La portada de mañana
Acceder
Mazón calca la estrategia del PP en otras catástrofes y sigue sin explicar su comida
La riada se llevó 137.000 vehículos en horas y comprar uno es casi imposible
Regreso a las raíces: Trump, gobierno de “delincuentes”. Por Rosa María Artal

“Me despidieron del San Mateo por negarme a inflar las notas”

El bachillerato de excelencia que puso en marcha hace cinco años Esperanza Aguirre en el Instituto San Mateo ha sido puesto en cuestión este viernes después de la publicación por el diario El País de hasta cinco testimonios de exprofesores del centro, que denuncian presiones para inflar las notas de sus alumnos y la prohibición de poner suspensos.

“En mi caso fue por negarme a inflar las notas y por cómo orientaba la asignatura, que no coincidía con la suya”, asegura a este medio la exprofesora de Filosofía, Victoria Crespo, cuando explica las razones de su despido.

Algunos profesores ponen en duda la supuesta excelencia del centro, que no presenta notas especialmente espectaculares en los exámenes de Selectividad, con muchos de sus alumnos (36) suspendiendo algunos de sus pruebas parciales.

“No son alumnos de excelencia como quieren vender”, declara a El País el profesor de Física Ángel de Andrea González, también despedido. “Algunos sí lo son, pero la mayoría son chicos normalitos que han sido muy estudiosos. El 90% procede de la concertada y llega con niveles muy distintos, lo que obliga a bajar el nivel para homogeneizar. La verdad es que me encontré el nivel más bajo en mi vida docente de 20 años”.

Los docentes apuntan a numerosas irregularidades y destacan la figura casi dictatorial del responsable del centro, Horacio Silvestre: “El instituto obedecía a una estructura jerárquica absolutamente vertical, al ordeno y mando Horacio”, indica la profesora Crespo, a la vez que muestran correos electrónicos en los que el director exhorta a sus profesores a poner “notas meditadas, ajustadas e, incluso, generosas”.

Silvestre, entrevistado por El País, defiende que, en todos los casos, decidió no renovar a los docentes “porque sus alumnos no obtenían buenos resultados”. También justifica el reenvío de mensajes electrónicos a través de su email oficial de organizaciones ligadas al grupo ultracatólico Hazte Oír al resto de docentes.

Más información: