Pocos institutos de educación secundaria del mundo pueden presumir de que por sus aulas haya pasado algún futuro premio Nobel, pero si buscamos los centros que hayan tenido como alumnos a más de uno, esos pocos se convierten en poquísimos.
Entre esa minoría privilegiada de institutos, de la que destacan especialmente dos como el parisino Liceo Louis le Grand y la neoyorquina Bronx High School of Science -con ocho ex alumnos galardonados cada uno-, también se encuentra el Instituto de Educación Secundaria San Isidro, que con cuatro futuros premios Nobel entre quienes fueron sus alumnos es el centro a nivel mundial con más galardonados en Literatura, pues todos ellos fueron distinguidos en esa disciplina.
Echegaray, Benavente, Aleixandre y Cela
Echegaray, Benavente, Aleixandre y Cela, por ese orden, fueron los antiguos estudiantes de este instituto que recibieron el Nobel de Literatura que entrega la Academia Sueca.
José Echegaray logró el cuarto premio Nobel de Literatura que se entregó en la historia. Fue en 1904 y se convirtió en el primer español en obtenerlo. Echegaray completó sus estudios de Secundaria en el Instituto San Isidro, del que fue alumno desde 1846, habiendo completado antes parte de esa etapa educativa en Murcia.
El dramaturgo Jacinto Benavente también fue distinguido por la Academia Sueca con el Nobel de Literatura. Corría el año 1922 cuando eso sucedió. Su vinculación con el San Isidro queda constatada, cuanto menos, en los exámenes de bachillerato que tuvo que hacer en el centro.
Vicente Aleixandre, Nobel 1977, también pasó una temporada en sus aulas, acabando un ciclo de secundaria que habría comenzado en Málaga.
Por su parte, el gallego Camilo José Cela también terminó sus estudios en el San Isidro desde el año 1934. El premio Nobel de Literatura lo obtuvo en el año 1989.
Situado en el número 39 de la calle Toledo, en la cabecera de el Rastro y, oficialmente, en el barrio de Embajadores, a lo largo de sus más de 400 años de historia -se dice del San Isidro que es la institución de enseñanza más antigua de Madrid-, el centro ha tenido otros alumnos ilustres, muchos de los cuales -como los mismísimos Quevedo o Lope de Vega- también forman parte de la historia de la Literatura española y universal. Eso sí, tocados por el galardón sueco sólo los que hemos nombrado.
Sobre los orígenes del instituto San Isidro, hay consenso en situarlos en 1603, cuando de la mano de los jesuitas, y gracias a la concesión de unos terrenos por parte de Mará de Austria, se crea en ellos un centro de enseñanza que, ya en 1625 y con Felipe IV en el trono, pasó a llamarse Reales Estudios de San Isidro, no siendo hasta el año 1845 cuando pasó a ser Instituto San Isidro.