La portada de mañana
Acceder
El aval del PPE a la ofensiva contra Ribera aboca a la UE a una crisis sin precedentes
Sánchez impone al PSOE evitar el cálculo partidista en la crisis valenciana
OPINIÓN | El extraño caso del doctor Óscar y el señor Puente, por Enric González

El Ayuntamiento arrasa sin previo aviso el huerto vecinal de la plaza de Lavapiés

El pequeño huerto y jardín vecinal Gloria Fuertes, que desde el pasado mes de abril mantenían vecinos de Lavapiés en un parterre de la plaza del mismo nombre, sobrevivió a la muchedumbre que disfrutó en la zona de las recientes fiestas de agosto pero no lo ha hecho al inicio del curso político madrileño y esta mañana ha sido arrasado, sin previo aviso, por operarios municipales del departamento de Zonas Verdes, que procedieron a eliminarlo, sobre las 9 horas, bajo la atenta mirada de un puñado de agentes de policía.

Quienes mantenían este espacio, reunidos en un grupo denominado Replantamos plaza Lavapiés, pidieron oficialmente hace unas semanas al distrito Centro poner una valla de protección alrededor del parterre en previsión de que el público que se esperaba acudiera a los actos de celebración de las fiestas de San Lorenzo pudiera dañarlo. El Consistorio no atendió a sus demandas pero, afortunadamente, el huerto, en plena producción de tomates y berenjenas, entre otros plantas y flores, salió bastante bien parado de los festejos.

Lo que no se esperaban entonces estos vecinos que acudieron a la Junta Municipal de Centro en busca de protección para su huerto es que serían a quienes solicitaron amparo los que acabarían con él, máxime cuando relatan que jamás hubo ningún aviso al respecto por parte de las autoridades municipales, ninguna queja; nada que pudiera prevenirles sobre lo ocurrido esta mañana. La sorpresa ha sido mayúscula.

“Se había ocupado una zona ajardinada”

A preguntas de Somos Lavapiés, las explicaciones ofrecidas por el departamento de prensa del distrito sobre por qué se ha acabado con esta iniciativa vecinal de la manera en la que se ha hecho han sido breves y, como viene siendo habitual, sin posibilidad de ahondar más en las mismas: “Se había ocupado una zona ajardinada para hacer un huerto, algo que no está permitido. No es un espacio autorizado para huerto urbano, tampoco en el mandato anterior”.

La respuesta oficial añade: “El Ayuntamiento ha comunicado a la entidad que lo utilizaba el listado de huertos urbanos existentes en la zona”. Si bien, desde Replantando plaza Lavapiés aseguran que no han recibido ningún mensaje ni han mantenido comunicación alguna con el Consistorio.

Sobre de quién habría partido la orden de acabar con este espacio vecinal autogestionado, alrededor del cual se movía regularmente una grupo estable más de 30 personas y que se había ganado el respeto de los usuarios de la zona (no es fácil muchas veces que iniciativas como ésta sobrevivan en un entorno tan concurrido), desde el departamento de prensa no se ha sabido informar, limitándose a identificar al brazo ejecutor de la acción: operarios de la dirección general de Zonas Verdes del área de gobierno de Medio Ambiente, que son los responsables de la limpieza de este tipo de espacios.

Seguramente, para obtener más información al respecto habrá que esperar unos días a que se celebre el próximo pleno de la Junta Municipal del distrito Centro, donde grupos políticos como Ahora Madrid ya han dicho que llevarán el tema.

Más Madrid, PSOE y Podemos condenan la destrucción del huerto

Reaccionando a la destrucción de este espacio verde, en declaraciones a este periódico, el concejal de Más Madrid y ex responsable del distrito Jorge García Castaño declaraba lo siguiente: “Los jardines de la plaza de Lavapiés llevan años sin plantas. Ante la falta de atención del Ayuntamiento, hace medio año un grupo de vecinos decidió plantar un pequeño huerto y cuidar la plaza y volvió a tener vida. Es absolutamente incomprensible que el Ayuntamiento haya destruido el jardín sin avisar para volver a no plantar nada. No solo es una falta de respeto a los vecinos que lo cuidaban, es una falta de respeto al barrio y a la ciudad que necesita más plantas y más zonas verdes. El gobierno de Almeida en lugar de plantar se dedica a destruir. Cada día tenemos una ciudad más gris y asfaltada”.

