El altar de muertos más grande de Madrid, explicado escalón a escalón

La Casa de México cumple un año abierta en Madrid y retoma en octubre una de las muestras que más ha impactado durante estos primeros doce meses de vida: la catrina gigante y el espectacular altar de muertos con el que celebra una de las fiestas mexicanas más características.

Desde el pasado 16 de octubre y hasta el 10 de noviembre, un gigantesco esqueleto ocupa las escaleras principales de subida al edificio situado en la calle Alberto Aguilera. Los escalones se convierten durante estos días en un altar de 13 alturas en el que se representa la visión de la vida y la muerte que tienen los mexicanos, con decenas de elementos que explican muchos aspectos de su cultura y que se utilizan para ponerlos en relación con la fiesta del Día de Muertos. Estos son los más significativos:

Homenaje al difunto

Suelen colocarse fotografías de los fallecidos a los que hace homenaje el altar. En el caso de la Casa de México, este año se muestran las imágenes de personajes y artistas muy queridos en el país, como el cantante José José o el español Camilo Sesto.

Calaveras dulces

Elaboradas con azúcar, chocolate o amaranto. Adornadas con vivos colores, se colocan nombres de la familia en la frente y después, durante la fiesta, cada persona se come su propia calavera.

El Xoloitzcuintle

Es la raza del perro que representa al dios Xólotl y que ayuda a cruzar hasta el Mictlán (el inframundo en culturas precolombinas) a través de un río por el que incialmente navegan las almas.

La catrina

Imprescindible en cualquier altar, se trata de un personaje creado por el grabador José Gualupe Posada y al que el pintor Diego Rivera dio forma. La de la Casa de México tiene unas enormes dimensiones, pero manteniendo la dura crítica de la sociedad planteada por sus creadores, con vestidos pomposos al estilo europeo del XIX que querían llevar las clases más pobres, pese a no contar con dinero casi ni para comer.

La catrina gigante que preside el altar de Madrid lleva al cuello una serpiente emplumada, el dios Quetzalcoatl de los mayas que podía transitar por el cielo, la tierra y el inframundo. También fuma un pomposo puro en actitud festiva e irónica.

Pan de muertos y otros alimentos

Tiene forma redonda y simula un cráneo en el centro, con los huesos alrededor. También puede tener forma de cuerpo completo.

Los altares de muertos suelen tener frutas y verduras de temporada (mandarinas, calabazas, maíz), que se acompañan de platos que al difunto homenajeado le gustaba comer, como el mole (chocolate con chile y otros ingredientes).

Bebidas: agua, mezcal y tequila

Dos de las bebidas alcohólicas más famosas de México, el mezcal y el tequila, suelen encontrar acomodo en cualquier altar de muertos, además de el agua para no tener sed en el tránsito hacia el mundo de los vivos.

Velas y candelabros

Simbolizan la espiritualidad y la luz que emana. En la casa de México hay velas blancas y también candelabros espectaculares procedentes de Oaxaca, elaborados con barro oscuro ahumado y luego bruñido o barnizado.

Flor de cempasúchil y papel picado

Flor de veinte pétalos con la que se decora la casa, a veces fresca y otras veces en papel. En la Casa de México se mezclan las de color naranja (el que tienen en la naturaleza) con las moradas, para resaltar el contraste entre la vida y la muerte que preside todo el altar.

El papel picado lo rodea y se emplea para decorar los altares y las casas durante el Día de Muertos, formando dibujos.

Cruz con sal (o cal)

Simboliza los cuatro puntos cardinales y también la purificación del espíritu y del ambiente.

Alebrijes

Seres mágicos y coloridos compuestos por partes de otros animales que rodean el altar y sirven de guía y como protección para el difunto.

Todos estos elementos son colocados tradicionalmente en las casas mexicanas el día 1 de noviembre para la celebración del Día de Muertos el 2 de noviembre, con actividades infantiles la jornada anterior para hacer partícipes del festejo a los más pequeños.

En la Casa de México, el altar se muestra durante todo su tiempo de apertura al público y además se explica en tres sesiones comentadas diarias de lunes a sábado a las 13:00, 17:30 o 19:00 horas y los domingos a las 13:00.