La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid ha aprobado este jueves el nuevo Plan Especial para el frontón Beti-Jai, conocido como la capilla sixtina de la pelota vasca, por el que podrá ser cubierto y ampliar sus usos al ámbito cultural y educativo además del deportivo. También permitirá un 10% de edificabilidad adicional bajo su suelo.
Este nuevo plan amplía los usos asociados y alternativos, incorporando el de equipamiento en sus categorías de cultural y educativo como uso alternativo, en coexistencia con el actual uso deportivo. Además, el consistorio asegura que el plan corrige las deficiencias del anterior, aprobado en 2017 y anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en noviembre de 2018 al no existir los informes preceptivos de viabilidad económica, por ser aprobado sin estudio de impacto acústico y por no haber añadido un informe de impacto de género.
El equipo de Almeida considera que se podrá autorizar el cubrimiento del patio y de la cancha de juego en las condiciones previstas en las Normas Urbanísticas, de modo que la superficie cubierta no compute a efectos de edificabilidad. Siempre que se ajuste a lo establecido, la cubierta será traslúcida, ligera y disociada de la edificación, explica en nota de prensa.
Además se incluye un 10% de incremento sobre la edificabilidad existente que se podrá autorizar bajo la cancha de juego. Sin embargo, no se podrá autorizar la alteración de la envolvente del edificio. El Ayuntamiento defiende que la declaración como BIC (Bien de interés Cultural) del espacio cita como uso característico el deportivo, si bien se estima que podría albergar otros usos siempre que se respeten los valores fundamentales que definen el inmueble. Su incorporación debe ser compatible con los criterios de intervención descritos en el Decreto de declaración, entendiendo como tales la comprensión de su configuración espacial, los materiales y sistemas constructivos originales y la decoración propia de cada una de sus partes.
El plan especial -asegura el consistorio- no afecta a los valores que motivaron la declaración del inmueble como BIC, ya que desde el espacio interior se puede seguir apreciando el tratamiento de fachada urbana, creando la percepción de plaza pública. Después de esta aprobación inicial, el Plan se someterá al correspondiente periodo de información pública y de alegaciones antes de su posible aprobación definitiva.
El edificio, en la calle Marqués de Riscal, ocupa el centro de una manzana, rodeada de viviendas, y tiene una superficie construida de 4.579,94 m2. Aunque se ejecutaron para recuperar este inmueble y salvarlo de la ruina, actualmente se encuentra en desuso, debido en gran parte a las limitaciones que acarrea su condición exclusiva como uso dotacional deportivo, afirma el Ayuntamiento. El pasado invierno aparecieron en su fachada e instalaciones algunos desconchones por la falta de mantenimiento. El objetivo es “poner en valor este edificio singular y permitir que, definitivamente, entre en funcionamiento y lo disfruten los ciudadanos”.