Del mismo modo, el grupo municipal del PSOE, a través de su portavoz en el distrito, Mónica Fuentes, ha dicho lo siguiente: “Consideramos una indignidad que un ayuntamiento ataque iniciativas vecinales que sólo buscan mejorar la vida de los vecinos/as. Asistimos al enésimo ataque del ayuntamiento a las iniciativas vecinales del barrio de Lavapiés. Iniciativas vecinales que, como el huerto Gloria Fuertes, son pioneras y sólo aportan beneficios sociales y ambientales a los vecinos/as, a través del reverdecimiento de nuestro espacio público, y la implicación social en su cuidado. Nuestro barrio está lleno de plazas duras que parece que son las únicas que le gustan a este equipo de gobierno, espacios de cemento,, con escasas zonas verdes, poco vivibles, en las que se aumenta el efecto isla de calor con el que tanto hemos sufrido este verano. Entendemos que la labor del ayuntamiento debe ser estar al lado de los vecinos, entender sus necesidades en el espacio público, dialogar, acoger y potenciar iniciativas vecinales como el huerto Gloria Fuertes. Almeida, a diferencia del resto de ciudades europeas es el único alcalde que da pasos atrás en sostenibilidad y cuidado de nuestro entorno”.

Por su parte, desde Podemos Madrid y el Círculo de Centro, su portavoz Luis Nieto también ha condenado la acción del gobierno municipal, recordando que el parterre en cuestión “llevaba dos años y medio” yermo antes de que un grupo de vecinos decidiera llenarlo de vida: “Nuestro apoyo a las iniciativas vecinales de autogestión que como esta mejoran el barrio y crean comunidad. Por ello, exigimos responsabilidades, comenzando por la persona del concejal presidente, José Fernández Sánchez. Es un desprecio a todos los vecinos y vecinas del distrito Centro y, especialmente, a los habitantes de Embajadores-Lavapiés, que se cristaliza con este ataque directo a las iniciativas constructivas que hacen barrio y comunidad”.

El ruido generado, ¿su sentencia de muerte?

Tal y como hemos apuntado, sobre el huerto vecinal sus responsables no habían mantenido comunicación directa alguna con el Ayuntamiento, según Carlos Marques, principal impulsor de la iniciativa junto a Mateo Peluzzo.

Ninguna advertencia sobre lo que le parecía o dejaba de parecer, ni sobre si podían o no continuar con una acción que si en algo perjudicaba al Consistorio era por el hecho de hacer ver cómo en muy poco tiempo y con muy pocos medios un espacio que tenía abandonado se podía transformar para bien.

Quizá hacer pública esa inacción -y entramos aquí en el terreno de la especulación que lanzan distintas fuentes consultadas-, que alcanzó cierto eco en redes sociales y en algunos medios de comunicación en un agosto siempre falto de noticias, cuando se afeó al distrito Centro el haber rechazado la petición que desde Replantamos plaza Lavapiés se formuló para proteger el jardín durante las fiestas, fue lo que dio pie a su sentencia de muerte.

Durante aquella pequeña polémica en redes sociales, una asesora del concejal de Centro, Margot Lozano, entró al trapo diciendo: “Ese huerto no está dentro de la red de huertos urbanos, tal y como está es un peligro”, alertando sobre las condiciones higiénico-sanitarias“ del mismo sin aclarar a qué se refería con ello.

Personas vinculadas a la iniciativa aclaran que se llama huerto como se podía llamar jardín y que, en cualquier caso, de lo que se trataba era de un contenedor de plantas y, sobre todo, un generador de encuentros entre vecinos... “El objetivo no es producir verduras y hortalizas, igual que nadie se iba a comer el girasol que estaba plantado o uno de los ejemplares de cactus que teníamos”.

“Que no pongan como excusa unas presuntas malas condiciones higiénicas”, afirma otra vecina indignada con lo sucedido. “Nunca ha estado ese parterre más limpio y cuidado por todos nosotros. Para suciedad y condiciones lamentables, los parterres que, cuidados por el Ayuntamiento, hay en la plaza de Tirso de Molina, donde entre las yedras plantadas hemos podido ver y grabar cucarachas y ratas”.

Mientras los distintos partidos con los que hemos hablado coinciden en enmarcar esta acción dentro de la “política hostil con todo lo que huela a iniciativas ciudadanas” que, aseguran, lleva poniendo en práctica el gobierno municipal durante toda la legislatura, la respuesta pacífica y significativa de algunos vecinos de Lavapiés ante la destrucción de su huerto ha sido bajar al mismo y comenzar ya esta mañana a volver a colocar nuevas plantas en él. Además, han convocado un encuentro este sábado, a las 11 de la mañana, para volver a recuperar entre todos este espacio.