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La Iglesia pide construir varias torres, parking y cafetería en la parcela de 4,6 millones que Almeida le cede gratis en Hortaleza

Diego Casado

Madrid —
14 de abril de 2024 22:25 h

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El Arzobispado de Madrid quiere levantar mucho más que un templo en la parcela que el Ayuntamiento de Madrid tiene previsto entregarle sin coste en Valdebebas (Hortaleza) durante los próximos 75 años. Los terrenos son tan grandes que cabría dentro la Catedral de la Almudena, pero la Iglesia no va a levantar allí solo un espacio para el culto sino que además plantea un proyecto con varios sótanos, dos torres y numerosas dotaciones que nada tiene que ver con lo religioso. La oposición lo llama el minivaticano.

Los planes los desveló la Iglesia a principios de marzo, cuando los técnicos municipales abrieron su propuesta de construcciones para la parcela, la única que llegó a las dependencias municipales en un concurso hecho a medida para que el Arzobispado se llevara la parcela que la propia institución reclamó al consistorio hace un año. En el sobre aparecía un largo listado de construcciones añadidas al templo para el que, en principio, se había pedido la parcela.

El Arzobispado planteaba un templo con dos sótanos, al que se anexarían varias torres de hasta cinco alturas y pistas deportivas. Bajo el templo se proponía construir una especie de auditorio “a doble altura”, camerinos, back stage y hasta una cafetería. También aseos, una zona de recepción y de almacén. En en segundo sótano preveía meter despachos y en la primera planta, encima del templo, varias salas de usos múltiples, según detalles del proyecto a los que ha accedido Somos Madrid (aquí, una galería de sus elementos destacados).

En las torres, la Iglesia quiere dedicar su primer sótano a 90 plazas de aparcamiento, mientras que en el resto de plantas quiere montar instalaciones para actividades formativas, con aulas, salas de usos múltiples, un claustro, aseos y hasta una cocina, según la documentación sobre el proyecto a la que ha tenido acceso este periódico. Aunque lo que ha acabado resultando más polémico para el Ayuntamiento es la referencia a una “escuela infantil pública”.

Los funcionarios municipales no pusieron pegas a casi ninguno de los espacios, pero llamó la atención sobre la cafetería y la escuela infantil. La mesa de licitación recordó que, según la normativa, al tratarse de una cesión gratuita, las actividades propuestas no podían incluir “una utilidad económica para el concesionario o, aun existiendo dicha utilidad, la utilización o aprovechamiento entraña condiciones o contraprestaciones para el beneficiario que anulen o hagan irrelevante aquélla”.

Tres requerimientos y una renuncia

El Ayuntamiento pidió explicaciones al Arzobispado sobre la escuela infantil y le dio tres días para contestar. Una semana después daba por satisfechas las explicaciones sobre la cafetería, pero afeaba a la Iglesia no haber contestado a sus preguntas sobre el centro educativo, en cuanto a las actividades que se iban a desarrollar en esos espacios. Así que volvió a dar un segundo plazo de tres días para recibir una nueva contestación.

Pero las explicaciones siguieron sin convencer a la mesa de licitación, que el 18 de marzo se veía obligada a recordar a la Iglesia que “la concesión se otorga para que el adjudicatario lleve a cabo la construcción de un centro de culto a fin de desarrollar servicios de asistencia religiosa a la población, así como otros servicios sociales, culturales, y educativos que estén vinculados con la actividad pastoral”. Y no consideraban que la escuela infantil estuviera entre ellos. De nuevo, se dio un plazo de tres días para una última contestación. Era la tercera vez que se permitía.

Una semana después y en plena Semana Santa, llegaba la renuncia: “A la vista de dicha aclaración solicitada, el Arzobispado de Madrid desiste de la actividad propuesta de escuela infantil”, reza el acta fechada el 26 de marzo, a la que ha tenido acceso este periódico. Es el último documento municipal relacionado con la licitación que ha sido publicado.

Los terrenos que serán entregados a la Iglesia tienen una extensión de 6.083,12 metros cuadrados y una edificabilidad de 8.516,36 m2. Como máximo, la altura de sus construcciones puede llegar a los 15 metros, aunque los pliegos de la licitación no hablan de cuántos sótanos pueden llegar a horadarse. El valor de la parcela es de 4.691.428,67 euros, según los datos municipales. Inicialmente iban a acoger un centro cultural del Ayuntamiento, dentro del plan de equipamientos Madrid Capital 21, pero tres semanas después de la petición de la Iglesia el consistorio anunció que el centro cultural cambiaba de ubicación a una parcela más pequeña: sería construido en el número 34 de la calle Jordi Solé Tura, en un espacio de unos 5.000 metros cuadrados.

Al presentarse al concurso, el Arzobispado tuvo que firmar un documento en el que aseguraba que sus actividades previstas “no llevaban aparejada una utilidad económica para el concesionario”, algo que prohíbe el artículo 93.4 de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas en casos como este, en el que la parcela se obtiene gratis.

Cinco cesiones de Almeida a la Iglesia Católica

Con este proyecto y el que recientemente avanzó Somos Madrid en El Cañaveral, van cinco parcelas cedidas gratis a la Iglesia por el equipo de Almeida. Las tres anteriores fueron adjudicadas en 2022, con el objetivo de construir templos en Aravaca y Ensanche de Vallecas, iniciados por el Arzobispado de Madrid, y un monasterio en Almendrales (Usera) para las monjas dominicas. En total, estos tres terrenos tenían un valor conjunto de 757.304,95 euros y 8.800 metros cuadrados.

Con la nueva legislatura de mayoría absoluta para el PP el Ayuntamiento ha subido tanto la superficie como la valoración de las cesiones pedidas por la Iglesia católica. A la parcela pública de 4,6 millones en Valdebebas se le suman los 2,1 de El Cañaveral. Ambos terrenos serán enajenados para el uso privado religioso hasta el año 2099.