Madrid es actualmente una región sin ley para las viviendas de uso turístico, que se multiplican -especialmente en el centro de Madrid- debido a una ausencia de control por parte de la Comunidad de Madrid, que no vigila el cumplimiento de la actual normativa sobre este tipo de alojamientos y se niega a estudiar una nueva legislación.
Según cálculos de las asociaciones de hostelería, solo 1.900 de las 22.000 viviendas de uso turístico en Madrid tienen la pertinente licencia para operar legalmente. El resto, 20.100, lo hacen desde la clandestinidad. El dato lo ofrece la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) y lo publicaba hace unos días El Economista. Este lunes también se hacía eco de este cálculo el programa Espejo Público, en Antena 3, en el que también se emitió una entrevista con uno de los periodistas de este periódico, Somos Malasaña.
La AEHM pide que se regule una actividad que defrauda a las arcas públicas “800 millones de euros al año”, según datos del último informe de Exceltur. Además, reclama la actuación urgente de las administraciones para evitar que surja el fenómeno de la “turistifobia”, por los problemas de convivencia que empiezan a generar estas viviendas fuera de la legalidad.
La irrupción masiva de viviendas turísticas en barrios como Malasaña también está ocasionando importantes subidas en los precios de los alquileres, como ya indican algunos operadores inmobiliarios de la zona. La situación ha hecho que algunos vecinos de Centro planteen en los próximos presupuestos participativos la creación de una Oficina municipal para controlar estas viviendas irregulares, propuesta que ya se ha situado como una de las más votadas del distrito.
Más información:
Más información: