Un año más Madrid fue testigo de una de las manifestaciones reivindicativas más multitudinarias del país: la del Orgullo LGTB, que llenó el centro de la ciudad con su provocadora marea multicolor bajo el lema “Nos manifestamos por quienes no pueden”. Diferentes colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB) de todas España se dieron cita en la Glorieta de Atocha a las 18:30 horas de ayer sábado para marchar hasta la plaza de Colón, donde se instaló un escenario que amenizó con música la espera de la llegada de pancartas y carrozas.
En la pancarta de cabecera la diputada socialista Carla Antonelli recordaba la importancia de seguir luchando por los derechos de las personas LGTB y se mostraba indignada por las declaraciones de la delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, que, aunque reconoce que la protesta tiene una connotación reivindicativa, ha afirmado que «en el derecho de reunión no entra una manifestación con carrozas».
En el centro de las críticas el Ayuntamiento de Madrid y su alcaldesa, Ana Botella, a los que los manifestantes acusan de intentar 'silenciar' esta fiesta. Por ello, a su paso por la sede del consistorio en Cibeles, los manifestantes pidieron su dimisión al grito de «Botella dimisión», «Esa Botella, al contenedor» y «Orgullo, sí: Botella, no».
Las actividades programadas fueron, como ediciones anteriores, una mezcla de activismo (con el discurso de las presidentas de FELGTB y COGAM, la lectura colectiva del manifiesto y el visionado del vídeo-manifiesto) y entretenimiento (con las actuaciones musicales de Top Líder, Dj Amatria Disuelve, Mr. Marshall, Que Trabaje Rita, Verbena Warriors y Eme DJ, de las que los asistentes pudieron disfrutar hasta bien entrada la madrugada).