El edificio de Divino Pastor 9 fue de titularidad municipal y acogió oficinas del área de Medio Ambiente hasta que Ana Botella decidió desprenderse de él en 2015 para reducir deuda.
El inmueble se malvendió por 1,7 millones de euros -853 euros/m2- a la empresa Fernando VI 10 S.L, propiedad de Miguel Ángel Capriles López, primo del opositor venezolano Henrique Capriles, quien, posteriormente, en la etapa de Manuela Carmena en la Alcaldía logró su propósito de conseguir licencia hotelera para este lugar, tras una votación en el Ayuntamiento que casi provocó una crisis en el entonces gobierno de Ahora Madrid, con algunos de sus concejales dando el visto bueno al cambio de uso con la nariz tapada en señal de disconformidad.
Tras una muy seria reforma, Divino Pastor 9 se estrena ahora como contenedor de apartamentos turísticos gestionados por la empresa estadounidense Sonder, una firma especializada en viviendas vacacionales que desembarca en España haciéndose cargo de su alquiler. Tanto desde su propia web como a través de portales como Booking y de la agencia online de viajes Expedia, entre otros, Sonder pone a disposición del viajero cualquiera de los 22 pisos en los que se ha dividido el edificio, con precios a partir de 78 euros por noche.
Sin riesgo a equivocarnos, podemos afirmar que serán muy pocas las personas que se alojen en alguno de los apartamentos turísticos de Divino Pastor 9, en esta nueva vida del inmueble, siendo conscientes de la polémica generada en los últimos años en torno a este edificio, que llegó incluso a estar okupado durante un par de meses por El Patio Maravillas, en una acción con la que este movimiento quiso denunciar la especulación que, según afirmaba, se estaba generando alrededor de ese espacio.
Sonder, con sede en la ciudad de San Francisco, está valorada en 1.300 millones de euros, según el diario de información inmobiliaria EjePrime, que afirma también que sus inversiones están respaldadas por fondos internacionales como Blackstone. Con Divino Pastor 9 comienzan sus planes de expansión por nuestro país, con la intención de ir incorporando a su cartera gestora nuevos hoteles y apartamentos en Madrid y Barcelona.
Por otra parte, la inmobiliaria Engels Voelkers es la encargada de alquilar el local comercial que se encuentra en los bajos del edificio, un espacio de 118 metros cuadrados por el que se pide una renta de 2.000 euros mensuales.