La mayoría de los madrileños desconoce que Doña Manolita, la administración de loterías más famosa de la capital, empezó a vender décimos en Malasaña. El primer establecimiento lo abrió junto a sus hermanas en 1904 en la calle San Bernardo y desde entonces su fama se extendió hasta las colas de cientos de metros que se forman hoy en día en su local de la calle del Carmen.
“Me gustaría ver algún día esas colas en la calle Barco, ¿por qué no?”. Lo dice la última lotera en llegar a la zona, Elena Tormo, una valenciana de 35 años que acaba de tomar su propia administración en el 42 de la calle Barco, 110 años después de que lo hiciera unas calles más abajo la famosa Manolita.
Para empezar con buen pie, Elena cambió el nombre de su administración, la 501 de Madrid, por el de El barco del tesoro, haciendo referencia a la calle que ocupa y tomando como inspiración la sugerencia que le hizo una amiga. Pero ese no es la única novedad que se le ocurrió con respecto a los loteros tradicionales. Pronto plantó una urna junto a la ventanilla para conceder una segunda vida a los décimos no premiados. Los clientes que acuden al local pueden poner su nombre y teléfono en los boletos y meterlos dentro. Una vez al mes, la lotera reparte un premio especial entre ellos. El primero llegará este sábado y el afortunado ganador se llevará una cesta de navidad.
Elena llegó de Gandía en octubre junto a su pareja y su bebé y estableció su negocio y su vivienda en Malasaña, un barrio que le encanta y que, para nuestra sorpresa, no le parece tan distinto al de su localidad natal: “La vida es similar, aunque aquí se ven famosos por la calle”, destaca.
De las costumbres de los malasañeros a la hora de buscar la suerte destaca su querencia por los números terminados en 13, 15 y 69. “Y este año en 14, por las fechas”, explica. Ella, de momento, ha traído dos números para venderlos exclusivamente en el barrio. Si el lunes 22 de diciembre sale un premio en alguno de ellos, habrá lluvia literal de millones en el distrito Centro. Son el 64181 y el 69044. Un décimo del primero de ellos, además, lo acaba de sortear en su Facebook entre sus seguidores, un canal en el que promete hacer más regalos de este tipo.
Elena sueña con dar un gran premio en breve. Si fuera en el próximo sorteo del Gordo, aún mejor. “Es importante darlo para ganar la fama”. Tal vez no le haga falta. La bruja de Oro, en Sort (Lérida) entregó su primer premio del sorteo de Navidad cuando ya era conocida en toda España. Ahora, sus responsables también ven formarse colas a la puerta de su administración. ¿Las veremos también pronto en la calle Barco?