Asociaciones de hosteleros y asociaciones de vecinos de Centro chocan ante el plan de los primeros de que el Ayuntamiento de Madrid autorice a colocar más terrazas de bares y a ampliar las ya existentes en las calles de la ciudad como medida temporal que ayudaría a que la hostelería tratara de superar la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus y que está golpeando duro a este sector, cerrado desde el pasado 14 de marzo y que, seguramente, será uno de los últimos que pueda reabrir cuando se inicie la desescalada del estado de alarma.
La Coordinadora de Asociaciones de Vecinos Madrid Centro, de la que la Asociación de Vecinos Chueca es miembro destacado, no ha querido esperar a que haya una respuesta oficial por parte del Consistorio a los hosteleros y este jueves manifestó, en un comunicado, su clara oposición a que “las calles de nuestros barrios se conviertan en bares al aire libre”, al tiempo que denuncia “presiones de los empresarios de hostelería”.
“Nos parece una frivolidad que, estando aún sumidos en la tragedia de la pandemia, se plantee una vuelta a una situación de cierta normalidad de actividades que suponen un altísimo riesgo para su propagación. Señores hosteleros: es obvio que esta pandemia afectará a sus negocios, como también a otros millones de otros sectores de nuestra ciudad y nuestro país, así como a la mayoría de nuestras economías familiares. Pero eso no les da derecho a disponer de nuestro espacio público ni de nuestra salud, la cual parecen tener, ustedes y algunos políticos del ayuntamiento de Madrid, en tan poca estima”, indican desde la coordinadora.
Las asociaciones vecinales recuerdan que en Madrid existe una legislación contra el ruido “que protege el derecho fundamental a tener una vida saludable en nuestras viviendas” y tachan de “insolidario” el simple hecho de que los hosteleros se planteen la ampliación de las terrazas como medida transitoria a la que agarrarse en su intento de retomar el vuelo de sus negocios. “Sepan ustedes y los políticos y funcionarios de nuestro ayuntamiento que no vamos a renunciar a nuestros derechos ni a nuestra salud; y que acudiremos a las instituciones que haga falta a pedir amparo y cualquier tipo de responsabilidades, incluidas las penales”, advierten los vecinos.
“Diluir las actividades hosteleras”
“Diluir las actividades hosteleras”
Las asociaciones vecinales ven en esta crisis una oportunidad para que el Ayuntamiento apueste por “la dispersión espacial de las actividades” hosteleras, frente “al actual modelo de concentración de las mismas en un solo distrito”. De este modo, creen que será necesario “diluir las actividades hosteleras y la concentración de personas que generan a lo largo de toda la trama urbana y, en el caso concreto de las terrazas, situarlas en espacios públicos amplios y abiertos, más óptimos para guardar las distancias de seguridad entre usuarios y empleados, y a estos con los peatones, los residentes y el resto de actividades”.
“Para salir de esta crisis el apoyo al pequeño comercio y a la hostelería será fundamental, pero no permitiendo el hacinamiento, la concentración y la reducción de distancias como los hosteleros reclaman”, concluye la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos Madrid Centro.
19.135 pymes hosteleras en peligro
19.135 pymes hosteleras en peligro
Desde la asociación Hostelería Madrid estiman que las las 19.135 pymes del sector existentes en el municipio verán caer su facturación, como mínimo, un 43% en el global de 2020 y piden al Ayuntamiento medidas para suavizar este impacto económico ocasionado por el coronavirus.
Sin fecha aún para la reapertura de los negocios de hostelería ni un plan claro sobre cómo será esa vuelta, lo que sí que está en mente de todo el mundo es que deberá hacerse reduciendo aforos y ampliando las distancias físicas entre clientes, por lo que las asociaciones hosteleras consideran que los espacios exteriores serán fundamentales para favorecer la recuperación de sus locales.
Según Hostelería Madrid, hay 5.323 terrazas autorizadas en Madrid, pero quedarían otros 13.800 locales sin ellas, para los que, de forma temporal, solicitan la colocación de zonas de consumo exterior en aquellos negocios que lo admitan.
Otras asociaciones hosteleras tienen también otras propuestas, si bien todas pasan por contar de forma excepcional con terrazas. Los hosteleros de Malasaña (AHM), por ejemplo, apuntan hacia la posibilidad de cerrar al tráfico ciertas calles a partir de determinada hora para colocar en ellas espacios exteriores de consumo, tal y como se hace con normalidad en algunas ciudades europeas.
Por el momento, el ayuntamiento ha eximido a los hosteleros de pagar la tasa de terrazas durante el estado de alarma y prepara una exención parcial de impuestos tanto en el IBI como en el de Actividades Económicas. El sector, que también se ha podido acoger a otras medidas estatales de ayuda, cree necesitar más. La AHM, por ejemplo, insiste en que, aunque se está pensando en qué hacer cuando el Gobierno permita volver operar a los bares y restaurantes, la situación actual es tan grave que muchos no saben ni siquiera si podrán volver a levantar la persiana, agobiados como están con el pago de alquileres y de nóminas.
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