“No sabemos que ha pasado, discúlpenos pero no sabemos...”. Estas fueron las palabras que afirma escuchó Maxi, el marido de Celia Trillo, del personal del Hospital de la Luz, antes de comunicarle su fallecimiento. Poco antes la había acompañado a este centro hospitalario privado del barrio de Vallehermoso, para que le practicaran una resonancia magnética. Celia fue sedada, porque sufría mucho con este tipo de pruebas, según publica este miércoles el diario El Mundo. Y sufrió un paro cardíaco dentro del mismo tubo en el que le estaban reconociendo.
Los hechos ocurrieron el 19 de abril de 2017, por la noche. La familia, que ha denunciado al anestesista del hospital por negligencia médica, afirma que el centro no le practicó a la paciente la monitorización adecuada, y que solo intentó reanimarla cuando sus pulsaciones bajaron a 20 latidos por minuto. También se quejan de que no se contaron con medios para una reanimación correcta, y que fue practicada sobre la propia camilla donde se estaba haciendo el TAC.
La denuncia por estos hechos se tramita actualmente en el juzgado de instrucción número 47 de Madrid. El Hospital de la Luz, que pertenece al grupo Quirón Salud, ha declinado hacer declaraciones sobre el suceso y afirma a El Mundo que no le consta aún ninguna denuncia por estos hechos.
Más información:
- Lee la noticia completa en El Mundo: Muere al ser sedada para una resonancia magnética