Este sábado 1 de junio, un bar de Malasaña competirá con el Wanda Metropolitano en albergar el mejor ambiente para disfrutar de la final de la Champions League, que este año acoge la capital. Se trata del Triskel, un clásico de la calle San Vicente Ferrer que desde hace una década ha convertido su sótano en el hogar madrileño de los hinchas del Liverpool.
Madrid Reds es el nombre de la peña oficial que reúne a los seguidores de este equipo británico en Madrid. Cuentan sus impulsores que nació hace once años en el sótano del Triskel, una taberna irlandesa que reunía cada fin de semana a decenas de seguidores de la Premier, que acudían allí a ver los partidos de los equipos ingleses. Un día, los dueños del local -Wendy y Jesús- preguntaron a los que allí estaban de qué equipo eran. Y descubrieron que la mayoría seguía al Liverpool. Así que les propusieron que fundaran un grupo de seguidores (empezaron cinco), fijaran su sede en el sótano y que acudieran allí cada fin de semana a ver los encuentros.
Hoy, Madrid Reds cuenta con más de cien miembros y caben justos en el Triskel. Tanto que el sábado cerrarán el bar solo para sus socios y, mientras unos se van hasta el Wanda Metropolitano para seguir el partido in situ, la mayoría se quedará en su sótano de Malasaña para vivir cómo el Liverpool intenta conseguir su sexta Copa de Europa, después del fiasco del año pasado, cuando cayó en la final contra el Real Madrid.
“No sé si podré ver todo el partido, me pongo nerviosísimo”, cuenta a Somos Malasaña el secretario de la peña, José Antonio Pastor, mientras recuerda el último encuentro que vivió con su equipo en el Triskel y que acabó en épica remontada: “El último partido de Liga de Campeones, contra el Barça, fue una locura. La gente se abrazaba en el suelo del bar, llorando”, confiesa.
José Antonio es de Bilbao y del Athletic, pero desde hace tiempo el equipo británico le ha robado una parte de su corazón futbolero. Cuenta que fue en 1977, cuando vio un partido del Liverpool en la tele. Jugaba en casa y se quedó anonadado por el ambiente del estadio: “Me pareció tan alucinante que pensé que algún día tendría que ir a Anfield”. En 2008, después de un regalo-sorpresa de la familia, pudo cumplir su sueño. Y desde entonces buscó un modo de continuar con su aficción en Madrid, donde lleva viviendo 28 años. Así fue como acabó en Madrid Reds.
“En la peña he encontrado lo que en Bilbao podría ser una cuadrilla de amigos. Nos juntamos para ver los partidos y en el bar se ha formado una pequeña familia, donde todos nos conocemos por nuestros nombres”, explica. La relación no se limita al fútbol, Madrid Reds organiza actividades alternativas al balompié y también monta eventos benéficos para colaborar con la Fundación del Liverpool (hasta han sido premiados por el club por sus originales ideas) y con otras organizaciones. El pasado diciembre, por ejemplo, montaron un banco solidario de alimentos.
Fiesta desde el viernes
La agenda para José Antonio y el resto de Reds de Madrid es intensa durante este fin de semana. Además de los actos previstos por la organización de la Champions, ellos se han montado los suyos, que arrancan este viernes con una fiesta en la Sala Yastá de la calle Valverde. Allí se celebrará la Sí Señor party, un evento con conciertos en directo para el que hace días agotaron sus 400 entradas.
Aunque la fiesta gorda llegará el sábado frente al Tottenham. El secretario de la peña del Liverpool no quiere echar las campanas al vuelo ni se atreve a hacer un pronóstico: “Va a ser un partido difícil, los Spurs -seguidores del Tottenham- y los Reds nos conocemos demasiado bien”. Tampoco tienen muy claro qué harán para celebrar la victoria si su equipo se alza finalmente con la Copa de Europa: “El año pasado fantaseamos con ir a la fuente de Bilbao a bañarnos, pero esta vez no hemos hecho planes para alejar a la mala suerte. Si ganamos, se improvisará”.