Los exdirectores de Conde Duque Isla Aguilar y Miguel Oyarzun siguen recogiendo frutos de su corto pero intenso paso por el Conde Duque, después de la destitución fulminante ordenada por la concejala de Cultura municipal, Andrea Levy, hace ahora tres semanas. El Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha premiado uno de sus proyectos desarrollados en el centro cultural dentro de sus galardones anuales, que concede a diferentes actores de la sociedad que favorecen la solidaridad con las personas que se ven obligadas a huir de sus países.
CEAR ha otorgado el premio en la categoría “Miradas por el refugio”, galardón en reconocimiento a iniciativas culturales, a Generación Global, un proyecto que los exdirectores artísticos de Conde Duque desarrollaron junto a Cross Border Project y Marina Santo, en el que jóvenes de entre 13 y 18 años de distintos orígenes y nacionalidades, procedentes de diversos institutos, participan en un laboratorio de creación escénica, dando lugar a un espacio seguro donde poder expresarse, conocer a otros jóvenes, y adquirir así una visión más amplia del mundo.
El galardón se otorga de forma nominal a Aguilar y Oyarzun y no al centro cultural que depende del Ayuntamiento de Madrid, que a partir de enero será dirigido por la exdirectora de los Teatros del Canal, Natalia Álvarez. Los Premios CEAR Juan María Bandrés buscan “reconocer y difundir el compromiso y la capacidad de los diferentes actores de la sociedad en la defensa del derecho de asilo y la solidaridad con los refugiados. La entrega de premios se celebrará este miércoles, 18 de diciembre, con motivo del Día del Migrante, en una gala conducida por los periodistas Andrea Ropero e Iñaki López en el auditorio del CaixaForum Madrid.
El jurado estuvo compuesto por Carlos Berzosa y Estrella Galán, presidente y directora general de CEAR respectivamente, la periodista Rosa Mª Calaf, el dramaturgo Miguel del Arco, Ahmed Abuzubaida como representante de las personas refugiadas en CEAR, Samuel Sebastián en representación de las personas voluntarias en CEAR, y Jon Bandrés, en calidad de representante de la familia Bandrés.
Un despido sin argumentos
Isla Aguilar y Miguel Oyarzun fueron despedidos a finales de noviembre de sus cargos en Conde Duque después de poco más de un año de desarrollar una programación que puso al centro cultural a la vanguardia de las actividades creativas en Madrid. El Ayuntamiento justificó su decisión aduciendo al “acoso laboral” sufrido por algunos trabajadores del centro, versión que los exdirectores niegan y que un expediente interno municipal descartó totalmente hace meses. La oposición tilda la destitución de decisión “política” y no artística.
Cientos de artistas, vecinos y espectadores han mostrado su discrepancia con el cese a través de recogidas de firmas y de acciones artísticas como la de empapelar sus instalaciones colocando post-it con el lema del centro, Toma Conde Duque.