona verde, a mayor coste y durante menos tiempo.
El Servicio de Estacionamiento Regulado de Madrid funciona a través de zonas azules (visitantes), verdes (residentes) y naranjas (comerciantes) en determinadas zonas de la ciudad con alta demanda de aparcamiento en la calle. Tanto residentes como comerciantes pueden obtener abonos para usar sus plazas, mientras que los visitantes han de abonar un coste, bonificada en función de las emisiones contaminantes de su vehículo.
El área de Movilidad emprendió hace tres años una política de ampliación del SER a barrios periféricos, situados más allá de la M-30, donde los vecinos alertaban de las dificultades para encontrar aparcamiento por el “efecto frontera”, el que tiene lugar cuando conductores de otras zonas de la ciudad intentan aparcar lo más cerca posible de las áreas reguladas por parquímetros.
La última ampliación del SER tuvo lugar hace diez días en Usera. La mayor parte del barrio de Moscardó entró al sistema después de que sus residentes dieran luz verde a la propuesta municipal de que los aparcamientos de sus calles fueran reguladas por parquímetros. El mes de diciembre, otros dos barrios de este distrito del sur (Almendrales y Pradolongo), verán cómo se encienden los parquímetros después de haber seguido el mismo proceso.